Izamal.- Pobladores de la comisaría de Sitilpech del municipio de Izamal, Yucatán impidieron que ingrese un camión de la empresa Kekén que se dirigía a la mega granja porcícola Kancabchén II. Al mismo tiempo protestaron para exigir respeten sus derechos a un medioambiente limpio.
Cabe recordar que el magistrado Wynter García del Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Penal y Administrativa desechó la demanda de amparo que promovió el Colectivo de la Esperanza de Sitilpech, por lo que la granja reanudó operaciones.
Ante la presencia del camión con cerdos la población reclamó las acciones. “¡¿Dónde están nuestros derechos, los están pisoteando!?”, se escuchó gritar a uno de los habitantes de la comisaría.
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“¡Eso no es justo se aprovechan de nuestra bondad, vamos a salir a defender nuestros derechos¡ ¡No es otra cosa más que nuestros derechos lo que estamos exigiendo!”, reclamó otro manifestante ante la presencia de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la policía del municipio de Izamal.
El reclamo de los habitantes de la comisaría de Sitilpech es que la megagranja representa una población de 40 mil cerdos, cuyos desechos contaminan el agua que consumen, además, de todas las repercusiones al medioambiente como el aire. Gracias a la organización de la ciudadanía lograron que no operen durante nueve meses. Sin embargo, en los últimos días han ingresado camiones con cerdos.
Las granjas porcinas en Yucatán
Desde 2015, Yucatán ocupa el quinto lugar del país en la cría de ganado porcino, de acuerdo con información del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. En el año 2020, esta actividad representó un ingreso de 7 mil 241.4 millones de pesos.
El estado de Yucatán provee 9 % de la producción nacional y la industria crece a 4.5 % anual, un porcentaje incluso mayor que el de Sonora y Jalisco (2.6 y 1.7 %, respectivamente), principales productores de carne de cerdo en México, según muestran datos de la OCDE.
De las granjas porcícolas identificadas en el estado, 42 se ubican en áreas o sitios de atención prioritaria, como el anillo de cenotes (36 granjas), o en reservas naturales, ya sean estatales, como la Reserva Estatal Biocultural del Puuc (2 granjas), o municipales, como Cuxtal (4 granjas).
En términos económicos, esta actividad es un beneficio evidente para Yucatán; sin embargo, la producción porcícola es la causa de problemas ambientales, como la contaminación del agua subterránea, contaminación de la atmósfera, degradación del suelo e incluso daños a la salud humana.
La dependencia señala que la selva maya de la península de Yucatán es un reservorio de biodiversidad asombroso: protege el suelo contra la erosión al acumular materia orgánica y evita tanto el arrastre de sustratos como el azolve en otros sitios; genera agua para el consumo humano y para riego; suministra oxígeno, y capta dióxido de carbono.
La selva maya es considerada el principal sumidero de dióxido de carbono del país, el cual mitiga el calentamiento global, aporta recursos vegetales y animales aprovechables como alimentos y medicinas, y proporciona servicios ambientales.
Se han identificado en Yucatán 122 granjas porcinas (47 % de las granjas de la zona) establecidas en regiones consideradas sitios de atención prioritaria para la conservación de la biodiversidad. Las granjas en sitios de conservación suman 20, mientras que las localizadas en sitios de restauración son 102, 65 % de las cuales se encuentran en lugares de prioridad extrema.