CULIACÁN.- Con rastros de sangre, cientos de casquillos y poco más de una decena de vehículos blindados con impactos de bala quedó la casa donde fue detenido Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en Sinaloa.
En el interior de la finca, de aproximadamente 150 metros cuadrados, quedaron esparcidos decenas de casquillos y autos deportivos dañados, además de otros vehículos con pegatinas de un ratón, alusivo al apodo con el que se conoce a Ovidio Guzmán.
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El operativo de captura de Ovidio Guzmán, que 29 muertos, 10 soldados y 19 sicarios, dejó también unos 30 vehículos tiroteados y quemados desperdigados en carreteras, tras el enfrentamiento de casi 10 horas, los cuales hasta este día no se habían retirado.
El poblado de Jesús María, a unos 20 kilómetros al noroeste de Culiacán, capital de Sinaloa, donde agentes del Ejército y de la Guardia Nacional capturaron el jueves al capo mexicano Ovidio Guzmán. Este sábado todavía los investigadores seguían recolectando pruebas criminales en el lugar.
La detención de Ovidio Guzmán se registró días antes de la visita a México del presidente Joe Biden, con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte.
Ovidio Guzmán, de 32 años, es considerado el jefe de “Los Menores”, una facción del Cártel de Sinaloa, fundado hace cuatro décadas por “El Chapo”, quien purga cadena perpetua en una prisión estadounidense.
Ovidio también es el más conocido del clan de “Los Chapitos”, que completan sus hermanos Joaquín, Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, dedicados también al narcotráfico, según las autoridades mexicanas y estadounidenses.
Esta es la puerta tiroteada de la mansión donde fue capturado Ovidio Guzmán en un operativo la madrugada del jueves. Un juez le dictó prisión preventiva y fijó un plazo de 60 días para que Estados Unidos reúna la información para solicitar su extradición.
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