Una familia más se encuentra en angustia por la desaparición de uno de los suyos, una realidad que se vive día a día en México. En esta ocasión se trata del joven médico Carlos Ignacio Ríos, quien dejó de tener contacto con su familia desde el pasado 17 de enero. Su desaparición ha prendido las alertas en todo Sonora.
Carlos Ignacio, de 29 años, trabajaba por las mañanas en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Ciudad Obregón, y por las tardes atendía pacientes en una clínica privada.
El martes 17 de enero salió de su turno en el hospital privado, pero Carlos Ignacio ya no regresó a casa. Su familia no tuvo más contacto con él; no respondía mensajes ni llamadas. Al día siguiente, el 18 de enero, decidieron interponer la denuncia ante la Fiscalía de Sonora.
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Esa misma tarde fue localizado su automóvil, un Hyundai HB20, color gris plata, modelo 2023. En su interior estaba su bata médica con la que trabajaba, una caja de cervezas y dos hieleras.
Su familia exige su aparición con vida
A pesar de que el vehículo fue localizado, no había rastros de Carlos Ignacio. Su familia seguía sin saber sobre su paradero, por lo que comenzaron a difundir su fotografía por redes sociales y con colectivos como Rastreadoras de Ciudad Obregón.
Sin embargo, los días pasaron. Sin tener noticias sobre él o ver avances en las investigaciones por parte de autoridades, sus padres y su hermana decidieron convocar a una marcha en las calles de la segunda ciudad más peligrosa del mundo.
“Él es una persona que se ha dedicado a estudiar para salvar vidas, está estudiando su maestría; es una persona muy educada y trabajadora, muy querida por todos, por eso estamos aquí, queremos que se escuche que te estamos buscando hermano, ¡te estamos buscando!”, expresó Jaqueline durante la marcha del pasado miércoles.
El móvil podría ser su relación con una paciente
La Fiscalía General de Justicia de Sonora (FGJE) dio a conocer los avances de la investigación sobre la desaparición del médico de 29 años en Ciudad Obregón.
Claudia Indira Contreras, fiscal de Sonora informó que tienen una sólida línea de investigación que se relaciona con una paciente de Carlos Ignacio, una joven de 22 años.
“La principal línea de investigación es la relacionada con una paciente de 22 años de edad, residente del municipio de Cajeme. La relación con esta mujer inició a partir de un tratamiento médico y con el tiempo se volvió más cercana”, menciona.
De acuerdo con la fiscal, la tarde de ese martes 17 de enero, el médico se iba a encontrar con la mujer, e incluso tienen evidencias que comprueban el plan, así como la hora y el lugar.
A decir de la FGJE, la relación de Carlos Ignacio con la joven comenzó cuando ella acudió a un tratamiento médico y continuó con el paso de los meses.
Con estos avances, agrega la fiscal de Sonora, están por girar una orden de aprehensión para esclarecer el caso de la desaparición del joven médico.
“Con los datos de prueba obtenidos a este momento, estamos en condiciones de solicitar una orden de aprehensión que permita avanzar al esclarecimiento de los hechos”, concluyó Claudia Indira Contreras.
Su familia y el “señor patas” lo esperan
Desde la desaparición de Carlos Ignacio Ríos, familia y amigos han compartido mensajes en redes sociales de anécdotas a su lado y de esperanza de volverlo a ver.
Especialmente, recordaron al “señor patas” un perrito que el joven médico adoptó con amor. El canino deambulaba por las calles de San Luis Potosí, de donde lo rescató.
Lo desparasitó, lo alimentó y le abrió un lugar en su hogar. Fue su fiel compañero durante la estancia de Carlos Ignacio en esa ciudad y se lo trajo de regreso a Sonora.
“Dr. Carlos Ignacio Ríos, tu familia, amigos y el ‘Sr. Patas’ te esperamos”, se lee en el mensaje.
Sus seres queridos mantienen la esperanza de volver a abrazar a Carlos Ignacio, un joven estudioso, amoroso y dedicado a ayudar a otros.
BV