CHIAPAS

Chiapas: Ingrid y Yéxer, niños enfermos, la otra batalla de la migración

La organización mundial Médicos Sin Fronteras (MSF) informó que en 2022 ofreció en México y Centroamérica más de 108,510 consultas médicas y 10,183 de salud mental a migrantes, incluidos cientos de menores de edad

Créditos: Christian González | LSR Corresponsal
Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- Hace siete años, “mi expareja quería matar a mi hijo porque decía que era ‘mongolo’ y estaba enfermo, pero me separé, y luego tuve que huir porque él es mara salvatrucha y nos sigue acosando”. Así empieza su relato Ingrid López, migrante que sólo tiene un objetivo en mente: no volver a su tierra natal, Honduras, y sí llegar a Estados Unidos para que a su pequeño lo puedan operar a corazón abierto.

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Sin embargo, a ella y al niño de ocho años de edad les ha costado continuar su camino, pues hace poco estuvieron a punto de cruzar hacia el país vecino, pero fueron capturados en Piedras Negras, Coahuila por agentes de Migración.

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Para ella, dice, ha sido complicado porque su hijo sufre de retraso mental y de un soplo en el corazón, lo que de alguna forma le ha dificultado continuar, “porque prácticamente se me ha quedado muerto hasta por una hora, se priva”, y lo peor es que desde hace un mes no le ha suministrado sus medicamentos por falta de recursos económicos.

Pese a que en ese país no le iba mal (podía sostenerse con lo que ganaba como empleada de un restaurante), ella está convencida de que no puede regresar a tierra catracha, pues su exmarido está empecinado en hacerles daño y la violencia se agudizó aún más por la presencia cada vez más incisiva del crimen organizado.

Ingrid López no piensa retornar a su tierra natal, Honduras | Fotografía de Christian González (Corresponsal LSR)

Ingrid salió de su país hace dos meses y no piensa volver atrás, pese a las complejidades a las que se enfrenta, como el hecho de que, cuando viajaba en tren, la intentaran agredir sexualmente, “Por fortuna no me pasó nada” cuenta; de acuerdo con su versión, le tocó ver cómo un migrante de Venezuela asesinó a un agente migratorio, lo que motivó a las autoridades a “endurecer” sus acciones de restricción para entrar a los Estados Unidos.

La mujer de 27 años de edad, cuyo sueño es ser ingeniera agrónoma, ha perdido muchas cosas, como su teléfono celular, dinero y otras pertenencias, sobre todo porque policías y otras autoridades le han exigido el “moche” para no retornarla.

“Por eso ahora la meta es llegar a EU, trabajar duro y que a mi nene le hagan esa operación”, detalla Ingrid, quien reconoce que sí los han ayudado en México, pero no con los medicamentos que requiere su hijo.

En estos momentos, advierte, está un poco preocupada porque ha visto que a su pequeño le han “brotado” moretones en su cuerpo; “lo tengo como calmadito, para que no se acelere, porque también si eso pasa, sus labios ya se ponen morados o si no blancos…”.

Mientras tanto, ellos tienen que esperar en Tuxtla, debido a que se les acabó el dinero para seguir su recorrido. “Le agradezco a la gente y a Dios que nos han dado comida, agua, de eso no nos podemos quejar, nos ayudan bastante”.

Tras dejar en claro que no tramitará ningún documento (visa humanitaria) porque eso representaría más pérdida de tiempo, Ingrid y su hijo tienen que soportar otras situaciones, como bañarse en el “Sabinal”, río contaminado que atraviesa esta ciudad capital, “pero no nos queda de otra porque no podemos pagar los 25 pesos que cobran para podernos bañar en un negocio”.

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Ingrid teme por la salud de su pequeño hijo, quien está enfermo del corazón | Fotografía de Christian González (Corresponsal LSR)

EL ALTRUISMO QUE AYUDA A MERMAR EL DOLOR

De acuerdo con la organización mundial Médicos Sin Fronteras (MSF), en 2022 ofreció en nuestro país y América Central más de 108,510 consultas médicas y 10,183 de salud mental a personas migrantes (incluidos cientos de menores de edad).

A diario, expuso en su página web, “nuestros equipos priorizan la atención a estas poblaciones. También son testigos de las consecuencias de vivir bajo difíciles condiciones de protección, albergue, alimentación y agua y saneamiento sobre su salud física y emocional”.

Además, evidenció que, entre enero y abril de este 2023, atendió, sólo en nuestro país, a 2,378 niños y niñas migrantes menores de cinco años, población a la que consideró vulnerable a los impactos de la migración por estar en la primera etapa de su crecimiento.

Infecciones respiratorias, diarreas agudas, afecciones en la piel y otras enfermedades gastrointestinales, son los diagnósticos más frecuentes, dice MDS, quien argumenta que eso se debe, en gran parte, a las pésimas condiciones de hábitat, alimentación y agua y saneamiento en las que ocurre la experiencia migratoria.

Muchos niños acompañan a sus padres y se hacen amigos entre ellos, por su corta edad no entienden lo que pasa | Fotografía de Christian González (Corresponsal LSR) 

“A MI HIJO LE DETECTARON PÚRPURA EN HONDURAS”: YÉXER

La situación de Yéxer Escalón era parecida a la de muchos de sus connacionales que han dejado Venezuela, hasta que, a su paso por Honduras, el panorama empeoró: uno de sus dos hijos, el de 11 años de edad, se desmayó. Tras ser llevado a un hospital durante al menos ocho días porque estuvo a punto de sufrir una hemorragia, los médicos le detectaron una enfermedad rara llamada “púrpura” o trombocitopénica, “su organismo le destruye las plaquetas”.

Pero eso no fue todo, ya que mientras atravesaban por el río Suchiate, en Chiapas, su pequeño perdió la conciencia ante los intensos rayos solares. El carpintero de oficio y de “herencia familiar” reconoce que era insostenible permanecer en su país y por eso habría que enfocarse en un mejor futuro, el cual, según él y su esposa, encontrarán en EU, cuya economía está más fortalecida.

Sin embargo, Yéxer y sus seres queridos ya habían probado suerte en otros lugares lejos de su natal Caracas, por lo que estuvieron en Colombia y Perú, pero la situación económica no era la que anhelaban.

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Yéxer está preocupado por la salud de uno de sus hijos, quien padece una enfermedad conocida como “púrpura” | Fotografía de Christian González (Corresponsal LSR) 

ACOSO CONSTANTE

“Desde que salimos, ya tenemos dos meses y medio, hemos perdido mucha plata, los de Migración nos agarran a cada rato, luego con los gastos con lo del niño, y ahorita en México ya nos quedamos sin nada, aparte de que los transportistas abusan de nosotros, nos cobran más caro el viaje, y todo eso”, dice el hombre de 36 años de edad.

Entre algunos lapsos de la entrevista, Yéxer recuerda que le iba bien como carpintero en Colombia, pero de un momento a otro la clientela bajó. Incluso, echaba mano de otras actividades para obtener más recursos, como dedicarse al comercio. Tras dejar en claro que desde su partida de Venezuela han gastado más de mil dólares, el migrante sudamericano puntualiza que no pueden volver porque ahora la prioridad es llegar a EU y que especialistas de primer mundo traten a su hijo.

La esposa de Yéxer va en busca de alimentos para sus hijos | Fotografía de Christian González (Corresponsal LSR) 

Al igual que Ingrid López, migrante hondureña, él tampoco pretende acudir a alguna instancia migratoria para tramitar su documento que valide su estancia en suelo mexicano, pues de igual forma está convencido de que representaría una pérdida de tiempo, “porque nos han bajado a cada rato, que si un retén, que si esto, que si el otro”.

Como se siente cansado ante la falta de un espacio adecuado para dormir, Yéxer, aficionado al beisbol y al softbol, advierte que podría establecerse en nuestro país, y ponerse a trabajar; “hasta los mismos mexicanos me dicen que nos quedemos, pero eso sólo Dios lo sabrá, ahorita queremos llegar a la Ciudad de México, porque ya tenemos tres días en Tuxtla y estamos agotados, luego mi mujer sufre de presión alta”.

En entrevista, Vanesa Traconis, directora nacional de la Red Salud, advirtió que, sin duda, la situación migratoria se complicaría, sobre todo porque hace poco, advierte, las autoridades otorgaron 100 mil permisos a migrantes para que viajen de Tapachula a Tuxtla Gutiérrez, “y las condiciones acá no son las óptimas”.

Por ello, comenta que es importante hacer acciones urgentes para evitar un problema mayor de salud pública y desencadenarse un riesgo sanitario.

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Afuera de la terminal de transporte en Tuxtla se encuentran niños y adultos, allí pasan los días con el sueño de llegar a Estados Unidos | Fotografía de Christian González (Corresponsal LSR) 

Durante una jornada de apoyo en materias de salud, alimentación y otros beneficios en la que no sólo participó la Red Salud sino otras organizaciones civiles y religiosas en beneficio de población migrante que pernocta a las afueras de una plaza comercial de esta ciudad, la entrevistada subrayó que han detectado casos de niños con males más complicados.

“Estamos viendo qué hacer, y sería mentir si vamos a resolverles la vida con una campaña de un día, pero sí queremos generar o identificar a esas personas que están en riesgo y a dónde canalizarlas”.

Para Francisco Javier Napabé Chanona, presidente del Consejo Interreligioso de Chiapas, es lamentable que las autoridades de Salud y de otras instituciones como el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) se enfoquen en otros temas menos en atender a poblaciones como la de los migrantes que los requieren. “Ellos tienen otras cuestiones (o intereses), y creo el servicio social y la gente que los necesita están apartados de sus propósitos”.