TUXTLA GUTIÉRREZ.- El dibujo de un niño de cuatro años de edad sobre la recreación de la escena del feminicidio de su madre Victoria Arreola ocurrido el pasado jueves en Chiapas, sirvió para que la Fiscalía General del Estado (FGE) aprehendiera al presunto culpable, es decir su propio padrastro, Javier Antonio “J”.
Pese a que el imputado está en la actualidad en el Centro Estatal para la Reinserción Social de Sentenciados (CERSS) número 13, con sede en la región costera de esta entidad sureña, familiares, allegados y organizaciones civiles temen que el maestro de una secundaria local, en el municipio de Tonalá donde ocurrió la tragedia, quede en libertad.
De acuerdo con las investigaciones y datos proporcionados a La Silla Rota por parte de familiares y la Colectiva Mar Violeta, este caso ocurriría de la siguiente manera: el cónyuge le dispararía a Victoria en la cabeza, luego él mismo se haría una lesión, para hacerles creer a las autoridades que se trató de un ataque o asalto en contra de ellos.
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Además, se advierte que la madre del presunto criminal llegó primero al lugar de los hechos, en la carretera entre los municipios de Arriaga y Tonalá, y no solo se llevaría a su nieta, de año y medio de edad, sino hasta el arma de fuego con la que su nuera “Vicky”, como le decían de cariño, fue asesinada.
Lucía Arreola, hermana de la víctima, recuerda que ahora se enfrentan a otro problema, pues como familiares de Victoria metieron una demanda para que les regresen a su sobrina.
“Esperamos las 48 horas para que ella se presentara de buena manera, de forma voluntaria, pero ahora ya vamos a proceder…”, puntualiza.
RASTROS DE VIOLENCIA EN LA RELACIÓN
El día del feminicidio, según las versiones, Victoria discutió con su pareja quien, sin importarle que en el automóvil blanco marca Jetta estuvieran su hija de año y medio y su hijastro de cuatro, sacó el arma y la accionó en contra de ella. De hecho, el sujeto se quedó ahí, mientras era atendido de una supuesta lesión.
Al respecto, Lucía rememora que “Vicky”, la más joven de cinco hermanos y hermanas, siempre fue una persona extrovertida, que le gustaba arreglarse y relacionarse con mucha gente y, sobre todo, que siempre luchaba por el bienestar de sus tres hijos.
Sin embargo, deja entrever que “el profesor”, su cuñado, era muy celoso con ella, “autoritario, imponía sus reglas”; incluso, revela, a veces ella presentaba moretones en algunas partes de su cuerpo, pero la madre de casi 31 años argumentaba que se había golpeado “con algo” o se había caído.
Entrevistada por aparte, Tania Aceituno, fundadora de la Colectiva Mar Violeta, advierte que, el caso de Victoria, es el ejemplo claro de por qué Tonalá es uno de los siete municipios de Chiapas declarado dentro de la Alerta contra la Violencia de Género (AVG).
Aclara que, de hecho, “Vicky” era su vecina y que, durante los cuatro años de relación con Javier Antonio “N”, sufrió violencia doméstica. “Es increíble cómo este sujeto hizo todo por encubrir este feminicidio”, ataja.
Lo más triste, confiesa, es que a la región costera de Chiapas siempre se le ha visto como una franja de actividades primarias y de producción, pero nunca se le ha visto como un territorio de derechos humanos.
“Somos uno de los corredores con mayor violencia en contra de migrantes, con mayores tasas de VIH, de mayores cifras de violencia sexual hacia las niñas”, subraya.
PENA MÁXIMA AL FEMINICIDA, EXIGEN
Tras lamentar que incluso hubiera una campaña de revictimización en contra de Victoria, dueña de un negocio de belleza, la activista manifiesta que, si nada le devolverá la vida a ella, lo que se busca ahora es que el imputado sea juzgado, y que se le repare el daño a la familia.
“Queremos la pena máxima de 60 años para él, como lo marca el Código Penal del estado, porque sabemos que en Chiapas los feminicidas confesos salen, sabemos de los malos procedimientos en los ministerios públicos; pareciera que en la entidad no se sabe legislar con perspectiva de género”, opina.
Para este miércoles, pobladores y agrupaciones se manifestarán de nueva cuenta en Tonalá por medio de una marcha hacia la Fiscalía, y para el miércoles 28 de este mismo mes se desarrollará la segunda audiencia del caso Victoria, durante la cual habrá un importante desahogo de pruebas.
“No queremos que este feminicida quede libre, que le den la máxima sentencia; todo se ha manejado con mucha calma, silencio”, dice Lucía, quien confía en que las autoridades harán justicia.
Marchan para exigir justicia para Victoria
A menos de un día de que se desarrolle la segunda audiencia para el desahogo de pruebas sobre el feminicidio de Victoria Arreola, ocurrido el pasado 21 de septiembre en la ciudad de Tonalá, Chiapas, integrantes de la Colectiva Mar Violeta se manifestaron desde el Congreso del Estado para pedir castigo ejemplar al presunto feminicida, su propio esposo Javier Antonio.
Esta acción se efectuó de manera simultánea en las ciudades de Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, San Cristóbal de Las Casas, Comitán y Tonalá (esta última de donde era originaria la víctima), desde donde integrantes de esta organización, activistas feministas, familiares y amistades de “Vicky” también alzaron la voz para que este caso no quede impune.
Durante su participación en la protesta organizada en la entrada del Palacio Legislativo chiapaneco, Cecy, en voz de la agrupación, también exigió la aparición de la hija de año y medio de “Vicky”, misma que fue llevada y escondida por familiares del presunto criminal.
Recordó que este mes ha sido crítico, pues mencionó los feminicidios de Guadalupe, en Ocosingo; Fabiola, hallada entre San Cristóbal y Oxchuc; Carmen, maestra jubilada asesinada mientras conducía un transporte público en Tonalá; la joven de 16 años encontrada muerta en motel de Tapachula, y el de una recién nacida en Comitán.
“Hoy nos une el dolor, la rabia y la injusticia de una más; estamos para exigir justicia, para que las madres, hermanas, hijas e hijos no tengan que esperar tanto tiempo reclamándoles a los ministros de justicia y servidores públicos, recordándoles que era una vida”, externó.
Como lo informó La Silla Rota, Victoria fue asesinada de un balazo en la cabeza, luego de discutir con su pareja; sin embargo, en el automóvil de la pareja viajaban sus hijos, una bebé de año y medio y un niño de cuatro, quien prácticamente testificó todo lo ocurrido ante las autoridades.
Ante este hecho, la Colectiva Mar Violeta también evidenció que algunos medios de comunicación, sobre todo de la región costera de Chiapas, han revictimizado a Victoria, “por eso les hacemos un llamado a crear conciencia sobre la violencia que vivimos”.
De hecho, dejó en claro que Tonalá, Tuxtla, Tapachula, Comitán, Chiapa de Corzo, Villaflores y San Cristóbal de Las Casas son los siete municipios considerados “focos rojos” para las mujeres y que incluso están inscritos en la Alerta contra la Violencia de Género (AVG) a nivel nacional.
(djh)