TUXTLA GUTIÉRREZ.- Lucrecia Salva Fuentes, jefa de enfermeras de un hospital público de Tapachula, Chiapas, fue asesinada este sábado de un balazo en la sien. De acuerdo con los primeros informes de la Fiscalía General del Estado (FGE), el cuerpo de la víctima, de 53 años de edad, apareció tirado en un camino de terracería que conduce de la ranchería Canutillo al municipio de Escuintla.
Aunque no ofreció más detalles, esa dependencia se comprometió a agilizar las investigaciones para dar con el o los responsables de este hecho.
Organizaciones como “50+1” externaron este mismo sábado su preocupación por ambos feminicidios, y pidió a las autoridades hacer las pesquisas correspondientes con estricto apego al Protocolo de Actuación con perspectiva de Género para la investigación del delito de feminicidio.
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Por su parte, la sociedad y, sobre todo, familiares y compañeros de trabajo de Lucrecia se sumaron a esta demanda, como el caso de Berenice Rueda, quien escribió, a través de su muro de Facebook, este mensaje: “Gracias, jefa hermosa, por tu calor, tu cariño, tu empatía, tu invaluable amistad (…) No era tu tiempo, no era la forma; es difícil aceptar tu partida de esta manera”.
Hasta el momento, se desconoce cuál fue la causa de este feminicidio, como el hecho de si la profesionista sufriría otro tipo de abuso sexual.
LOS FEMINICIDIOS DEL AÑO
En lo que va de este 2023 se han contabilizado, con el caso de Lucrecia Salva, siete feminicidios; el primero del año ocurrió el pasado 21 de enero: una mujer fue asesinada de tres cuchilladas en el municipio de Huehuetán.
El 2 de febrero, una maestra del Consejo Nacional de Fomento a la Educación (Conafe) fue hallada sin vida en un salón de clases de la Escuela Primaria “El Manzanillo”, ejido Manzanillo, municipio de Juárez, al norte de Chiapas.
La educadora comunitaria de 23 años de edad e identificada como Erika M. R., presuntamente apareció colgada en el aula. No obstante, podría tratarse de un feminicidio.
En otro caso, el pasado 1 de febrero en el barrio Peñitas, municipio de Ocozocoautla de Espinosa, por la tarde, una muchacha fue asesinada de un balazo en la cabeza.
Según los informes, Sandra Paola Martínez Sánchez, de 21 años y originaria de la localidad vecina de Berriozábal, fue hallada tirada en el suelo por dos jóvenes, quienes reportaron el hecho al número de emergencias 911.
De igual forma, no se sabe cuál fue el motivo del feminicidio, sin embargo, la FGE inició las investigaciones hasta dar con el paradero del criminal.
El 24 de febrero, una joven, de entre 15 y 16 años, fue hallada muerta entre la maleza en el municipio de Ocosingo; de acuerdo con los informes, el cuerpo llevaba dos días en el lugar y presentaba signos de violencia sexual.
Para el 12 de marzo otro hecho sangriento consternó a la sociedad: una niña que estaba sentada en la puerta de la entrada de su casa en la colonia Santa Catarina, municipio de Villaflores, cuando fue asesinada de dos balazos por sicarios que llegaron en una motocicleta.
De acuerdo con los datos proporcionados por la Policía de esa localidad, ubicada en la región Frailesca de Chiapas, Estrella “C”, de alrededor de 14 años de edad, recibió un par de disparos: uno en el abdomen y otro en el pecho.
Antes del feminicidio de Lucrecia, otra mujer de nombre María Hilda fue asesinada (el pasado 8 de marzo) en el rancho “Santa Clara”, municipio de Cintalapa; en el lugar también perdió la vida su esposo. Según los reportes, ambas personas fueron torturas y luego asesinadas.