TUXTLA GUTIÉRREZ.- Mauricio Alejandro Cruz Avendaño y su esposa estaban en el estacionamiento de una tienda comercial en esta ciudad capital cuando seis sujetos, en una camioneta, se les atravesaron y les advirtieron que se trataba de una orden de aprehensión porque se llevarían al empresario; desde el pasado viernes como a la 1:12 del día, no se sabe nada de él.
Familiares y amistades se unieron este domingo para efectuar una marcha pacífica que partió desde una conocida universidad local hasta la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas, adonde se postrarían para exigir celeridad en el caso.
Adriana Rojas, manifestó que los secuestradores nunca les enseñaron algún documento que validara la supuesta acción judicial en contra de su marido, “estaban armados, con el rostro cubierto y vestidos de civil en una (camioneta) Chevrolet Silverado”.
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Entre otros detalles, refirió que tienen identificado el número de placas donde se llevaron a Mauricio quien, según ella y otros parientes, no tenía problemas con nadie, ni había recibido llamadas de extorsión o amenazas. “Ellos nos dijeron que venían de la PGR”, agregó.
De acuerdo con ella, han solicitado las videograbaciones de seguridad de la plaza comercial donde ocurrió el hecho, entre otras cosas, pero no han obtenido una respuesta positiva.
DESCARTA FGE ORDEN JUDICIAL
La misma FGE de Chiapas aseguró, mediante un boletín emitido el sábado, que no ejecutó ninguna orden judicial en contra de Mauricio como se ha difundido en diferentes espacios informativos; de hecho, especificó que están abocados en la búsqueda del mismo.
Por su parte, Guadalupe Cruz, padre de la víctima, afirmó que las investigaciones de esa instancia van bien, aunque “un poco lentas”.
Refirió que ellos son originarios del municipio de Socoltenango, Chiapas, y que tanto él como su hijo se han dedicado al transporte para sobrevivir; “mi Mauricio, licenciado en Derecho, incluso se dedicaba también a la remodelación de casas”.
Lo que ellos creen como sus seres queridos, aceptó, es que se trató de una confusión, “estamos en la duda y con la desesperación”.
En su oportunidad, Candelaria Avendaño Mazariegos, madre de Mauricio, pidió a las autoridades, entre éstas al mismo presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, que agilicen las pesquisas, “porque yo no le echo la culpa a nadie, solo lo quiero de regreso, no ha hecho nada malo; sí confiamos en las autoridades y se la ponemos en sus manos”.
TUXTLA NO ES SEGURA
Este hecho se registró a la par de otros sucesos que aumentaron la incertidumbre de la población tuxtleca, como el feminicidio de Estefanía Martínez, estudiante de Enfermería, quien fue hallada muerta este sábado cerca de donde vivía, o del “levantón” que le dieron a otro ciudadano el pasado 3 de noviembre, Henry Leonel de la Cruz Palacios, cuyo paradero aún es incierto.
El domingo 23 de octubre, César Aníbal Estrada y José Eduardo Bernal convivían en un restaurante de mariscos llamado “K-Marón Buchón” de esta ciudad capital, cuando siete sujetos armados entraron y se los llevaron a la fuerza. Ante la presión social, los jóvenes fueron regresados a sus hogares un día después.
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