CD. VICTORIA.- La sobrepoblación en los albergues para migrantes ha provocado conflictos de violencia y abuso que han obligado a las autoridades intervenir. En las últimas semanas se han registrado riñas y robos entre los mismos migrantes dentro de los albergues en Reynosa, Tamaulipas, lo que ha complicado su atención.
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En días pasado, los haitianos Gilbert Jean Charles y JN Gilles Marie Juliese fueron denunciados ante la Unidad General de Investigaciones por los delitos de robo y amenazas por la hondureña Rosa Alejandrina Colindres.
Este no es el primer incidente que se registra en el albergue Senda de Vida 2, ya en otras ocasiones se han presentado otras denuncias por diversos delitos.
De hecho, se tienen registrados tres incidentes cuando este albergue tiene apenas unos cuantos meses de haber empezado a funcionar.
Fortino López Balcazar, presidente de la Asociación Internacional de Derechos Humanos, señaló que la saturación que existe ya en los albergues para migrantes en las ciudades de Reynosa, Nuevo Laredo y Matamoros han venido originando este tipo de problemas que en ocasiones complica la asistencia y además no se cuenta con la ayuda de las autoridades.
Asociaciones religiosas con el apoyo de organizaciones no gubernamentales y particulares han establecido refugios para migrantes, pero todos se encuentran rebasados en su capacidad de hospedaje debido al gran número de migrantes que, con sus familias han llegado a la frontera de Tamaulipas, con el propósito de cruzar hacia los Estados Unidos.
Añadió que ya no hay espacios en donde colocar a las familias para que puedan estar en mejores condiciones. Además, se aproximan los días de bajas temperaturas y precipitaciones pluviales.
Rosa Alejandrina Colindres acuso a Gilbert Jean Charles y JN Gilles Marie Juliese de haberle robado más de mil dólares, así como de golearla al haberles reclamado el hurto y además le amenazaron.
DELINCUENCIA PERSISTENTE
Para tratar de reducir los conflictos y establecer un control en los albergues, se han hecho grupos por nacionalidades, asignando espacios para que entre ellos se asistan, pero no es fácil ya que persisten los roces.
Existen denuncias sobre venta de drogas entre los migrantes, prostitución, incluso sobre cobro de cuotas por hacer uso de los sanitarios y regaderas.
Héctor Silva De Luna, coordinador de los Albergues Senda de Vida, mencionó que cada vez se tienen mayores dificultades para poder atender a los migrantes, conseguir donaciones de alimentos, el apoyo del Gobierno para socorrer a los migrantes con atención médica, medicamentos y demás.
“Las raciones de alimento en ocasiones se tienen que hacer más pequeñas para que todos puedan alcanzar. Primero se da de comer a los niños, las mujeres, a las personas mayores y después al resto a fin de que todos puedan alcanzar”, mencionó.
Es tal la sobrepoblación de migrantes en los albergues Senda de Vida que otra gran cantidad de migrantes se encuentran afuera de los albergues, en las calles aledañas.
Otros rentan cuartos, pero tienen dificultades para conseguirlos debido a que los propietarios no les tienen confianza y repentinamente desaparecen.
Silva De Luna, apuntó que las autoridades estadounidenses están concediendo prioridad a las familias para la realización de trámites y que además cuenten con otras familias y amistades viviendo en Estados Unidos, en donde se puedan alojarse lo cual ha hecho lento la realización de las gestiones.
Es por ello que también los albergues se han sobrepoblado pues cada vez arriban más migrantes y además el ingreso a los Estados Unidos es menor y lento.
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