CHIHUAHUA- La crisis humanitaria por migrantes en el norte del país es alarmante. Expulsados por el gobierno de Estados Unidos, decenas de venezolanos viven en cartones sobre bancas públicas o bajo las escaleras del Centro de Atención Integral al Migrante (CAIM), que opera el Consejo Estatal de Población, en Ciudad Juárez, Chihuahua. Los albergues para migrantes en la ciudad están saturados.
Algunos usan sus mochilas como almohadas y sus chamarras como cobertores para no recostarse en el piso frío.
Desde el miércoles pasado, cuando los gobiernos de Estados Unidos y México pusieron en marcha un acuerdo que busca reducir el flujo migratorio de personas procedentes de Venezuela, más de 600 venezolanos han sido retornados a Ciudad Juárez.
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En las afueras de las oficinas de Consejo Estatal de Población, ubicadas a un lado del puente internacional Paso del Norte y a metros del puerto de entrada por el que fueron retornados desde El Paso, Texas, unas 40 personas permanecen a la intemperie y sin saber en dónde ir.
“Dormir en el suelo ya se está volviendo una costumbre para nosotros”, dijo Segundo, uno de los venezolanos que pernoctó a las afueras de las oficinas estatales, a Verónica Martínez, de La Verdad.
En sus trayectos por Centroamérica y México también llegó a dormir en campamentos improvisados, pero describe que las peores noches las vivió en la Selva de Darién, un área selvática y pantanosa en los límites de Panamá y Colombia.
Otros migrantes reportan que en ciudad Juárez han dormido en iglesias o espacios que migrantes de origen haitiano les compartieron temporalmente, en la zona centro.
La situación es grave. Organizaciones defensoras de los derechos de migrantes advierten que siendo Juárez una de las ciudades más peligrosas, las personas expulsadas desde Estados Unidos están expuesta a secuestros, extorsiones y amenazas del crimen organizado.
Además, a las condiciones climáticas que en esta época del año provoca temperaturas frías durante las noches y madrugadas.
Karla, migrante venezolana de 33 años, narró que después de ser retornada por autoridades estadounidenses, ella y un grupo de migrantes se aceraron al CAIM donde recibieron ropa nueva, comida, agua y pudieron usar el baño en las instalaciones. Sin embargo, les informaron que no había lugar en los espacios de acogida, por lo que debían buscar por su cuenta habitaciones disponibles en hoteles.
“No tenemos plata y nos tendremos que quedar aquí”, dijo Karla al referirse al exterior del CAIM. La mujer comentó que ella y las personas con las que viaja temen quedarse en la intemperie, pero no tienen otra opción.
Los migrantes se movilizan en grupos por protección y desconocen a dónde acudir por ayuda porque no conocen la ciudad ni tienen conocidos.
La noche del viernes, venezolanos refugiados en la ciudad y voluntarios, que se hacen llamar Grupo Chévere, llevaron cajas con pizza para ofrecer como cena a sus connacionales que permanecen en la vía pública. Grupos cristianos también les ofrecieron cobijas y oraron junto con ellos.
EXPULSIÓN MASIVA
Hasta ahora, el gobierno de Chihuahua no ha fijado una postura ante la nueva crisis humanitaria desatada en esta frontera por el cambio de políticas migratorias de Estados Unidos, que comenzó a expulsar a México a los venezolanos que crucen la frontera por vía terrestre. El gobierno de México solo dio a conocer que aceptaba a los migrantes, sin mencionar algún programa de ayuda especial para atender la nueva contingencia.
Estados Unidos reiteró el viernes su llamado a los venezolanos: “No vengan a la frontera con Estados Unidos. Serán regresados a México”.
Advirtió que, si entran de manera irregular a Estados Unidos, a México o a Panamá, no podrán participar en este nuevo programa libre de peligro. “No se arriesguen. No se lancen al peligroso viaje, nada más para que los envíen de regreso”, difundió en un comunicado.
Cifras del Instituto Nacional de Migración (INM) indican que 130 personas fueron retornadas el miércoles, 288 el jueves y 200 este viernes.
Desde el 12 de octubre, autoridades del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunciaron un nuevo proceso de Control Migratorio para venezolanos que expulsa inmediatamente a las personas que intenten crucen de forma irregular por medios no aéreos.
Las personas venezolanas que intentaran ingresar al país de forma irregular por la frontera terrestre serían devueltas a México bajo el Título 42. Esta nueva disposición deja a Ciudad Juárez en alerta por la gran necesidad de brindar apoyo humanitario a los recién retornados.
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