TUXTLA GUTIÉRREZ.- Pese a que están considerados como elementos penitenciarios de élite, quienes integran el Grupo Táctico Lobos son señalados de incurrir en violaciones a derechos humanos, abusos sexuales y otros delitos contra en contra de la población reclusa de Chiapas.
Hace cinco meses, un preso –imputado por el delito de feminicidio-- fue trasladado de la prisión del municipio de Copainalá, en esta entidad chiapaneca, hacia otra cárcel, pero de Oaxaca; en el trayecto, tres policías del Grupo Táctico Lobos abusaron sexualmente de él.
Jorge Sánchez, abogado defensor del reo, denuncia que este grupo tiene un negro historial. Asegura que cuando se hacen operativos en algunas de las prisiones, “Los Lobos” golpean, desnudan, roban pertenencias y maltratan de otras formas a los internos, como le ocurrió a su cliente.
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Cuando fue creado el Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciados (CERSS) número 14, conocido como “El Amate”, con sede en el municipio de Cintalapa, se registró un motín y al llegar el Grupo Táctico Lobos “se supo que violaron a todos los presos que eran gays”, señala el abogado.
Si de alguna forma en los últimos años esos abusos han disminuido, Jorge Sánchez asegura que es porque las quejas ante las instancias de Derechos Humanos se “dispararon”. “En el caso de mi cliente, someteré a procedimientos penales a muchos de esas gentes de ‘Los Lobos’”, aseveró en entrevista.
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ATRIBUCIONES
Según información de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), el Grupo Táctico Lobos antes formaba parte de la Dirección de Seguridad y Custodia. Hoy día está adscrito a la Subsecretaría de Ejecución de Sanciones Penales y Medidas de Seguridad (SESPMS).
Es conocida como “Los Lobos”, se advirtió desde antes de la reforma de 2016; luego se implementó la Ley Nacional de Ejecución Penal que, a su vez, echó andar la Unidad de Medidas Cautelares (Umeca) y también la Policía Procesal.
Asimismo, ambas corporaciones se homologaron y por ello ese Grupo Táctico Lobos pasó a formar parte de la Policía Procesal del Sistema Penitenciario.
Dentro de sus atribuciones, se explica en un breve video, el Grupo Táctico tiene la custodia de los juzgados y la seguridad tanto interior como exterior de las cárceles, así como el traslado de reos a otros centros penitenciarios y la inspección de espacios de los mismos. Hasta 2019, se hablaba de la existencia de 40 elementos penitenciarios de élite en la geografía chiapaneca.
Por ello, tienen que estar atentos cuando se echa andar un operativo en alguno de los 13 centros penitenciarios o un Centro Estatal Preventivo que existen en Chiapas, donde hay más de 4,600 personas privadas de su libertad, de las cuales alrededor de 900 son de extracción indígena, según datos de la misma SSyPC.
Alberto Patishtán Gómez, maestro indígena liberado de prisión en 2013 luego de que el presidente Enrique Peña Nieto lo indultara, tras comprobarse que él no había asesinado a nadie, afirma que este grupo táctico fue creado para intimidar. “Era muy prepotente, tajante; sus policías no saben de derechos humanos”.
Lo más lamentable, dice, es que hacen las revisiones en las cárceles sin importarles que en las mismas haya infantes y mujeres, “porque amenazan a los presos con trasladarlos a otros lados, de esa forma los intimidan”.
Recuerda que cuando lo trasladaron al CERSS 5 de San Cristóbal de Las Casas, tras haber estado en “El Amate”, sufrió malos tratos. “Si yo, que ‘medio me defendía’, eso me hicieron, ahora qué esperamos con quienes no tenían voz”.
Incluso, evidenció que “Los Lobos” no solo hacen cateos y decomisan objetos que están dentro de su competencia confiscar, sino que, apuntó, se roban el dinero que los mismos presos ganan con el sudor diario de su trabajo. “Cuando nosotros denunciábamos esos robos, sí nos regresaban nuestras cosas”, menciona.
OTRA DENUNCIA MÁS CONTRA "LOS LOBOS”
El pasado 24 de octubre, casi al mediodía, integrantes del Grupo Táctico Lobos ingresaron para catear las celdas del CERSS 5 de San Cristóbal de Las Casas, operativo que se efectuó a la par de una huelga de hambre que iniciaron cerca de 400 internos que están inconformes con los directivos de esa prisión por presuntos actos deshonestos, corruptos.
Sin embargo y a través de un documento que circularon a los medios de comunicación, los quejosos, entre éstos algunos integrantes de la agrupación “Solidarios de la Voz del Amate”, evidenciaron que los agentes de élite les robaron tarjetas telefónicas que utilizan para comunicarse con sus familias, entre otras pertenencias que no les debieron decomisar.
Para ellos, dijeron, este acto solo atenta contra su libertad de manifestarse, pues están cansados de una serie de arbitrariedades que viven, como el que les quieran cobrar el 15 por ciento del costo por material, alimento o cualquier otra mercancía que les lleven sus seres queridos para subsistir ahí dentro.
De nueva cuenta, Jorge Sánchez, abogado del presunto feminicida que sufrió abuso sexual por parte de tres agentes de "Los Lobos", aclaró que independientemente de todo, los cateos o traslados no deben ser violatorios, sino que siempre se tienen que respetar los derechos humanos.
“Porque, insisto, los hacinan o, si está lloviendo, así los mantienen, bajo el agua… hay mucho abuso de autoridad”, dijo el declarante, quien además evidenció que a su defendido lo cambiaron de cárcel sin una justificación, ni motivo.
Basado en el artículo 18 constitucional, mencionó que él no tenía que haber sido cambiado, pues se establece que, en el caso de compurgar una pena, tiene que estar cerca de donde están sus familiares.
Ante la serie de violaciones que sufrió, aclaró que, aparte de meter la queja ante Derechos Humanos, buscará el amparo y otros recursos legales para evidenciar no solo el abuso sexual, sino la tortura que sufrió su cliente por parte de “Los lobos”.
Por su parte, Adrián Gómez Jiménez, indígena tsotsil que permaneció en prisión desde 2004 hasta septiembre de 2021 (libertad absolutoria), torturado y acusado de forma injusta por delitos como secuestro y homicidio, recordó que, en 2010, cuando estuvo en el CERSS 14 “El Amate”, en Cintalapa, vivió en carne propia un operativo de “Los Lobos” por amotinamiento.
EL MALTRATO, UNA LEY
En su búsqueda de drogas, teléfonos celulares o armas punzocortantes o de fuego, a “Los Lobos”, explicó el originario del municipio de San Juan Chamula, no les importaba maltratar a la gente. “A mí, por fortuna, no me hicieron nada, cuando viví como cuatro cateos, pero a otros compañeros sí; incluso, si alguien tenía su dinerito, se lo robaban, ¡son bien rateros ésos!”.
De lo que sí está seguro, puntualizó Adrián, es que hay cárceles, como “El Amate”, donde los reos se oponen, como ocurrió en 2010, cuando se dio un enfrentamiento porque “Los Lobos” quisieron revisar las celdas. “En aquel tiempo, cuando estuve ahí, era complicado que se ejecutaran los operativos, y cuando se dio uno, en ese año, se registró el motín”.
De acuerdo con el Grupo de Trabajo “No estamos Todxs”, cuyo objetivo es velar y defender los derechos de las personas indígenas en situación de cárcel, la mayor parte de denuncias que ellos han documentado cuando el Grupo Táctico Lobos es por robo de pertenencias a los reclusos.
Juan Pablo Nava, representante de esa agrupación, refirió que no sabe si en otras entidades haya grupos policiacos similares a “Los Lobos”, “quienes son acusados de ser agresivos, de romperles las cosas a los presos, de maltratarlos, operan de esa manera”.
Otra de las cuestiones, consideró, es que esos operativos o cateos deberían estar acompañados por organismos defensores de derechos humanos, “porque lo que sí ha pasado, es que de repente llega la CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos), pero luego de que entran Los Lobos’, y esto se da por las quejas de los mismos presos o sus familiares que se sienten violentados”.
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