Lesly sonríe al recordar lo que más le gusta hacer junto a su papá Sergio Cruz Gaytán: bailar.
El es uno de los 10 mineros que continúa atrapado desde hace 11 días en el pozo de El Pinabete, en la comunidad de Villa de La Agujita, en Sabinas, Coahuila.
La adolescente ya quiere ver a su papá y le mandó un mensaje.
“Lo extraño mucho y ya quiero que esté conmigo”, dice, con la voz quebrada y sus grandes ojos humedecidos.
NO ES LA PRIMERA VEZ
El 3 de agosto, día en que ocurrió el colapso que inundó los pozos de El Pinabete, Lesly se enteró vía redes sociales de que su papá quedó atrapado, luego de ver que una sobrina de él lo publicó y recuerda que se puso mal.
No era la primera vez que alguien de su familia sufría un accidente por la extracción del carbón, le ocurrió también a su abuelo, don Plutarco Ruiz, un minero legendario en la región carbonífera que hace unos años estuvo atrapado y sobrevivió 7 días, respirando el aire de las mangueras, mientras esperaba que bajara el nivel del agua.
Ahora es su ex yerno de don Plutarco, el padre de su nieta quien está atrapado.
“No pensaba estar en esta situación y menos sobre él. Mi papá me contaba que su trabajo era muy arriesgado porque a veces sí se llenaba de agua pero no mucho. Decía que así trabajaban nomás dos veces a la semana o tres por lo mismo del agua”, menciona Lesly sobre lo que era un aviso del peligro de los pozos de El Pinabete.
Sobre lo vivido por su abuelo don Plutarco, Lesly reconoce que tiene recuerdos vagos de esos días, pero que cada vez que escucha relatos al respecto, le duelen.
“Se ve que era muy difícil porque siete días es mucho. Aunque ya haya pasado tiempo yo lo tomo mal”.
ES MUY DIFÍCIL ESTAR EN ESTA SITUACIÓN
Como varios familiares de los mineros, Lesly critica la información a cuentagotas que brindan las autoridades de la Coordinación Nacional de Protección Civil.
“Aquí están muy mal porque los primeros días sí nos daban noticias y luego nada. Sí es muy difícil estar aquí en esta situación”.
Ella quisiera saber cómo están en el pozo los trabajadores, si hay una posibilidad de que su papá y los demás están bien.
“Quisiera saber más de ellos porque no nada más es él, están varios”, aclara, sentada al lado de una imagen de la Virgen de Guadalupe, que a su vez está rodeada de veladoras colocadas por familiares de los trabajadores.
Al preguntarle sobre su relación con Sergio Cruz, dice que es muy buena porque además de que les gusta bailar juntos, también comparten la pasión por el futbol, que ambos han practicado.
“Él es muy alegre, convivía con todos”, describe la adolescente a su papá.
SIN CONTENCIÓN PSICOLOGICA
Aunque Lesly sonríe apenada ante la posibilidad de ser entrevistada, y le pide permiso a sus abuelitos, a ellos les preocupa el estado de ánimo de su nieta.
Don Plutarco recuerda que al enterarse de la noticia ella se puso mal, lo mismo que su hermana menor. Reconoce que los elementos de la Guardia Nacional que visitan el campamento les llevan comida y agua, aunque no diario, pero lo que no ha habido es un psicólogo que platique con sus nietas y otros niños, para apoyarlas y prepararlas por si hay alguna mala noticia sobre la condición de los mineros.
CAO