TUXTLA GUTIÉRREZ. - Una patrulla recorría a toda velocidad una de las calles de la colonia Patria Nueva de esta ciudad, pero en su parte trasera arrastraba a un perro. Al ver esta escena, Jorge, de oficio taxista, no lo pensó dos veces y comenzó a seguirla y grabar el maltrato.
A la altura de la avenida Álamos, la camioneta de la Policía Municipal, marcada con la matrícula PC-141, detuvo su marcha de manera abrupta, luego dos policías municipales se bajaron y sometieron al chofer, a quien golpearon en el intento de arrebatarle del teléfono celular; al final, lo trasladaron al Centro de Reclusión por Faltas Administrativas, conocido como “La Popular”.
Además de pagar una multa para obtener su libertad, a él le retuvieron su taxi (un Tsuru 2016, con número económico 3359) y asimismo le robaron dinero en efectivo que portaba en la guantera del mismo. Lo peor de todo, dejó en claro, es que para quedar libre su familia pagó 2 mil pesos, aunque la policía le exigía cerca de 6 mil.
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No obstante, la afectación para él es mayor: hasta este jueves, perdió cinco días laborales por los trámites que ha hecho ante la autoridad.
A las afueras de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal, Jorge Alberto Castañón Cipriano afirmó que la Fiscalía General del Estado (FGE) inició la carpeta de investigación luego de que acudiera a presentar su denuncia por lesiones, abuso de autoridad y lo que resulte.
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Durante la entrevista, el padre de familia, quien esperaba que le entregaran el vehículo de su patrón, mostró algunos golpes en muñecas, rostro y espalda propinados por los elementos policiacos.
Al respecto, contó que él persiguió, junto a otro taxista (quien logró escapar al ver la represión policiaca), a la patrulla por al menos siete cuadras. De ahí, dijo, sufrió la violencia:
“Me sacaron a la fuerza del coche, y uno de ellos me tomó del cuello, me esposan, y ya cuando me suben a la patrulla me amenazaron”.
Tras advertir sentirse afectado también en la parte psicológica, Jorge acepta que le conmovió cómo era arrastrado el perro, por eso decidió grabar el maltrato animal, lo que también captó una cámara de seguridad de esa zona.
No buscan castigo, sino sensibilización
Por su parte, Marietta Moreno, abogada del agraviado, aclaró que no buscan que cesen a los uniformados, sino que su cliente reciba lo justo y, de paso, los servidores públicos agresores reciban una capacitación.
“El que portes un uniforme no te faculta para hacer y deshacer”, dijo la entrevistada, quien lamentó que a Jorge no le hayan hablado de una reparación del daño.
Sin duda, refirió que a la par de la denuncia que presentaron ante la FGE, también acudirán a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) para interponer la queja.
Como es un asunto público, detalló que esperaría que ya hubiera una queja, “porque esto no puede quedar así; porque no nos sirve que estos policías sean despedidos, porque luego, sin un empleo, podrían delinquir, por eso pedimos que los capaciten”.
¿Qué pasó con el perro agredido?
Luego de ser arrastrado, nada se supo del paradero del perro que era arrastrado por la patrulla, hasta este miércoles que comenzó a circular una fotografía del presunto animal; sin embargo, autoridades municipales descartaron que fuera él.
Pero este jueves, la regidora Marcela Castillo presentó al supuesto canino víctima de maltrato, en un parque público de esta ciudad. Sin embargo, aún hay dudas de que se trate de la misma mascota.
Ante esta situación, varias asociaciones civiles protectoras de animales se manifestaron en el primer cuadro de Tuxtla Gutiérrez, y exigieron justicia por lo acontecido con el canino.
Claudia Cisneros, presidenta de la organización “Huellas Chiapas”, aseveró que está cansada de los abusos en contra de animales domésticos, problemática que, aseveró, va al alza.
“Hay animalitos torturados, macheteados, quemados vivos, aventados en costales a los ríos o contenedores de basura; no podemos consentir que eso siga ocurriendo: nos enteramos, al menos, de dos a tres casos diarios”.
Para ella, aceptó, urge que los legisladores locales tipifiquen el maltrato animal como un delito grave y que el o los agresores sean castigados con prisión, debido a que, reveló, hay al menos tres iniciativas de ley en la materia que están en “la congeladora”.
Chiapas, apuntó, es uno de los cuatro estados que no han tipificado el maltrato animal como delito grave, como ya sucede en otros sitios como Querétaro, donde las penas van de cinco a 10 años de cárcel.
Vicky Guillén, representante de la AC “Huellitas en movimiento”, agradeció el valor del taxista que siguió a la patrulla, pues de otra forma, no se hubieran enterado de este caso.
Ambas organizaciones defensoras anunciaron que este domingo, a las 4:30 de la tarde, efectuarán una marcha del Parque Bicentenario hacia el Congreso del Estado para pronunciarse por los hechos recientes no solo en la capital chiapaneca, sino en otros municipios por el tema de maltrato animal.