Marbella Guerrero, originaria de la colonia Progreso, en Acapulco, viajó hasta la Ciudad de México con la caravana de damnificados para solicitar al Gobierno Federal ayuda para una reconstrucción pronta del puerto, donde, hasta antes de que el huracán Otis arrasara con todo a su paso, Marbella vendía artesanías.
“Vengo a alzar la voz por todos mis paisanos que no pueden estar aquí. El huracán no distinguió si eras rico, si eras pobre, nos afectó a todos. En la parte céntrica donde yo vivo únicamente hubo daño material. Muebles, colchones, todos los enseres domésticos se perdieron, pero en las partes aledañas, que es donde nos preocupa, las casas estaban hechas de lámina, de cartón, de tablas y no sabemos nada de esas personas”.
La carava de damnificados partió del asta bandera de Acapulco, ubicada sobre la avenida Costera Miguel Alemán, la madrugada del pasado 5 de noviembre. Tras tres horas de viaje, llegaron a Cuernavaca.
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“Ahí hubo mucha gente solidaria que nos regaló ropa. Venimos con lo que nos quedó porque tampoco hay agua para lavar en Acapulco. En Cuernavaca nos regalaron ropa, nos regalaron víveres para llevar también, para nuestros paisanos”.
Al llegar a la Ciudad de México, el recibimiento por parte de las autoridades fue completamente diferente: elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana bloquearon diversos accesos a Plaza de la Constitución para evitar el paso de la caravana.
“Nos da muchísima tristeza que nos reciba así el presidente, que el día de hoy en la mañanera denostó nuestro movimiento, que dijo que somos simpatizantes, eso no tiene nada que ver, todos somos acapulqueños y venimos con el corazón en la mano para pedir que nos escuchen, merecemos que nos escuchen”.
Aunque la Coordinación Nacional de Protección Civil informó que la cifra de muertos en Acapulco es de 48, Marbella refiere que esa cantidad no se acerca, ni un poco, a la realidad.
“Como estamos incomunicados en Acapulco, cuando salimos a la ciudad nos enteramos que dicen que son como 50 muertos y no es cierto, son cientos. Los muertos están flotando en el mar, las embarcaciones. No hubo un oportuno aviso por parte de Protección Civil o de la Unidad Marítima de la devastación que iba a causar el huracán. Mucha gente está desaparecida”.
A 14 días de que Otis tocó tierra en Guerrero como un ciclón de categoría 5, Marbella recuerda las devastadoras escenas que cambiaron su vida.
“A las 12 de la noche que entró el huracán en costera, las personas estaban trabajando en los restaurantes, en los hoteles. Había gente que se dirigía a sus hogares y no sabíamos nada de ellos. Fue un miedo e incertidumbre que no se puede explicar”.
A pesar de que el pasado 1 de noviembre el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la puesta en marcha de un plan de reconstrucción para Acapulco con un costo inicial de 61.313 millones de pesos, Marbella refiere que la ayuda no se está visibilizando en las calles.
“Actualmente no hay ayuda por parte del Gobierno, hay personas que tienen que caminar kilómetros para conseguir una botella de agua. Toda la ayuda que están mandando, se los digo, yo sé que están mandando de diversos estados y países, no está llegando, la está quemando la Marina, las Fuerzas Armadas. Ellos se están encargando de repartir, pero solo llegan a la costera y tienen que bajar de las colonias para ver si alcanzas una despensa. Para tomar agua tienen que hacer fila”.
"No sabemos dónde está la gobernadora"
A pesar de la devastación que se observa en las calles, Marbella señala que, ni la gobernadora estatal, Evelyn Salgado, ni la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, se han parado por las zonas afectadas.
“No hay seguridad, no hay gobierno. La presidenta no sabemos dónde está, la gobernadora tampoco”.
-¿Evelyn no se ha parado por ahí? -
“No se ha parado, impecable sale en sus fotos con maquillaje, con sus botas limpias, ósea es imposible que haya ido a Acapulco. No hay seguridad, en las colonias los vecinos hemos tenido que protegernos. Los vecinos están saliendo con machetes en las noches, se pone un toque de queda, se cierran las calles a las 6 de la tarde que cae la noche y salimos con machetes para poder defender lo poco que nos quedó de nuestras viviendas”.
Por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, refiere Marbella, tampoco se ha observado una actitud de colaboración.
“AMLO dice que fue, pero no lo vimos. Supimos que andaba un helicóptero, no sabemos si era él, pero lo invitamos señor presidente a que se baje y camine a ras de suelo, que vaya a las colonias, a la Zapata, a la Mica, que vaya a las colonias más alejadas de Acapulco y que visite, a ver si ama a su pueblo como dice. No lo hemos visto, no se ha presentado y la verdad mucha gente creyó en él y así les está pagando. Nos pone fuerza pública para que no pasemos y no se vale”.
"Otis, peor que el huracán Paulina. Necesitamos ayuda"
Al igual que el resto de damnificados que viajaron en caravana de Acapulco a CDMX, Marbella descarta que para diciembre el puerto esté levantado.
“Es imposible. La devastación que ocurrió en Acapulco fue peor que la del huracán Paulina del 97. Se compara con el sismo que se dio aquí en el 85. No quedaron hoteles, árboles, no quedaron restaurantes, no quedó nada y va a ser muy difícil. Nos están diciendo que nos van a perdonar un bimestre de la luz, cuando mucha gente se va a quedar sin trabajo y después de dónde van a sacar para pagar. Las casetas nos dijeron que a partir de hoy las iban a empezar a cobrar, entonces cómo se va a reactivar el turismo, aparte de que ya no hay hoteles”.
Tras darse a conocer que desde el pasado 3 de noviembre, más de 2 mil empleados de la Secretaría del Bienestar, comenzaron a levantar censos en Acapulco, Marbella sostiene que es difícil que las autoridades accedan a las partes más afectadas.
“¿Cómo pretende el presidente apoyarnos? Con esas migajas que nos está dando, no nos alcanza. Los censos son mentira, no llegan a todas las casas, no están llegando. ¿Cómo van a censar a las personas que ya no tienen casa, a dónde van a acudir a censarlos? Hay gente que está preocupada por comer, por sobrevivir. No están preocupados por buscar que los censen, necesitamos ayuda”.
DJC