CD. VICTORIA.- El 13 de noviembre de 2010 pasó a la historia como el día en que Don Alejo, de 77 años de edad, enfrentó a un comando de sicarios de Los Zetas, entonces el cártel del narcotráfico más sanguinario en México. Antes de morir, por las esquirlas de granadas de fragmentación, don Alejo se llevó a cuatro zetas y dejó a dos más heridos.
Don Alejo Garza Tamez fue un empresario dueño de un rancho en Tamaulipas. Nació en la ciudad Allende, Nuevo León, en 1933. Su infancia la pasó en la zona boscosa del estado junto con su padre, quien tenía un aserradero. Ahí, el joven Alejo Garza aprendió todo sobre maderas, además de pescar y cazar, por lo que desarrolló una habilidad especial en el uso de armas de fuego.
Desde temprana edad, Alejo Garza tuvo una colección de armas A mediados de la década de 1970, Alejo comenzó a cimentar su patrimonio empresarial y adquirió el rancho San José, ubicado en el municipio de Padilla, a una hora de Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Te podría interesar
LA BATALLA
El 13 de noviembre de 2010, integrantes de Los Zetas amenazaron a don Alejo para que en menos de 24 horas entregara el rancho San José; de lo contrario, lo tomarían por la fuerza. Don Alejo se negó.
Don Alejo dio salida a sus empleados, a quienes les pidió que se presentaran a laborar el domingo.
Los Zetas regresaron la noche de aquel sábado 13 de noviembre. Los rechinidos de las llantas de camionetas se escucharon afuera del rancho San José. Los narcos habían llegado para tomar la propiedad.
Esa noche y durante la madrugada del domingo 14, don Alejo Garza se preparó para combatir solo a los sicarios de Los Zetas. En las ventanas y entradas del rancho, don Alejo colocó armas de cacería para enfrentar a los matones.
Los Zetas tiraron primero al aire para gritar al propietario que se apoderarían de la casa a fuerza de balazos. Sin embargo, antes de que su patrimonio le fuera arrebatado, don Alejo Garza respondió con una refriega de balas. El empresario y los narcos comenzaron la batalla.
A pesar de que don Alejo Garza estaba en desventaja numérica, logró matar a cuatro de los sicarios y dejar heridos a dos más. Los Zetas tuvieron que utilizar granadas de fragmentación para contrarrestar los ataques del empresario. La sangrienta refriega terminó antes de que llegaran soldados y marinos.
Según reportes militares, al llegar al lugar encontraron el rancho destruido por los impactos de bala, afuera encontraron los cuerpos de los cuatro narcos abatidos por don Alejo, así como a dos heridos, pero adentro de la propiedad también hallaron el cuerpo de don Alejo, quien había recibido dos balazos, uno en el pecho y otro en la cabeza.
Leticia Torrijos, viuda del hombre de 77 años, afirma que la muerte de don Alejo se transformó en una leyenda por ser solo un ranchero que defendió su patrimonio a balazos contra el cartel más sanguinario de la época.
“Don Alejo es recordado como un hombre único, cariñoso, buen hijo, buen esposo, padre y abuelo”.
SOLDADOS DE ÉLITE
Los Zetas fueron el brazo armado del Cártel del Golfo, cuyos integrantes se formaron como soldados de élite al mando de Heriberto Lazcano Lazcano, “El Lazca”, y Arturo Guzmán Decena, “Z-1”.
Los Zetas se iniciaron tras haber sido reunidos por el nuevo líder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, tras la captura de Juan García Abrego, quien los contrató para que fueran su escolta especial.
Sin embargo, tras la captura de Osiel Cárdenas, Los Zetas se deslindaron del Cártel del Golfo y se independizaron. Su base de operaciones estaba en Tamaulipas y posteriormente se extendieron en el interior del país, al grado de considerarse rivales directos del Cártel de Sinaloa, de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Fueron el cártel más sanguinario y ellos son los responsables de comenzar a degollar a sus víctimas, debido a que enrolaron en sus a soldados kaibiles, de Guatemala.
rst