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Este es el desastre que dejará Jaime Bonilla, gobernador por dos años de BC

La próxima gobernadora, Marina del Pilar Ávila recibirá a BC con alza en homicidios dolosos; adeudos con profesores, con los ayuntamientos de Tijuana y Mexicali

Escrito en ESTADOS el

TIJUANA.- A tres semanas de que Jaime Bonilla Valdez termine su gubernatura de dos años en Baja California, los problemas que heredará su sucesora Marina del Pilar Ávila Olmeda se hacen cada vez más evidentes, igual que el distanciamiento entre ambos.

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El morenista dejará una relación rota con empresarios, una reforma de justicia que no ha dado resultados, una larga lista de enfrentamientos que incluye a gobernantes de su mismo partido con episodios de ingobernabilidad, y un manejo financiero poco transparente.

Hay adeudos con profesores, con escuelas particulares, con burócratas, con los ayuntamientos de Tijuana y Mexicali a los que no entregó más de mil millones de pesos en participaciones federales pero sí les pidió dinero prestado; sin descontar que el estado enfrenta demandas y amparos de empresas por lo que consideran cobros injustificados de agua.

Al mismo tiempo, no hay noticias sobre el uso que dio al préstamo de 3 mil millones de pesos que el Congreso local le aprobó en abril de este año.

“Sabemos que está complicada la situación financiera del estado, estamos trabajando en la transición, recibiendo la documentación que se requiere, muy atentos a la información que llegue. No todo ha fluido como debería de fluir”, dijo la gobernadora electa el pasado 30 de septiembre durante la toma de protesta de la alcaldesa de Tijuana, Monserrat Caballero. 

La próxima mandataria no dio cifras sobre los compromisos financieros, pero de acuerdo con un reporte del Senado publicado este 7 de octubre, la deuda del estado al segundo trimestre de este año ascendía a 21 mil 853 millones de pesos, lo que representa 4 mil 400 millones de pesos más del monto de deuda que Bonilla recibió de su antecesor, el panista Francisco Vega de Lamadrid.

LA INSEGURIDAD

Y en seguridad pública la herencia no es mejor porque hay policías asesinados en Tecate y Playas de Rosarito; la violencia no para en Tijuana donde fue amenazado el nuevo director de la corporación, Rafael Vázquez, y no se puede olvidar a las mujeres asesinadas que motivaron la alerta por violencia de género vigente desde junio de este año.

Toda esa sangre derramada tiene a Baja California como el segundo estado en homicidios dolosos, con 7 por cada 100 mil habitantes, lo que equivale a tres veces la media nacional de 2.

En términos generales, de acuerdo con el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California (CCSPBC), entre enero y agosto de este año la incidencia delictiva creció 7% en comparación con el mismo periodo del año pasado; ambos gobernados por Bonilla Valdez.

Han aumentado los robos a comercio, de vehículo, en la vía pública y las extorsiones, aseguró el Consejo con base en las denuncias registradas en la Fiscalía General Estatal (FGE).

“Al cierre de la presente administración estatal no se lograron los resultados prometidos, la Fiscalía General del Estado no ha terminado de `arrancar´ y finalmente lograr la mejora indispensable en materia de procuración de justicia (...) sigue existiendo una gran impunidad”.
 

 

GOBERNANZA

El triunfo de Morena que sepultó a los partidos de oposición en Baja California y puso fin a 30 años de gobiernos panistas con 5 gobernadores continuos, no trajo ningún cambio al estado, considera el politólogo Benedicto Ruiz Vargas. 

“Esta clase política no piensa en cambio. Es una clase política que se formó en el viejo régimen. Amador (Rodríguez Lozano, Secretario General de Gobierno en el estado), Bonilla, y todos los demás, incluso panistas, se nutrieron de una cultura política muy autoritaria”.

Eso explicaría los exabruptos de Bonilla Valdez desde sus transmisiones diarias en Facebook y los enfrentamientos que tuvo con la prensa en las contadas ocasiones que concedió entrevistas en las que fue cuestionado.

Y tomando en cuenta que el gobierno morenista en el estado inició con un escándalo de “moches” cuando la población venía cuestionando la riqueza de ex gobernantes panistas, la deuda es más grande. 

“Yo no veo ningún avance en términos de combate a la corrupción, que es una bandera fundamental de Morena”, menciona el analista Ruiz Vargas.

Lo que sí continúan son los conflictos y el de hoy es con la próxima gobernadora.

Ella misma lo dejó ver cuando durante la toma de protesta del ayuntamiento de Tijuana la prensa le preguntó por su relación con Bonilla Valdez.

“Una relación institucional”, respondió para una semana después finalmente reclamar a la actual administración por no entregar la información relativa a los organismos operadores de agua que el gobernador quiere entregar a los municipios, donde todavía tiene influencia.

El equipo de transición de Ávila Olmeda también exigió al gobierno estatal que pague a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el adeudo que provocó el corte de energía eléctrica al acueducto, y que no contrate a ningún nuevo proveedor, ahora que el gobierno federal le negó a la empresa Next Energy los permisos para la planta fotovoltaica que Jaime Bonilla licitó.

“De materializarse la contratación del suministro eléctrico con un tercero, sin contar con la autorización previa del Poder Legislativo, se incurriría en una falta grave”, dice el documento. 

DIVISIONES

A puerta cerrada, sin la presencia de la gobernadora electa y ante el notario José Román Leyva, sobrino de Xicoténcatl Leyva Mortera, el finado ex gobernador priísta y padrino político de Jaime Bonilla, cuatro alcaldías y un representante del concejo fundacional de San Quintín, todos leales al todavía mandatario estatal, formaron un comité de municipios.

La reunión fue en el Palacio Municipal de Tijuana y el gobernador estuvo al frente de la mesa, en compañía de la alcaldesa y su fiel colaboradora desde que fue diputada local, Montserrat Caballero Ramírez.

“Se exhortó respeto a la autonomía municipal”, informó el gobierno local en su comunicado de prensa.

Con esa división, la expectativa está puesta en la visita que hará el presidente Andrés Manuel López Obrador a Baja California los días 15, 16 y 17 de octubre.

Porque aunque el ejecutivo federal dijo durante su conferencia matutina de este jueves que “no hay confrontación” en la entrega de gobierno, en Baja California es cada vez más evidente que sí la hay.

esc