GUADALAJARA.- La noticia de que una mujer -recientemente amenazada por vecinos molestos porque su hijo autista hacía ruidos- fue quemada viva en un parque de Zapopan, indignó a la sociedad y a colectivos feministas. Sin embargo, la ira de familiares y ONG aumentó el martes cuando la fiscalía de Jalisco sugirió que fue ella misma la que se prendió fuego luego de comprar dos frascos de alcohol y un encendedor.
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El caso de Luz Raquel Padilla, ocurrido en Zapopan, Jalisco, tiene lugar después de varios asesinatos de mujeres en el país de gran repercusión mediática, algunos de ellos sin resolver, como el de Debanhi, en Nuevo León. Coincide, además, con el de otra mujer quemada viva en Morelos.
Del caso en Jalisco, organizaciones de derechos humanos denunciaron que la policía no actuó ante una orden de alejamiento y protección obtenida por Padilla después de que un presunto vecino pintara “Te voy a quemar viva” frente a su apartamento. Los vecinos aparentemente se quejaban por los ruidos que hacía su hijo autista.
Este martes, el fiscal de Jalisco, Luis Méndez Ruiz, explicó que las imágenes de vídeo de las cámaras de seguridad mostraban que Padilla había comprado dos botellas de alcohol y un encendedor en tiendas cercanas al parque donde fue encontrada con graves quemaduras el 16 de julio. La joven murió días más tarde en un hospital.
“La intención jamás es revictimizar o criminalizar a nadie”, dijo Méndez Ruiz. “La persona que está detenida también tiene derechos”.
Esto, pese de que existen testimonios de otros vecinos que afirmaron haber presenciado el ataque en el que al menos cinco personas participaron y por el que se Sergio "N", vecino de Luz Raquel, se encuentra detenido tras presentarse de manera voluntaria declarar por el hecho. Por el momento, el hombre ha declarado que tenía diferencias con su vecina y afirmó que sí realizó amenazas en su contra, aunque negó estar presente en el parque y hasta el momento no se le ha podido ubicar en el lugar de la agresión.
El 6 de mayo, Padilla había solicitado una orden de alejamiento contra un vecino, que creía que estaba detrás de las amenazas. Un juez concedió la orden, y el hecho de que muriera mientras estaba supuestamente protegida alimentó la ira por su muerte. Activistas dijeron que las autoridades no habían hecho lo suficiente.
La Cámara de Diputados emitió un comunicado en el que condenaba los hechos y pedía mejorar los sistemas de protección de mujeres amenazadas y personas con discapacidad.
“Este feminicidio pudo haberse evitado si las autoridades hubieran reforzado las medidas por la gravedad de las amenazas”, dijo María de la Luz Estrada, de la ONG Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio. “Minimizaron los hechos”.
Méndez Ruiz indicó que Padilla tenía un conflicto de larga data con los vecinos, y la madre del detenido proporcionó a la policía su propia grabación de seguridad en la que se ve a Padilla aparentemente prendiendo fuego a unos papeles frente a su propia puerta. Otro vídeo la muestra cambiando el ángulo de la cámara de la vecina para ocultar la escalera en la que estaba garabateada la amenaza.
Por otra parte, el domingo murió otra mujer en similares circunstancias en Morelos, informó la fiscalía local. Margarita Ceceña falleció a causa de las quemaduras que un familiar le ocasionó casi un mes antes, el 1 de julio, cuando la roció con gasolina y le prendió fuego aparentemente debido a una disputa familiar.
Casos Debanhi Escobar y Yolanda Martínez, ¿Por qué se les relaciona?
Tras la información, en redes sociales no tardaron en hacer eco sobre los casos de Debanhi Escobar y Yolanda Martínez, ambas mujeres desaparecidas en Nuevo León y halladas sin vida días después; cuyos padres y familia han reclamado falta de compromiso de la Fiscalía por resolver de manera oportuna para dar justicia a sus hoy fallecidas.
Como se informó en su momento, en abril pasado Debanhi Escobar asistió a una fiesta con sus amigas, quienes más tarde la dejaron abordar sola en un taxi, cuyo chofer -presuntamente por petición de la joven de 18 años- la dejó a un costado de la carretera de Escobedo, donde fue vista por última vez.
Tras semanas de intensa búsqueda, Debanhi fue hallada sin vida dentro de la cisterna de un motel, que ya había sido cateado por las autoridades. En su momento, la Fiscalía de Nuevo León expresó que no descartaba que la joven hubiera caído por accidente en dicho contenedor y en su intento de salir, se habría golpeado la cabeza causándose ella misma una mortal autolesión.
Mario Escobar, padre de Debanhi, ha luchado desde entonces para demostrar que lo de su hija no fue un accidente y que en la investigación hubo varias irregularidades que hoy, varios meses después de conocerse el caso, han llevado a la Fiscalía a admitir el caso como un feminicidio del que no se tienen ni sospechosos ni detenidos presentados.
También ha sido Gerardo Martínez, padre de Yolanda Martínez, desaparecida en marzo pasado y encontrada sin vida en mayo, quien ha luchado para que la Fiscalía de Nuevo León reconozca el caso de su hija como feminicidio, esto luego de que cerca del cuerpo de la joven de 26 años se encontrara una sustancia, al parecer un tipo de veneno, por el que las autoridades determinaron que Yolanda habría cometido suicidio.
En días recientes, Gerardo Martínez afirmó que la Fiscalía de Nuevo León había admitido continuar las investigaciones según el protocolo de feminicidio, toda vez que no se ha determinado el tipo de sustancia encontrado en el bolso de su hija, ni su coincidencia con el de su cuerpo. En este caso tampoco hay sospechosos.
La omisión oficial
El gobierno federal se jacta de que la tasa de homicidios va ligeramente a la baja. En 2020 superaron los 36,700; en 2021 bajaron a poco más de 35,600, según datos del Instituto Nacional de Estadística (Inegi).
Pero aunque la tasa de asesinatos de hombres decreció un poco, la de mujeres se mantuvo estable y la desconfianza hacia las autoridades va en aumento.
Los sucesos de las mujeres en llamas de este mes llegan, además, cuando en el recuerdo de muchos todavía está la fotografía de Debanhi Escobar, que se hizo viral en redes: la imagen de una muchacha de 18 años, mirando al infinito y desamparada en una carretera de Nuevo León, en plena noche.
Escobar se bajó de un taxi y el conductor tomó la foto para demostrar que estaba viva cuando la dejó. Su cadáver fue encontrado días después en una cisterna de agua de un motel cerca de la ciudad de Monterrey.
El último análisis forense, de los varios —y contradictorios- que se realizaron, mostró que murió por asfixia, y en concreto, por sofocación debido a la “obstrucción de orificios respiratorios”. Previamente, el servicio forense de Nuevo León había determinado que la muerte se debió a un golpe en la cabeza y que estaba viva dentro de la cisterna subterránea donde encontraron su cadáver. Y un tercer análisis, encargado por la familia hablaba de agresiones sexuales y asesinato.
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