MÉRIDA.- La familia de María May, víctima de feminicidio en abril de 2021, solicitará una segunda autopsia, debido a que, acusan, existen imprecisiones en la primera. No se precisa cuándo fue la última vez que estuvo con vida y existen dudas sobre la causa de muerte. El cuerpo de la joven fue abandonado en un parque del fraccionamiento La Joya Paseos de Opichén, en Mérida, Yucatán y se estima que tenía más de 10 días de descomposición.
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Inicialmente la Fiscalía General del Estado (FGE) de Yucatán dijo que María se suicidó, pero luego de que su hermana Edith May realizó una serie de protestas, el Servicio Médico Forense (Semefo) determinó que murió por asfixia mecánica. Catalogaron el caso como secuestro y feminicidio.
“El caso de ella estuvo primero como suicidio, pero realmente no fue, por la forma en la que la encontraron se catalogó como feminicidio y secuestro porque el cuerpo ya estaba en descomposición cuando lo hallaron en la calle. Tenía semanas o hasta 15 días o poco más para llegar a un mes por el estado en que se encontró, de putrefacción”, recordó Edith, la hermana de María May.
“Realmente nosotros como familia queremos y pedimos a la Fiscalía que se haga una segunda prueba de necropsia”, apuntó la joven.
Edith recordó que María fue hallada sin vida el viernes 16 de abril del 2021. Decidió salir a protestar luego de que la FGE intentó cerrar la carpeta como suicidio. Movilizó a las mujeres de la Hacienda de Itzincab del municipio de Umán, de donde eran originarias.
“Organicé varias marchas en Umán, en la Plaza Grande de Mérida, en Itzincab donde vivíamos. Quería alzar la voz y pedir justicia, que se moviera el caso. Al principio no teníamos nada, no había avances, la Fiscalía hacía mal su trabajo, y conforme las marchas y colectivas más se movilizó y tuvimos respuestas”, comentó Edith.
El feminicidio de María May continúa impune, no hay ninguna persona arrestada por este crimen de género. Sin embargo, la familia señaló como el responsable a José Can, un compañero de trabajo y con quien la joven rentaba una casa.
A pesar de que aún continúan luchando por justicia, durante meses la familia detuvo las protestas. Se sintieron en riesgo.
Personal que se identificó como parte del Instituto Nacional Electoral (INE) fueron a buscar a María a la Hacienda Itzincab en Umán. Preguntar a las y los vecinos de la zona si realmente la asesinaron y, además, exhibieron su fotografía.
“Hace unos meses unas personas supuestamente persona del INE fueron a buscar a mi hermana, iban con una foto de ella y estuvieron preguntando dónde vivía y donde estaba la familia. Preguntaron si realmente estaba muerta. La familia se alejó por temor, pedimos a la Fiscalía y Atención a Víctimas para que nos den protección”, apuntó.
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