CD. VICTORIA.- Esta es la historia de un abuelito que se dedica a la compra y venta de fierro en la capital de Tamaulipas y cuya suerte le cambió la vida de la noche a la mañana: encontró un tesoro.
La Asociación Tamaulipeca de Antigüedades y Coleccionistas (ATAC) cuenta la historia: “el sábado nos dirigimos a la colonia Modelo, donde esto fue lo que nos contó un testigo: el padre del testigo es albañil y está construyendo una zapata en un terreno baldío cuando, por la noche, el adulto mayor pasa y ve que de la base de la zapata salía una especie de fuego o lumbre, entonces el señor le pregunta al albañil que si le da permiso de excavar toda la noche por un costado de la zapata”.
“El albañil accede y ya, al llegar la mañana, el albañil ve una gran fosa de casi medio metro de profundidad y anchura, pero no ve al adulto mayor ni otro rastro. Pasan las horas y llega el adulto mayor y el albañil le cuestiona si encontró algo, a lo cual responde que SÍ, mostrándole 4 monedas de plata y le dice que aún hay muchas más”.,
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Sin embargo, sigue la narración, el abuelito decidió pausar la excavación porque empezó a oler muy feo y se estaba mareando, por lo que decidió retirarse del lugar.
Acto seguido, el adulto mayor pidió permiso al albañil para seguir escarbando el terreno, lo cual fue concedido. “Llega la noche y el adulto mayor empieza a escarbar donde se dice que encontró un gran tesoro en monedas de plata y oro. A la mañana siguiente llega el albañil a la construcción donde observa que aquella excavación ya es una especie de túnel pequeño”.
“Pasan las horas de la mañana y ve que llega el adulto mayor con un costalito de monedas, el cual le dice al albañil: ‘encontré el tesoro’, muy emocionado, a lo cual el albañil queda sorprendido. A las pocas horas, este adulto mayor empieza a vender monedas entre los vecinos del lugar, dándolas a un precio ridículamente bajo, por lo que todos los vecinos le compran”.
El testimonio Se dice que se puede ver por las calles al adulto mayor con su costalito caminando y vendiendo sus monedas, la persona que contó esta historia le compró monedas también y le cuestionó si no le preocupaba quedarse sin monedas, a lo que el abuelito respondió que NO, ya que aún tenía todas las de oro.
“Nuestro testigo nos llevó al solar donde se estaba haciendo la zapata y el hallazgo del tesoro, vecinos creen que puede haber más, pero ya no sé ha escarbado, lo que si aseguran es que el adulto mayor aún tiene muchas monedas de plata y oro, a tal grado de que se puede formar un costalito entre todas ellas”.
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