TUXTLA GUTIÉRREZ.- Dylan y Yanet son hermanos, ingresaron a México tras huir de la violencia en Nicaragua. Lamentablemente, en Palenque, Chiapas, fueron extorsionados y amenazados por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM).
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Les quitaron pertenencias, como sus celulares, y los dejaron ir con la promesa que podrían dirigirse hasta Veracruz. Pero minutos después, los retuvieron y los trasladaron a Ocosingo sin ninguna explicación. De ahí lograron llegar a San Cristóbal en condiciones deplorables, sin comer y durmiendo en un parque.
De acuerdo con información del Instituto Federal de Defensoría Pública, Dylan y Yanet leyeron un folleto del IFDP y pidieron ayuda para regularizar su situación. La asesora jurídica, Betsy Cansino, de la Delegación del IFDP-Chiapas, les tramitó la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias, y les dio acompañamiento para interponer una denuncia en contra encargado de la estación migratoria de Palenque ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Reconocieron a Jesús Lorenzama, encargado de la estación migratoria de Palenque, como el líder del grupo.
Sin embargo, por temor a represalias de las autoridades, abandonaron el estado y no se sabe su paradero.
HUYEN DE CHIAPAS
En días pasados se informó que, tras la disolución de varias caravanas, los migrantes haitianos buscan rutas alternativas para viajar desde Chiapas a la frontera entre Estados Unidos y México, donde miles arribaron masivamente estos días en medio de una creciente crisis migratoria.
Cientos de migrantes varados en Tapachula, municipio fronterizo con Guatemala, cruzan la Sierra Madre de Chiapas desesperados en su mayoría por la falta de respuesta del gobierno mexicano respecto a sus trámites migratorios y solicitudes de refugio.
Después de semanas e, incluso, meses varados en el sur de México, han comenzado a avanzar a pie o en camionetas por las veredas y ríos de los municipios de Motozintla, Chicomuselo, La Concordia, Villaflores, Ocozocoautla, Tuxtla y Malpaso.
Mientras continúan los operativos para frenar su paso y tras las cuatro caravanas de migrantes frustradas recientemente por las autoridades -que han sido criticadas por su uso de la fuerza- decidieron optar por estos caminos menos habituales.
La mayor parte de las personas traen consigo los trámites que realizaron en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) o en el Instituto Nacional de Migración (INM).
Otras personas afirman que se les ha reconocido la condición de refugio, pero alegan que no han podido obtener un documento final que lo acredite.
La región lidia con un flujo migratorio histórico, con 147.000 indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020, y un récord de 212.000 indocumentados detenidos solo en julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos.
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