Chipilo de Francisco Javier Mina, una localidad del estado de Puebla, se ha convertido en el centro de una disputa por la preservación de su identidad económica y cultural ante la expansión de cadenas de tiendas de conveniencia. Con una población cercana a los 4,500 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), esta comunidad ha expresado un rechazo a la instalación de nuevas tiendas Oxxo por temor a que puedan desplazar al comercio local y alterar el tejido social y cultural que los distingue, así lo dio a conocer el medio La Jornada de Oriente en un reportaje.
De acuerdo con el reportaje, los chipileños, descendientes de inmigrantes italianos que se asentaron en la región hace 140 años, han mantenido vivas sus tradiciones y su lengua véneto. Según se puede leer, el temor a la gentrificación y al desplazamiento de pequeñas tiendas locales por grandes cadenas se ha incrementado después de la apertura de una Bodega Aurrera en las inmediaciones de la localidad. La comunidad argumenta que esta presencia ha cambiado los hábitos de compra y afectado la economía de las tiendas familiares.
En el reportaje, Margarita Zago, una habitante de Chipilo y cultivadora de cactáceas, se ha sumado a la voz de protesta. Según sus declaraciones a La Jornada de Oriente, la llegada de Bodega Aurrera ya ha tenido un impacto negativo en el comercio de proximidad, y se teme que la presencia de Oxxo agudice esta situación. Además, Zago informó de la existencia de un consejo ciudadano en Chipilo dedicado a la protección de los intereses comunitarios.
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Por otro lado, en el mismo reportaje, el antropólogoMiguel Esteban Kadwrytte Dossetti resaltó la importancia de la resistencia cultural de Chipilo, que data desde la fundación de la colonia en 1882. La comunidad, que se ha enfrentado históricamente a diversos retos, ve la actual situación como un nuevo capítulo en su lucha por mantener su herencia cultural intacta.
La identidad de Chipilo se refleja en su calle principal, la 5 de Mayo, colmada de establecimientos que ofrecen desde productos lácteos hasta embutidos y helados al estilo italiano, testimonio de la herencia de los primeros colonos venidos de la región del Véneto en Italia. La Parroquia de la Inmaculada Concepción es uno de los centros culturales que se ven amenazados por el posible cambio que conllevaría la entrada de grandes corporaciones.
También se lee en el reportaje que los fundadores de Chipilo, procedentes del Véneto, llegaron para aplicar sus técnicas agrícolas avanzadas en México. La historia de la comunidad está marcada por eventos significativos, como su defensa durante la Revolución Mexicana y la adaptación a la vida en México, conservando a la vez sus tradiciones y lenguaje. Este legado se observa en la prevalencia de apellidos italianos entre sus habitantes, quienes son mayormente descendientes de aquellos pioneros.
Una manifestación del descontento de la población local ha sido la colocación de una lona en la que se lee: “No al Oxxo, destruye la economía de pequeñas tiendas familiares”. Esta lona se ha situado estratégicamente cerca de la Parroquia y simboliza la determinación de la comunidad por preservar su economía local.
La controversia también destaca el papel del “Súper Zaz”, un establecimiento similar a las tiendas Oxxo, pero que es aceptado en la comunidad debido a que es propiedad de un chipileño y cuenta con los permisos de operación necesarios. Este caso subraya la preferencia local por el comercio que se considera parte de la comunidad y su historia.
DJC