Las organizaciones delictivas que operan en México consideran a Puebla como un «área neutral dentro del plano delincuencial del territorio mexicano», señala un informe hasta ahora confidencial de la Secretaría de la Defensa Nacional revelado por Guacamaya, grupo que ha filtrado más de 4.1 millones de documentos de la Sedena.
El documento Panorama Político-Social del Estado de Puebla forma parte de la prospectiva de la 25 Zona Militar para 2017, año en el que fue gobernador José Antonio Gali Fayad, considerado un puente entre las administraciones de los esposos y también gobernadores Rafael Moreno Valle Rosas y Martha Erika Alonso Hidalgo.
El crimen organizado, señala la Sedena, consideró a Puebla como una zona neutral porque colinda con los estados de Veracruz, Oaxaca, Guerrero, Morelos, Estado de México, Hidalgo y Tlaxcala, y a que «cuenta con una situación económica abundante».
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Un registro hemerográfico da cuenta de que desde los primeros años de este siglo Puebla casi ha estado exento de balaceras entre grupos del crimen organizado, pero no de detenciones de cabecillas de los cárteles de Los Beltrán Leyva, de Sinaloa, Tijuana, Jalisco Nueva Generación, Los Rojos, Los Zetas, y Sangre Nueva Zeta.
Los nombres de los capos detenidos o afincados en Puebla van desde Benjamín Arellano Félix, quien fuera jefe del Cártel de Tijuana, hasta Sergio Barragán Villarreal, alias El Grande, operador de los Beltrán Leyva, pasando por Francisco Guízar Pavón, “El Rey del Huachicol” asesinado en 2020, y de Manuel Antele Velasco, operador de Los Zetas en la entidad.
Fechado el 14 de febrero de 2017 el documento forma parte de los miles de correos electrónicos filtrados por los piratas informáticos Guacamaya, a los que tiene acceso La Silla Rota.
«La mayoría de los casos delictivos registrados han sido robos a casa habitación, a cuentahabientes y transeúntes, a negocios, de vehículos; asaltos carreteros, bancarios; detención de individuos en flagrancia, amenazas de bomba en su mayoría falsas, y homicidios comunes», señala.
Afirma que hasta febrero de 2017 en los municipios «no se ha detectado la presencia de organizaciones vinculadas al crimen organizado» y «ha sobresalido en la entidad la detención de integrantes de células que han manifestado pertenecer a la delincuencia organizada».
No descartó que en Puebla las células de los Caballeros Templarios, Los Z, el Cártel de Sinaloa y Guerreros Unidos traficaran durante ese 2017 drogas o realizaran secuestros, extorsiones, ejecuciones, almacenamiento y empaquetamiento de droga, considerados de Alto Impacto.
La Sedena registró el hallazgo en Palmar de Bravo del cuerpo sin vida de la reportera Anabel Flores, secuestrada en Mariano Escobedo, Veracruz; que en Calpan fueron localizados 10 contenedores con restos de sustancias químicas y de cuerpos humanos, y que en la carretera Tepeyahualco-La Garita fueron localizados los cuerpos desmembrados de tres personas.
Sin embargo, a pesar de esos hallazgos asegura en el informe que la «delincuencia organizada que opera en estados colindantes realiza ajuste de cuentas en Puebla para no llamar la atención de las autoridades locales donde operan».
Así, la prospectiva que para 2017 hizo la 25 Zona Militar preveía que Puebla se mantuviera como entidad segura; sin embargo, en un documento fechado en febrero de 2021 la Sedena informa que en noviembre de 2017, aún bajo el gobierno de Gali Fayad, el Cártel Jalisco Nueva Generación incursionó en Puebla con Antonio Martínez Fuentes, alias “El Toñín”.
Martínez Fuentes fue detenido el 20 de agosto de 2017 por elementos de la Marina en el fraccionamiento Lomas de Angelópolis, ubicado en los límites de Santa Clara Ocoyucan y San Andrés Cholula, pero fue liberado por falta de pruebas.
La filtración de Guacamaya muestra en otro documento, elaborado en 2021 por la Guardia Nacional, que en Puebla operan células de Los Zetas, Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel de Sinaloa, Los Croquis, Sangre Nueva Zeta, y los grupos locales de El Loco Téllez y de Juan Lira, alias El Moco.
(djh)