PERSONAS DESAPARECIDAS

Comandante William: ni rastro ni seña, a 7 meses de su “levantón”

Sujetos armados “rafaguearon” hace unos días la propiedad de una de las hermanas del ex elemento de la Fiscalía de Chiapas

A poco más de siete meses de su desaparición forzada, los avances en la investigación se dan “a cuentagotas”, acusa la familia.
A poco más de siete meses de su desaparición forzada, los avances en la investigación se dan “a cuentagotas”, acusa la familia.Créditos: Especial
Escrito en ESTADOS el

TUXTLA GUTIÉRREZ.- “De qué nos ha servido trabajar para la Fiscalía si esta misma dependencia nos ha cerrado las puertas”, se cuestiona Lorena Trejo Gutiérrez, hermana de William de Jesús, comandante que se encuentra desaparecido desde el 11 de junio de 2022, cuando fue privado de su libertad por sujetos armados que lo interceptaron afuera de su casa en la ciudad de Comitán de Domínguez.

Entre jaloneos, groserías e incluso disparos al aire, lo subieron a una camioneta y ya no se supo nada de él. De hecho, tenía casi un año que le encomendaron un nuevo cargo dentro de la Fiscalía General del Estado: pasaría de ser ministerio público (puesto que desempeñó por casi dos décadas) para comandar un grupo táctico de la región Fronteriza, la llamada “tierra caliente” de Chiapas por la presencia de grupos del narcotráfico.

A poco más de siete meses de su desaparición forzada, los avances en la investigación se dan “a cuentagotas”; incluso, se han desestimado las grabaciones de las cámaras del C-5 que existen en la zona y que, sin duda, captaron la camioneta y a los sujetos que se lo llevaron.

No obstante, esa evidencia no aparece en la carpeta de investigación que fue abierta por el caso. Incluso, prácticamente fue “borrada” la primera pesquisa que efectuaron elementos de la Policía Especializada al mando de Enrique Méndez. Es decir, ellos no informaron todo lo que realizaron, según la declarante.

En entrevista exclusiva para La Silla Rota, Lorena Trejo advierte que, en este lapso, han echado mano de todos los recursos disponibles: desde acudir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, hasta meter varios amparos o solicitar información en hospitales o cárceles de otras entidades del país.

También se han dirigido al fiscal general de Chiapas, Olaf Gómez Hernández, y le entregaron una carta al propio presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, en su última visita a Chiapas, en específico a San Cristóbal de Las Casas.

“El expediente ya tiene cuatro tomos, pero se debe a todos los oficios que he solicitado que giren”, refiere la mujer, quien inclusive le ha otorgado a la propia fiscalía algunas pistas para que lo localicen.

TRANQUILIDAD, NI A MEDIAS

La situación se ha complicado. Entre la noche del martes y madrugada del pasado miércoles, sujetos armados acudieron, en tres diferentes ocasiones, al rancho donde vive otra hermana de William, en el municipio de Yajalón, para efectuar disparos con armas de fuego de grueso calibre. “Mi sobrino estaba afuera de la casa, y solo le gritaron que se tirara al piso (…)”, recuerda.

Lo más lamentable, cuenta, es que acudieron al MP de la cabecera de esa misma localidad de la región Norte-Selva para denunciar el hecho, pero les advirtieron que ahí no les podían tomar la declaración. 

En otra instancia similar, quien los recibió, de apellido Cundapí Trejo, les tomó la denuncia, pero a regañadientes, pues les advirtió que “no veía dónde estaba el delito”.

Lorena lamenta que una autoridad actúe de esa manera, cuando se podría iniciar la investigación por intento de homicidio.

No obstante, la familia de William se siente insegura, pues desde hace varios meses les quitaron a los elementos que los cuidaban como parte de la protección que les tiene que brindar el Estado.

Lorena puntualiza que, pese a que también ha laborado desde hace años para la FGE, ahora siente que esta misma instancia no la desea apoyar para continuar con las investigaciones y hallar a su hermano.

EN BUSCA DE PAZ

El no saber nada de William les ha provocado estragos en la salud, pero sobre todo en la parte mental. Al respecto, Lorena aclara que, desde hace meses, ha acudido a tratamientos especiales, y es apoyada por psicólogos y psiquiatras, además de recibir medicamentos para sanar esa situación.

En la actualidad, siente que podría perder su empleo, por ello se amparó, pues al no hacerlo la podrían dejar sin seguridad social y, por inercia, se interrumpiría la atención. “No me amparo en contra de la fiscalía, sino en contra del Seguro, porque si ésta no me da la incapacidad, por obviedad la Fiscalía me despide”.

Pese al dolor no saber nada de William, también han sufrido el alejamiento de otros familiares y amistades, por el mismo temor a ser agredidos, como una especie de daño colateral.

A esto se le suma otra cuestión: William era el sostén de su madre, de su esposa e hijos. Sin embargo, desde el 11 de junio pasado, cuando lo “levantaron”, la misma FGE lo dio de baja de la dependencia.

“¿Cómo es posible esto? Lo acababan de desaparecer y la dependencia ya lo había dado de baja; eso no está bien, porque mi hermano estaba en funciones”, se interroga la denunciante, quien aclara que ese tipo de procesos no son tan rápidos.

Durante la entrevista, Lorena advierte que se siente desesperada, pues no solo han sufrido la desaparición de su hermano, sino se han enterado de otros “levantones” cercanos, e incluso un vecino fue asesinado por haber observado uno de esos secuestros. “Apareció embolsado”.

Pero ella no dejará de luchar y, prueba de ello, es que cuando se entera de que hay algún muerto, acude al Servicio Médico Forense para saber si se trata del comandante; “si me avisan que en el hospital hay un torturado, me voy a ese lugar, no pierdo el tiempo”.

Inclusive, hace unos días fueron hallados como dos cadáveres en las faldas de un cerro en Tuxtla Gutiérrez, lo que provocó que ella también se moviera. “Me siento frustrada, porque hasta tememos que a nosotras nos vayan a involucrar”.

(djh)