TUXTLA GUTIÉRREZ.- Lalito jugaba un 21 de enero de 2012 con otros niños en esa la colonia Francisco I. Madero de la capital chiapaneca, donde su madre tenía un restaurante; sin embargo, en un descuido fue robado.
PUEDES LEER: Huellas de vida: buscar a desparecidos mediante objetos hallados en centros de exterminio
Desde hace una década, Alicia Guillén Hernández, madre de Lalito, ha recorrido casi toda la República Mexicana para encontrar a su hijo, Eduardo Meza Guillén (en ese entonces de 6 años), secuestrado en la colonia Francisco I. Madero de Tuxtla Gutiérrez.
(Alicia Guillén Hernández, madre de Lalito. Foto: Christian González)
Para ello, y en compañía de otras cientos de madres, ha pisado morgues, fosas comunes y clandestinas, hospitales, ha pegado volantes o carteles en postes y paredes, pero no ha tenido éxito. Por el contrario --según ella-- lo que ha recibido son amenazas, humillaciones y el desdén de las autoridades, sobre todo las de Chiapas.
La madre tiene una lista de varios sospechosos, entre ellos una mujer conocida como Júbila, quien días antes, como forma de “broma”, le dijo que si no tenía miedo de que se lo robaran, “porque estaba bonito, me dijo”.
No obstante, desde hace como cinco años, las pistas se agotaron; la última llamada que recibió fue para decirle que Eduardo posiblemente estaba en Panamá. Todo quedó en rumores.
Ella, afirma, ha vivido de todo; incluso, recuerda que en una ocasión, una vidente de nombre Gladys, que le proporcionó la misma Fiscalía General del Estado (FGE), le advirtió que Lalito ya estaba muerto.
“Salí llorando muy fuerte; pero lo peor es que el caso de mi niño lo sacaron del área de Desaparición Forzada, y lo metieron a la de Secuestro, a pesar de que les dije que no era un secuestro, sino un robo forzado, una desaparición forzada”, rememora.
LAS DESAPARICIONES DE NIÑAS Y NIÑOS EN CHIAPAS
Los secuestros y desapariciones no cesan en Chiapas. Según datos recabados por la organización Melel Xojobal, con presencia en San Cristóbal de Las Casas, durante el año pasado, se reportaron 625 casos de infantes y adolescentes desaparecidos en este estado; de esta cifra, el 70 por ciento correspondió a niñas y mujeres adolescentes.
Esta versión es corroborada por la Red de Madres Buscando a sus Hijos, con presencia en Oaxaca, Estado de México, Tampico, Veracruz y la entidad chiapaneca, pues advierte que solo en esta última recibe, a diario, al menos una llamada telefónica de alguna persona que solicita ayuda para localizar a un ser querido.
Para la Red por los Derechos de las Infancias y Adolescencias en Chiapas (Redias), es lamentable que el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas solo cuente con datos de 51 niños, niñas y adolescentes desaparecidos en todo el 2021 en esta entidad. Ante esto, advirtió, hace falta un buen registro de las desapariciones ante estos datos, en todo el país.
CIFRAS QUE NO CUADRAN CON LA REALIDAD
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en febrero pasado se registró un alza significativa de 47 por ciento (un total de 147 casos) en el tema de uno de los delitos de alto impacto: secuestro.
De hecho, la organización Causa en Común advirtió que en enero de este año hubo un alza de 24% en ese delito, comparado con el mismo mes pero de 2021.
Aunque el Observatorio Ciudadano de Chiapas (basado en datos oficiales) advierte que, tanto en enero del año pasado como en el mismo mes pero de este 2022 la tasa de denuncias por secuestro es igual: 0.04 por cada 100 mil habitantes, es decir muy baja, Alicia Guillén, también presidenta de la Red de Madres Buscando a sus Hijos en Chiapas, subraya que esos datos no están apegados a la realidad.
(Foto: Christian González)
Además, advierte que el panorama es más complejo de lo que parece, porque de las 400 familias que conforman la Red, solo el 10 o el 20% ha hallado a sus seres queridos, la mayoría, luego de ser secuestrados o desaparecidos y luego captados por los cárteles de la droga.
“De nuestra Red, de nuestro grupo, hallamos a tres muchachas, que fueron víctimas de un sicario al que le decían ‘El Tamalero’, que deshacía los cuerpos en el Estado de México; pero también hay casos de Tampico, donde hallamos como 8 o 9 víctimas, y de Chiapas, hay 2 de Tapachula, 4 de Comitán, 5 de San Cristóbal, y 3 de Tuxtla que están pendientes por ser encontrados; pero a los de los cárteles no les conviene que sigamos en esa búsqueda”, detalla Alicia.
Con base en un comunicado emitido por el Comité de las Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada (CED), al 26 de noviembre de 2021, cerca de 95,000 personas estaban registradas oficialmente como desaparecidas en México.
Además, especificó que este país también vive “una grave crisis” con más de 52,000 cuerpos no identificados de personas fallecidas.
PUEDES LEER: "Dios ya recogió a mi niñita, pero queremos justicia": balas perdidas en Chiapas
“Insistimos en que México debe adoptar una política nacional de prevención que involucre a todas las autoridades para poner fin a las desapariciones forzadas y asegurar que las víctimas tengan acceso a la verdad, la justicia, la reparación integral y las garantías de no repetición”, argumentó el Comité.
NO RESIGNARSE
Casi a punto del llanto, Alicia manifiesta que, pese al cansancio y a dos enfermedades crónico-degenerativas que le consumen la salud, externa que no descansará hasta que, un día, pueda volver abrazar a su niño.
“Por eso a ustedes (medios de comunicación) los necesito más que a una Fiscalía, porque esas instancias lo único que hacen es matarnos en vida; acabar con nuestro dinero, con nuestra reputación, somos pisoteadas”. Por ello, afirma que el próximo lunes festejará el cumpleaños número 16 de Lalito.
Para ella, no solo desaparecieron 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, sino que, advierte, son miles de desaparecidos en todo México. “Porque me lo arrebataron de mis brazos, pero no de mi corazón, ni de mi mente”.
(Foto: Christian González)
La mujer se toma unos minutos para mostrar varias lonas impresas con retratos de su hijo, e incluso de cómo podría haber sido su cambio físico con el paso de los años.
Aunque previo a la celebración del onomástico de su pequeño, ella viajará a la Ciudad de México, donde tiene una reunión con autoridades de la Fiscalía General de la República (FGR), debido a que en Chiapas prácticamente ya quedó archivado.
“Pero, como dije, ya no me importan las fiscalías, porque ahora sé cómo moverme, ya conozco el camino, y lo mejor es que ya no solo busco a mi Lalito, busco a todos los desaparecidos”.
(djh)