CHIHUAHUA.- “Lola, la Chata”, considerada la primera mujer narcotraficante de nivel internacional en México, es un personaje que también refleja el papel de la mujer a lo largo de la historia de la sociedad mexicana.
María Dolores Estévez Zuleta llegó a ser uno de los personajes más importantes y buscados traficantes de marihuana, morfina y heroína durante la primera mitad del siglo pasado en la Ciudad de México, informó El Heraldo de Chihuahua.
La mujer tuvo un inicio humilde vendiendo comida a lado de su madre, en el barrio de La Merced, en el centro de la capital, donde comenzó a ofrecer, además de chicharrones y café, marihuana y opioides cuando apenas tenía 13 años.
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¿Quién fue “Lola La Chata”?
María Dolores nació en el año de 1906; pero apenas siendo una adolescente se fue a vivir a Ciudad Juárez, en Chihuahua, donde fungió como “mula” entre el Paso, Texas, y la ciudad fronteriza mexicana, lo que le permitió aprender los secretos del narcotráfico internacional en la frontera con Estados Unidos.
Posteriormente regresó a la Ciudad de México, donde abrió de nuevo un puestecito de garnachas y de ropa en La Merced, expendio que le sirvió como encubrimiento de sus importantes negocios de drogas, a través de sus contactos en la frontera.
Hasta los años 30, “La Chata” mantuvo un creciente abastecimiento de droga, pero cayó en la mira de las autoridades de Estados Unidos y México, luego de que sus negocios se extendieron hasta Canadá.
Imperio de mujeres
Junto a sus dos hijas, María Luisa y Dolores, “La Chata” tejió una vasta red de relaciones de negocios, afianzadas en intercambios conyugales y sexuales.
A lo largo de su vida, María Dolores fue encarcelada en siete ocasiones, sin permanecer mucho tiempo en ninguna de ellas. Fue en abril de 1957 cuando se le encarceló de manera definitiva, hasta su muerte dos años después en 1959.
Su personalidad causó gran impacto y por muchos años se le consideraba la única o la más grande narcotraficante de México, tanto así que en su detención las autoridades proclamaron que se trataba del “fin del narcotráfico”.
"La Chata" no fue la última narcotraficante, sino más bien representa un cambio en el crecimiento de las redes del narco internacionales, con el establecimiento de contactos que abarcan todo Norteamérica.
(djh)