OAXACA.- Laura Estela Hernández es una mujer forjada en hierro. Todos los días con machete en mano y silbato al cuello recorre las calles del Barrio de la Noria para ahuyentar a la delincuencia. Las heroínas también viven en las calles de Oaxaca y portan chaleco reflejante.
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Laurita, como es conocida cariñosamente entre sus vecinas y vecinos, ha logrado lo que muchas personas en la función pública no han hecho: trabajo real y a ras de tierra.
Su jornada -la cual realiza sin ningún pago- inicia a las cinco de la mañana, a esa hora va asistiendo en lo que puede en la recolección de basura. Siempre repartiendo bendiciones en cada mensaje de voz se le escucha decir: “Vecinos por favor salgan con su basura que ya llegó el carro; vecinos por favor llenen sus tinacos porque ya llegó el agua; vecinos ya nos encontramos vigilando las calles y todo en orden”.
Recientemente, como un desafió más para la mujer de 59 años de edad, abrió su cuenta en Facebook en donde publica las acciones que desarrolla a favor de su localidad.
Uno de los videos subidos muestra el tequio que realizó en el mercadito de La Noria para evitar que las personas se accidenten en una banqueta levantada por las ramas de un árbol. Sobre ésta pintó la línea precautoria para alertar a los transeúntes y así evitar más accidentes de los ya registrados sobre todo entre las personas adultas mayores.
La historia de Laura Estela no es nueva, en agosto de 2021 fue viralizada en redes sociales por salir con machete en mano a cuidar las calles y hacer frente a la delincuencia. De ella se ha escrito mucho, incluso medios internacionales la han entrevistado. La labor que realiza lo amerita, sobre todo porque es un ejemplo de ciudadana y sobre todo para el funcionariado, ya que cada acción que desempeña lo hace pensando en el bienestar de su comunidad.
Laurita es una heroína de carne y huesos que camina a paso pausado pero firme. Una heroína que no porta capa, pero que todos los días se enfunda en un chaleco de vialidad, cuando son días de escuela detiene el tráfico para que el estudiantado cruce sin riesgos. Una heroína de voz recia con el matiz que le da el repartir y regalar bendiciones.
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