PUEBLA.- Diciembre de 2022: Jaiz Sarmiento escribe en sus redes sociales “en qué sociedad vivimos. Hace 8 días pude verla feliz, como siempre, recibiendo a sus clientas con una sonrisa. Hoy ya no está con nosotros. ¡Justicia, justicia para una madre, amiga y excelente persona!”.
La indignación de Jaiz la generó la noticia de que en Tlaxcala fue encontrado el cuerpo de Wendy Hellen Sandon, mujer de origen peruano reportada como desaparecida a mediados de diciembre en Puebla. Las autoridades detuvieron a su ex pareja como el principal sospechoso del feminicidio.
Casi un mes después, el pasado 19 de enero, Jaiz denuncia en redes sociales que ella misma y su hijo de 6 años de edad son víctimas de violencia intrafamiliar: “el día de hoy mi agresor Irving Mauricio Aguilar Trujillo estuvo a punto de quitarme la vida. Hoy estoy aquí con miedo”.
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“Viví con un agresor que sabía cómo manipularme. Hoy estoy aquí pidiendo ser escuchada porque por muchos años, bajo amenazas, no pude hacerlo”.
En un video dijo que su relación con Aguilar Trujillo comenzó en 2014 y desde entonces él la ha violentado: “Aguanté muchas cosas, y hoy gracias a mi hijo que pidió ayuda, puedo contar lo que me pasó; si no, serían mi familia o mis amigas las que estuvieran marchando en la fiscalía para exigir justicia”.
Jaiz Sarmiento, de 26 años de edad, narra que la mañana del 19 de enero su pareja golpeó a su hijo en la cabeza; para proteger al menor, ella se fue con él a una de las habitaciones de su vivienda.
Irving fue a buscarla para pedirle unas llaves y al decirle que ella no las tenía, primero tomó el teléfono de Jaiz y lo destruyó, luego comenzó a golpearla e intentó asfixiarla. Desesperado, el mejor de 6 años salió de la casa a pedir ayuda.
En el video muestra cómo en su cuello quedaron marcadas las manos de su agresor, afirma que tiene un chichón en la cabeza: “me sujetó del cuello en la cama y ya me estaba ahorcando”.
OMISIÓN POLICIACA
Una vecina llamó a los elementos de la policía, pero no detuvieron a Irving Mauricio Aguilar Trujillo ni porque ya cuenta con dos denuncias por violencia intrafamiliar, ni porque ese día ella lo denunció, por tercera vez, como víctima.
Hasta este lunes 23 de enero, la protección que le dieron las autoridades se limitó a imponer una restricción de 30 días, tiempo en el que, le dijeron, ella debe continuar con la denuncia. Jaiz atribuye la pasividad de las autoridades a que su pareja pertenece a la organización Antorcha Campesina.
Narra que Irving “es una persona muy agresiva, que siempre la ha amenazado de muerte y si algo me pasa a mí o a mi familia, los hago responsables a él y a su familia, porque hoy su mamá me amenazó y su papá también; me estuvieron agrediendo verbalmente afuera y dentro de mi domicilio, porque entraron”.
“Siempre que él me pega llegan sus papás disque a rescatarlo de la mala mujer que yo soy, y siempre han defendido a su hijo, nunca han aceptado que él es una persona violenta. Él me había jurado que iba a cambiar y me duele mucho porque es el padre de mi hijo y porque nunca me imagin?? que me fuera a agredir como lo hizo esta vez”.
“Estoy con miedo… pidiendo ayuda para que a nadie más le suceda esto y sobre todo para que no me pase nada ni a mí ni a mi familia, esta persona siempre está armada, es agresiva e impulsiva. Ayúdenme a difundir y que se haga justicia por tantos años que he vivido violentada. Hoy decido que ya no más, porque tengo por quien vivir y luchar”.
El caso de Jaiz se suma a los de las 816 mujeres víctimas de violencia por motivos de género que atendió en 2022 el gobierno de Puebla: 305 eran niñas y adolescentes, 234 víctimas de delitos sexuales, 59 de violencia familiar y 12 de feminicidios, de acuerdo con lo que informó Julio Huerta, titular de la Secretaría de Gobernación, en la glosa del cuarto informe de gobierno.
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