MORELIA.- No hay un antecedentes de que Claudio Sánchez Saucedo riñera o peleara con alguien; al contrario, era muy amiguero y cuidaba de sus amigas como si fuera el hermano mayor.
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El joven de 23 años de edad fue invitado a La Cantina 25 por unos conocidos, pero eso le costó la vida y regresó a su casa en un ataúd.
El estudiante de la licenciatura en Derecho en una universidad privada fue una de las seis personas asesinadas la madrugada del pasado lunes, afuera de un bar de Morelia.
Originario de la capital michoacana, Claudio recibió impactos de bala en su pierna derecha y otros más en el abdomen. Aun así, se levantó del piso.
?#VIDEO | ?Imágenes sensibles?
— La Silla Rota (@lasillarota) October 18, 2021
Así fue el momento en el que un comando armado atacó a un grupo de personas que se encontraban a las afueras de un bar en Morelia; el ataque dejó 6 muertos y 2 lesionados. #ep https://t.co/tbNtROR7R9 pic.twitter.com/agWHqiLKLe
Un video grabado desde la parte alta de La Cantina 25 revela los momentos en los que Claudio y otra persona están lesionados sobre la banqueta.
El universitario no suelta su pierna y es auxiliado por un amigo de él y un policía que ignora a otro herido.
Le colocan un torniquete arriba de la rodilla y, como puede, Claudio se levanta con la ayuda de su amigo, pero en fracción de segundos se desvanece.
Uno de sus acompañantes narra que el joven fue trasladado a la sala de urgencias de la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social, donde le negaron la atención médica.
Minutos después deja de respirar y es declarado muerto, a pesar de que momentos antes pudo ponerse en pie.
Momentos de angustia vivieron las víctimas de sicarios que en #Morelia dispararon a varios jóvenes al salir de un bar, con saldo de 6 muertos y dos heridos. @Policia_Morelia llegó casi media después. pic.twitter.com/i7zPk5NM1R— Guillermo Valencia (@MemoValenciaR) October 19, 2021
Claudio Sánchez Saucedo fue velado y sepultado este martes en un mausoleo de la ciudad de Morelia.
Durante las exequias, sus amigos de infancia y adolescencia rechazaron las versiones que incriminan a Claudio como una persona de malos hábitos.
Cuentan que era una persona con mucho corazón, que cuidaba de sus amigas como si fueran sus hermanas y que fue en todo momento un ser humano pacífico.
Refieren que el estudiante gustaba de ir a los antros; sin embargo, La Cantina 25 no era un bar al que asistiera regularmente.
“No se metía en problemas. No peleaba con nadie y era muy amiguero”, relata Naomi, quien es amiga de Claudio desde la infancia.
Miguel, uno de sus compañeros más cercanos desde la prepa, asegura que su amigo ni siquiera reñía. Por el contrario, solía ayudar a las personas.
Jimena, otra de sus amigas, considera que Claudio estaba en el lugar, momento y día equivocado, cuando fue asesinado a tiros por el grupo armado que perpetró el ataque.
No se metía con nadie, era muy respetuoso, nos hacía reír mucho y a todos nos mandaba poemas que él mismo escribía
Reitera que el joven no merecía morir de la forma tan violenta en la que fue acribillado, ya que no solo era una persona muy querida, sino también solidaria.
Y, finalmente, Fernanda, se dice molesta con la manera en la que se ha tratado públicamente a Claudio, su entrañable amigo.
Estamos aquí para limpiar su nombre y meto las manos al fuego por él y por su memoria, para que no sea manchada su imagen. Claudio solo quería ser feliz
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