HERMOSILLO.- Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Policía Estatal de Sonora (PESP) sufrieron una emboscada por parte de integrantes del crimen organizado, cuando realizaban operativos en la zona del desierto de Altar, al norte del estado.
Las imágenes de los vehículos del Ejército consumidos por las llamas y las patrullas de la PESP con orificios de bala comenzaron a circular, y aunque se mencionan muertos, las autoridades solo han confirmado cinco heridos, tanto de Sedena como policías.
En entrevista con medios de comunicación, la secretaria de Seguridad Pública, María Dolores del Río Sánchez confirmó el ataque registrado durante la madrugada de este 31 de octubre, aproximadamente a las 3:30 horas.
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“Hubo algunos lesionados por parte del Ejército y la Policía Estatal, están bien, afortunadamente, esa es la información que tenemos hasta el momento”, dijo.
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La titular de la PESP explicó que desde hace algunas semanas se han mantenido los operativos en la zona del Desierto de Altar, que abarcan los municipios de Altar, Oquitoa, Pitiquito, entre otros, cerca de la frontera con Estados Unidos, ante la presencia de hombres armados.
Además, explicó que estos enfrentamientos se han registrado en las zonas rurales de dichas localidades, y no en los lugares habitados.
“La zona urbana está tranquila, todo es en las zonas rurales, en terracería”, agregó.
De igual manera, Del Río Sánchez dio a conocer la detención de cinco personas, catalogadas como “generadores de violencia”.
No es la primera emboscada contra militares en Altar
El fin de semana del 21 y 22 de octubre se reportó la llegada de hombres armados en un convoy de varios vehículos, quienes ingresaban al municipio de Altar.
En redes sociales se difundieron los videos de los automóviles tipo pick up, y hombres con armas largas; ante ello, autoridades anunciaron un operativo de seguridad con elementos de la Sedena, Guardia Nacional y la Policía Estatal.
La madrugada del 22 de octubre se reportó un ataque similar al de este 31; los vehículos oficiales de la Sedena tenían orificios de proyectiles de arma de fuego y también se habían incendiado.
Tras este hecho se anunció el arresto de dos personas y el aseguramiento de cuatro vehículos abandonados, con cuatro armas de grueso calibre.
La zona del desierto de Altar, por sus características y su cercanía con la frontera, ha sido zona para el tráfico de personas, drogas y armas por parte de grupos criminales.