PUEBLA-. El bebé Tadeo fue ingresado el domingo 9 de enero al penal de San Miguel, en Puebla; un día después lo hallaron en los contenedores de basura. El objetivo de un reo era desestabilizar la gobernabilidad en el Cereso debido a la disputa con otros grupos por el control de las actividades delictivas, como venta de drogas, extorsiones y algunos “privilegios”.
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Durante una comparecencia ante el Congreso estatal, el fiscal de Puebla, Gilberto Higuera Bernal, detalló que el cadáver del bebé fue introducido al penal por una mujer, con la ayuda de dos custodios. El reo autor intelectual de ese hecho tuvo a Tadeo en su celda por una noche y al día siguiente lo depositó en el contenedor de basura.
Se hizo esa acción para desestabilizar el funcionamiento del centro penitenciario puesto que esa persona que solicitó la introducción (del cadáver del bebé) estaba disputando el liderazgo con otros internos de la actividad delictiva
Aunque “el hecho está esclarecido”, el fiscal subrayó que las investigaciones no han terminado.
El bebé Tadeo murió en la Ciudad de México el 5 de enero y fue sepultado en un panteón de Iztapalapa al día siguiente. El 10 de enero, su cadáver fue localizado en un contenedor de basura en el interior del penal de San Miguel.
Cinco personas, entre ellas la mujer que introdujo el cuerpo del bebé muerto y el reo Antonio N. (autor intelectual del delito), dos custodios y otro reo, cómplices de los hechos, fueron consignados.
De hecho, Antonio N. fue trasladado a un penal federal de Chiapas.
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