INFLACIÓN

El limón está caro “¡y sin jugo!”: fonda sufre estragos de la inflación

Dalia es una de las personas que han resentido el alza en los precios de la canasta básica, los cuales utiliza para su hogar y negocio

Créditos: Christian González
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TUXTLA GUTIÉRREZ.- Dalia Vázquez ha resentido, en los últimos tiempos, un alza en los precios de los productos de la canasta básica y otros que utiliza para su hogar y su negocio, una pequeña fonda en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

Sin embargo, como ella misma lo externa, desde el año pasado los aumentos son más agresivos en productos como: huevos, carnes rojas y blancas e incluso otros que son clave para su establecimiento como el aceite, “y a esto le sumamos que a este último le subieron el precio y les bajaron la cantidad a las botellas”.

Incluso, se atreve a hacer una comparación: hace algunos meses ella adquiría una bolsa de pan molido a 10 pesos, y en la actualidad ésta casi alcanza los 30, es decir un incremento de casi el 300 por ciento. “O la carne, si estaba en 140 (el kilo), hoy está en 180 en el mercado”.

Pero la también madre de tres hijos, originaria de esta ciudad capital, advierte que las repercusiones son mayores ante la posible inflación, como la sensible baja en la clientela, sobre todo en algunas temporadas.

“Aunque no sabemos muy bien (qué sucede), también se lo puedo atribuir a que hay mucha competencia, o la entrada de las aplicaciones, los que meten promociones, y en ese aspecto la gente ve eso y ahí consume. Aquí (su negocio) ya queda tranquilo”.

Lo importante es no irte con las manos vacías

Pese a que ha habido una inflación más severa, Dalia afirma que han tratado de no hacer ajustes en los precios de su menú, por lo que, si el año pasado, un platillo lo vendían en 65 pesos, para este 2023 solo le subieron 5 pesos.

Foto: Christian González

Lo importante, detalla, es no irse con las manos vacías; así que, dice, una mínima ganancia al día es bienvenida, pues lo importante es generar ingresos que le permitan sostener su negocio: desde pagar la renta del local, los servicios básicos y poder comprar los productos que le sirven para preparar los alimentos. 

Dalia, quien a veces contrata a alguna ayudante pero casi siempre se mueve sola en su fonda, anhela recuperase en este año, “porque sí salimos para la renta, pero ya nos queda muy poquito; y la gente piensa que ganamos mucho, pero la realidad es que no es así”.

No obstante, ella no deja de sorprenderse, pues sabe que se avecinan épocas en donde productos como el limón alcanzan, por kilogramo, los 80 pesos, “¡y sin jugo! Pero lo tenemos que comprar”.

Foto: Christian González

Lo que también le ha servido para sopesar los estragos inflacionarios, revela quien desea continuar con sus estudios, es que su esposo se dedica a los servicios de “mandaditos” en motocicleta, lo que les ayuda para mantener a su familia.