TUXTLA GUTIÉRREZ.- Cansada de vivir violencia por alrededor de 13 años, Claribel Hernández González salió de la escuela donde trabajaba como maestra para exigirle el divorcio a su esposo, Jorge Luis “G”, quien no soportó la idea de la separación, sacó un arma y le disparó en tres ocasiones. La asesinó.
Aquel miércoles 11 de octubre, Claribel solicitó permiso en la escuela donde trabaja, ubicada en el municipio de Tila, Chiapas, para salir un poco antes y celebrar el séptimo año de vida de su hija; sin embargo, al llegar a su casa, en la localidad de Salto de Agua, la situación se tornó violenta.
En entrevista con La Silla Rota, Diana Laura Hernández, hermana de la víctima, cuenta que, desde el noviazgo, Claribel fue víctima de violencia física y psicológica e, incluso, en un par de ocasiones el sujeto llegó a cortar a la mujer con un cuchillo.
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Desde hace 6 años, Claribel, de 32 años de edad, se vio en la necesidad de trabajar más duro como profesora, porque tenía que mantener a su marido y a sus dos hijos.
“Él no trabajaba, sólo se dedicaba a cuidar a sus hijos, pero también era violento con ellos, en ocasiones vimos cómo les gritaba y los maltrataba”, narra.
Lo que ahora les preocupa, según Diana, es que el feminicida Jorge Luis “G” obtenga su libertad, debido a que su mamá es fiscal del Ministerio Público en Salto de Agua y se jacta de tener muchas influencias.
De acuerdo con su testimonio, hasta el momento no hay mayor información sobre el proceso judicial, sólo que este jueves será la audiencia inicial en el municipio Playas de Catazajá, donde actualmente está detenido el presunto feminicida.
“Lo que sabemos es que lo quieren hacer pasar por enfermo, que según tiene esquizofrenia, y que su madre pagaría la cantidad de 200 mil pesos para sacarlo y luego enviarlo a Tlaxcala”, denuncia.
Sin embargo, dice que el temor es mayúsculo porque, de ser así, él intentaría ir por sus hijos para hacerles daño, “así como lo hizo con mi hermana, pues antes de asesinarla la torturó, porque tenía golpes en la espalda, los brazos y en la cara”.
De hecho, la fiscalía de Chiapas informó que Jorge Luis “G” fue detenido un día después del feminicidio, cuando huía hacia la entidad tabasqueña.
Un sueño truncado
Desde hace 14 años, Claribel dejó la ranchería en donde nació, Alto Tulijá, municipio de Macuspana, Tabasco, para buscar una mejor condición de vida. Durante su tiempo como maestra, ella dio clases a infantes de primero, segundo, quinto y hasta sexto grado en primarias, como la “Ángel Albino Corzo” y la “Emiliano Zapata Salazar; también fue directora y luego pasó a la Supervisión Escolar 033 en Tila.
Según algunos familiares y amigos, era una mujer que no se metía en problemas y siempre tenía una sonrisa dibujada en el rostro. De hecho, su hermana Diana Laura admite que nunca demostró tener problemas.
“En las escuelas en las que estuvo, los padres de esas localidades se peleaban para que no la quitaran, que no la movieran, hasta que desde hace tres años llegó a Tila”, recuerda.
Sin embargo, al llegar a Salto de Agua, conoció a quien sería su “verdugo”. Durante el tiempo que estuvo con él, la maestra amagó varias veces con dejarlo porque, además de violentarla, no trabajaba, hasta que ella decidió pedirle el divorcio.
Denuncias por maltrato
De acuerdo con Diana Laura, su hermana acudió en dos ocasiones ante el MP para denunciar a su pareja por la violencia que sufría, pero lo que no se sabe es si dichas quejas las interpuso en Tila, donde trabajaba, o en Salto de Agua, donde vivía. “Pero sí sabemos que hay dos expedientes, cuando estuve en el MP de Salto de Agua me informaron de eso”.
Al parecer, las investigaciones por violencia nunca prosperaron. De hecho, la maestra no lo dejaba debido a que, cuentan sus parientes, estaba amenazada por Jorge Luis “G”.
Apenas el domingo pasado, pobladores y familiares efectuaron una marcha en Salto de Agua para exigir justicia, por lo que, según Diana, las acciones continuarán para que no haya impunidad.
“Le pedimos ayuda al presidente Andrés Manuel López Obrador, que nos brinde abogados, que no nos deje, porque somos gente de bajos recursos, y pues tememos por la integridad de nosotros y de los niños (hijos de su hermana)”.