BOCHIL.- Mientras que la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chiapas informó que, de las pruebas efectuadas a 35 alumnos que resultaron intoxicados el pasado viernes en una secundaria de Bochil, ninguna resultó positiva a cocaína u otra droga o sustancia, padres y madres, así como otros familiares, esperan a las afueras del IMSS Bienestar municipal debido a que aún hay cerca de una decena de pacientes en estado delicado o en observación.
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La incertidumbre se mantiene porque desde este domingo y parte de este lunes continúa la llegada de más menores afectados a esa clínica.
Liliana, una de las madres de un niño intoxicado, le muestra a La Silla Rota la prueba que le realizó en un laboratorio particular a su hijo de 11 años de edad, misma que arroja positivo para cocaína.
Está convencida, como otros familiares, de que a los más de 100 jóvenes les pusieron droga en sus botellas y otros recipientes donde tenían agua, mientras no estaban en sus salones de clases, pues era momento del receso.
De acuerdo con las versiones recabadas en la zona, este lunes serán trasladados cinco pacientes a hospitales públicos de la capital Tuxtla Gutiérrez, para que sean tratados por especialistas.
Se anunció, además, que este martes el pueblo bochilteco marchará, a partir de las 11:00 horas, para exigir a las autoridades municipales y del estado el combate directo a la venta de alcohol y drogas.
"Porque lo que les hicieron a nuestros hijos en su Escuela Secundaria 'Juana de Asbaje' es algo grave, y sabemos que esto se los hicieron como gancho para que les genere esa sensación de querer consumir más, de enviciarlos", dice otro padre, quien prefiere el anonimato.
PUROS CALMANTES
Por su parte, Cristina, familiar de otra niña afectada, externa que siente mucho miedo porque a su sobrina, de 11 años, solo le han suministrado diazepán, pero no la han evaluado para saber en realidad lo que ingirió, "porque solo me la tienen dormida, de qué sirve eso, y solo esperan que se ponga más grave".
De acuerdo con su versión, la menor fue ingresada al hospital del IMSS de Bochil el mismo día de la intoxicación, y como el personal médico la estabilizó, la llevaron a su casa. Sin embargo, este domingo la internaron de nueva cuenta porque presentó una crisis, es decir, dolor de cabeza y estómago, y delirio.
Tan preocupante estaba la situación, recuerda, que su sobrina no la reconocía. De hecho, dice, ella también le confesó que se sintió mal luego de retornar de receso a su salón de clases, el pasado viernes.
A diferencia de otros afectados, confiesa que a la menor no le efectuaron una prueba antidoping.
PRUEBA PARTICULAR VS. PRUEBA OFICIAL
De nueva cuenta, Liliana manifiesta estar molesta porque, a pesar de que en el laboratorio particular la prueba a su hijo resultó positiva a "polvo blanco", un segundo análisis efectuado por el Ministerio Público de Bochil dio negativo.
"Lo peor de todo es que no tenemos el apoyo de los maestros, ni del director, nadie está presente acá, ni siquiera el presidente del pueblo", se queja.
De acuerdo con la FGE, hasta el momento han recibido 29 denuncias de tutores de los alumnos dañados. Al respecto, Liliana advierte que ella no ha podido acudir ante la autoridad porque su hijo sigue mal.
Mientras tanto, refiere que su hijo presenta ansiedad, dolor de cabeza y, lo peor, se rasguña en diferentes partes de su cuerpo. "Mi hijo se intoxicó porque tomó un poquito de agua del bote de otra niña, porque el de él ya estaba vacío".
Aunque no se cuenta con información exacta de cuántos padres llevaron a sus hijos al laboratorio particular, algunos entrevistados explican que la mayoría no pudo porque no tenían dinero y la prueba en ese negocio costaba entre 600 u 800 pesos, otros prefirieron acudir al hospital ante el temor de que la situación se agravará, y la menor parte sí optó por esa primera opción. "El único 'delito' que cometió mi hijito fue ir a la escuela", apunta.
EVIDENCIA, ¿CONTAMINADA?
Según la misma FGE, tiene en su posesión cerca de 33 objetos, entre botellas de plástico y bolsas de nylon para que, a través del área de Servicios Periciales, les realicen los análisis correspondientes.
No obstante, los familiares de los afectados están molestos porque, coinciden, las pruebas pudieron ser manipuladas.
De hecho, Liliana afirma que los mismos maestros llegaron a los salones a amenazarlo e, incluso, avisaron a los papás casi tres horas y media después de que comenzaron a convulsionar o desmayarse.
Miguel Ángel, otro papá inconforme, refiere que, por fortuna, su hija Kaori, de 14 años y alumna de tercer grado, está fuera de peligro, sin embargo, afirma que aún hay temor por las secuelas que esta situación les pueda dejar.
Según él, agrega, su niña le contó que el mismo viernes, durante las clases, les avisaron que se efectuaría un "operativo mochila" en la escuela y que, tras ese anuncio, sus compañeros salieron a recreo.
"Ella tomó agua de una misma botella en donde bebieron más alumnos, porque estaban jugando y les dio sed", deja en claro el papá, quien también afirma que personal del centro educativo amenazó a los chavos, "les dijeron, según mi hijita, 'que ahora sí les va a cargar'".
Por el momento, dice que él no presentará una denuncia formal ante el MP y que sólo esperará a que esta instancia le dé los resultados de una prueba toxicológica efectuada a su hija, pero, advierte, no confiará en los resultados.
"Procederé de otra forma, para que sí haya efecto positivo a nuestra molestia", remata.
ARGUMENTO A MODO
Otra situación que le genera extrañeza a los papás y mamás de las víctimas de este delito, es que Protección Civil Municipal justificó, en primera instancia, que los chicos se intoxicaron tras inhalar gas LP de una supuesta fuga.
Sin embargo, advierten que en la escuela secundaria no hay ni cocina, por eso rechazan esa versión.
Liliana Elizabeth también está preocupada, debido a que su hermana de 12 años y cuatro primos resultaron intoxicados, sobre todo uno de ellos, quien precisamente este lunes fue trasladado al Hospital General "Dr. Gilberto Gómez Maza" de Tuxtla Gutiérrez ante su inestable condición de salud.
Lo han sedado en varias ocasiones porque sufre de convulsiones, afirma, pero los síntomas como se vuelven a presentar.
En el caso de su hermana, explica que, a pesar de sentirse mal por un rato, se recuperó, pero este domingo se sintió mal de nueva cuenta, pues no podía respirar de manera adecuada.
"Mi primo está con oxígeno, tiene tres sueros conectados en el cuerpo, el electrocardiograma, pues se desmaya a cada rato", comenta la joven, quien puntualiza que, como muchos familiares, también están con el "Jesús en la boca" porque en el IMSS no les dan un diagnóstico de la causa de la intoxicación.
En Bochil, municipio ubicado en la región Altos de Chiapas, el pueblo está temeroso, sin embargo, la invitación está abierta para que todos, este martes, se unan a la marcha, la cual coincide con la visita que hará el gobernador Rutilio Escandón Cadenas a un acto protocolario en esta misma localidad.
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