Martha María Huerta, expresó su molestia por la falta de resultados en el rescate de los 10 mineros, entre ellos su esposo Sergio Cruz, atrapados en los pozos del predio El Pinabete, en Sabinas, Coahuila, desde el 3 de agosto.
Huerta mostró su decepción, luego de que se dio a conocer que el nivel del agua volvió a crecer en los pozos y que podría hacerlo más si se cumple el pronóstico de lluvias para este domingo y lunes.
“Hay que alzar la voz porque nos quedamos callados”, expresó.
La esposa de Huerta -quien formó parte del grupo de familiares que el 10 de agosto salió a dar una conferencia de prensa para pedir la renuncia de la coordinadora de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa- explicó a La Silla Rota que no habían dado declaraciones antes para dejar trabajar a los equipos de rescate de los mineros, pero ante los nulos resultados luego de 10 días, decidieron hacerlo.
“Según ellos son los expertos pero vimos que no”, lamentó.
A pregunta expresa, reconoció sentirse decepcionada por el trabajo del grupo de rescate de los mineros, integrado por Protección Civil y la Secretaría de la Defensa Nacional.
“Así es, yo pensé que era gente seria y de corazón, pero no, a nadie le va a doler mi esposo, el papá de mis hijos, más que a nosotros”, remarcó Huerta, en el campamento ubicado alrededor de los pozos, en la comunidad de La Agujita.
Criticó también que para el rescate no se haya recurrido desde el inicio a la experiencia de los carboneros -así se les llama a los que sacan carbón de los pozos- para el rescate de sus compañeros de gremio, y además cuestionó el ingreso de un buzo, que luego de bajar la primera vez, ya no volvió a hacerlo.
“Ellos tuvieron miedo y ya no bajaron y no van a bajar y si lo hacen lo harán hasta llegar a la plancha -el tope donde llega el bote de carbón que llenan los trabajadores- donde está todo tapado. Obviamente va a estar tapado con escombro, para eso son y no tienen para empezar a abrir camino”.
Huerta adelantó que este lunes 15 podrían dar una conferencia de prensa los familiares.
La esposa de Sergio Cruz no fue la única que se decepcionó luego de que se supo que el nivel del agua volvió a subir. Algunos familiares estaban cabizbajos e incluso a algunos elementos de los bomberos y de la Guardia Civil les tomaron sus signos vitales.