CHILPANCINGO.- Desde hace una semanas, el miedo y la zozobra se apoderaron de la capital de Guerrero, la cual se tiñó de rojo tras una nueva ola de asesinatos y violencia, que provocaron escasez de alimentos. Y la alcaldesa la morenista Norma Otilia Hernández Martínez solo interviene para organizar fiestas populares.
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El 31 de mayo fue asesinado a tiros el dirigente transportista, Francisco García Marroquín, en la avenida Lázaro Cárdenas, una de las más transitadas de Chilpancingo. Seis días después, la violencia se desató, con la quema de cinco vehículos del transporte público.
Después, pobladores de Petaquillas retuvieron por nueve horas a cinco patrullas del Ejército, Guardia Nacional y Policía Estatal, mismos que fueron liberados pero, al retirarse, los pobladores les lanzaron piedras.
A estos hechos se sumó el asesinato de comerciantes y trabajadores de venta de pollo. El 6 de junio fue asesinado a tiros un distribuidor de pollo en el mercado central Baltazar R. Leyva Mancilla; tres días después un vendedor falleció tras un ataque a tiros en la salida del estacionamiento del mismo establecimiento.
La mañana del 11 de junio, en una granja de pollos ubicada en la colonia Vicente Guerrero, cerca de Petaquillas, hombres armados irrumpieron y asesinaron al propietario, a su hija de 14 años y a cuatro trabajadores que se dedicaban a pelar pollos.
El ataque provocó la suspensión de la venta de pollos en más de 50 locales en todos los mercados de la capital.
A pesar de la violencia desbordada, no hubo autoridad que la enfrentara. Las autoridades señalaron que se trataba de la pugna por el territorio entre dos organizaciones criminales que se disputaban el control del municipio.
En tanto, la alcaldesa morenista Norma Otilia Hernández Martínez, desde que inició de su administración, el 30 de septiembre del 2021, en lo único que ha destacado es en las constantes fiestas populares.
VIOLENCIA EN AUMENTO… Y LAS FIESTAS TAMBIÉN
De acuerdo con una investigación de Amapola, del 1 al 15 de junio se registraron 14 asesinatos en Chilpancingo, entre ellos dos menores de edad, mientras que mayo cerró con dos asesinatos, es decir, 12 asesinatos menos.
De acuerdo con datos oficiales, en la capital de Guerrero hay 115 policías municipales, es decir, 0.0004 efectivos para salvaguardar a cada habitante.
Cuando la alcaldesa estaba en campaña, prometió que garantizaría la seguridad pública en la ciudad: “Atacar de fondo las causas que originaron las desigualdades e inconformidades, la corrupción y la violencia”, también dijo que impulsará la economía en la capital, pues su lema es: “Capital de cultura y Progreso”.
Sin embargo, lo que más ha sobresalido en la ciudad desde que tomó protesta son las fiestas masivas que organiza, en el que es notorio el derroche económico para llevarlas a cabo, cifras que, por cierto, no ha hecho públicas.
La fiesta que abrió la administración fue la de la toma de protesta de Hernández Martínez. Ese día estuvo el grupo Aaron y su grupo ilusión, artistas locales y tlacololeros. También regalaron antojitos mexicanos.
Le siguieron otras celebraciones, como el festival del Día de Muertos, el encendido del árbol de Navidad en el zócalo, instalación de juegos mecánicos en la explanada de la plaza cívica y en la alameda Granados Maldonado durante todo diciembre y enero, la feria de Navidad y Año Nuevo de San Mateo con conciertos en el teatro del pueblo, jaripeos y más juegos mecánicos.
Para la celebración del Día del Niño hubo el Festival del Globo, que de acuerdo con la alcaldesa tuvo un costo de 300,000 pesos.
El 13 de mayo, por la celebración del Día de las Madres, hubo baile en el zócalo, donde se presentó la Sonora Dinamita. El 23 de mayo el gobierno municipal festejó el Día del Estudiante, también el zócalo, en el que participaron bares de la capital y bandas musicales.
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