Juan Luis Lagunas Rosales era un joven bajito, de escasos recursos, que se había desplazado a la cuna del narcotráfico, Culiacán, en Sinaloa, para buscar una vida mejor. Y de golpe se convirtió en el “Pirata de Culiacán” y se topó con dólares, armas, mujeres y mucho… mucho alcohol.
Al “Pirata de Culiacán” lo identificaban como “influencer”, pues a sus escasos 17 años de edad llegó a tener cerca de 790,000 seguidores en Facebook, 37,000 en Twitter y cerca de 323,000 en Instagram. Sin embargo, cualquiera que se lo encontrara de fiesta podía grabarlo, publicar el video en su cuenta y ganar miles de likes.
La vida le sonreía al “Pirata de Culiacán”, pero un día de diciembre de 2017 lo filmaron insultando al narco más buscado en México y Estados Unidos: Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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El video se viralizó y la vida del influencer se firmó. Alrededor de las 23:00 horas del 18 de diciembre de 2017, en un local de música norteña, unos hombres armados irrumpieron a balazos y se enfrentaron directamente con “El Pirata”.
EL YOUTUBER
El “Pirata de Culiacán” se hizo conocido en todo el país por, pese a ser menor de edad, publicar videos tomando alcohol hasta perder el conocimiento.
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Juan Luis Lagunas Rosales nació en Villa Juárez, Sinaloa. Su madre lo dejó viviendo con su abuela y nunca conoció a su papá.
A los 15 años abandonó la casa de su abuelita, sin terminar la secundaria. Se mudó a Culiacán, donde se dedicó a lavar autos en las calles. Los meses pasaron hasta que de repente se le veía en fotos y videos —en los que aparecía tomando alcohol, posando con fajos de dinero, mujeres, autos de lujo y armas—. El “Pirata de Culiacán” empezó a hacerse viral en todo México.
Sus “amigos” lo incitaban a emborracharse y mientras lo hacía, se reían de él. También celebraban excentricidades del “Pirata de Culiacán”, como grabarse montado en un caballo o acercarse demasiado a un tigre de bengala.
Con la notoriedad de sus “shows”, logró que diferentes cantantes le pidieran aparecer en sus videos musicales y que lo contrataran para "amenizar" eventos sociales.
Una de las señales que marcaron su "estilo" fue su lema: "Así nomás quedó", además de sus tatuajes en los brazos —un tigre y un pirata—, mismos que ayudaron a identificar su cadáver.
EL INSULTO A “EL MENCHO”
El 9 de noviembre de 2017, el “Pirata de Culiacán” publicó un video que marcó su destino. En la grabación se dirigió a Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del CJNG, acérrimo enemigo de Joaquín “El Chapo” Guzmán y del Cártel de Sinaloa. Uno de los hombres más buscados por el gobierno mexicano y Washington.
Pareciera que al “Pirata de Culiacán” se le olvidó a quién se dirigía. "El Mencho a mí me pela la verga", dijo en un video.
Después de más de un mes, el 18 de diciembre de 2017, el “Pirata de Culiacán” anunció en redes que esa noche iría al bar "Menta2 Cantaros" e, incluso, detalló la hora de su llegada. Esa fue su última aparición en internet.
Cuando acababa de llegar al bar, hombres armados entraron directamente a dispararle. El joven de 17 años recibió alrededor de 15 balazos. Algunos medios manejaron la hipótesis de que el “Pirata de Culiacán” fue asesinado por insultar a “El Mencho”.
Apenas se conoció la noticia de su muerte, uno de sus amigos publicó un "corrido" en la página de Facebook del Pirata. "La fama me llegó de la nada, viví la vida como pude y le doy gracias a Dios por lo que tuve", dice la canción.
El cadáver de Juan Luis Lagunas Rosales estuvo más de 24 horas sobre la fría plancha metálica del forense de Guadalajara. Nadie reclamó su cuerpo hasta tres días después de su muerte.
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