Con más de 30 mil personas sin identificar en los Servicios Médicos Forenses, (Semefo), el país vive una crisis forense debido a que no se cuenta con los recursos necesarios para tratar los cadáveres, advierte un informe del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC).
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"Están desbordados nuestros Semefos (servicios médicos forenses) y nadie está haciendo nada por atenderlos", señaló el director del ONC, Francisco Rivas, durante la presentación del informe Crisis Institucional Forense y Respuestas Colectivas frente a la Búsqueda de Personas Desaparecidas.
El documento señala que la crisis se ha agudizado porque la desaparición de personas en México no ha recibido la atención prioritaria que necesita, ni se ha dimensionado el impacto que tendría en la pacificación del país.
Las acciones gubernamentales para atender la problemática de desaparecidos y, en especial, la crisis forense, han resultado tardías e insuficientes. La crisis de violencia representa un reto para las capacidades, recursos y procesos científicos del Estado
"El estado crítico en que se encuentran los Semefos ha sido una constante desde hace muchos años, pese a la amplia cantidad de restos humanos sin identificar y las miles personas desaparecidas que hay en México".
Sonora, Guerrero y Puebla son los estados más preocupantes, ya que, según el informe, no tienen capacidades suficientes y enfrentan un gran número de desapariciones. Están ubicados en la categoría de "muy malos" en materia forense.
En tanto, los Semefos de Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Durango, Hidalgo, Jalisco, Oaxaca, Sonora, Tabasco, Veracruz y Zacatecas necesitan más cámaras de refrigeración para aumentar su capacidad de respuesta.
Las instalaciones forenses de Aguascalientes, Ciudad de México, Durango, Oaxaca, Quintana Roo, Sonora y Zacatecas no cuentan con el suficiente instrumental necroquirúrgico, y sólo cuatro entidades (CDMX, Guanajuato, Oaxaca y Veracruz) tienen patólogos forenses.
LOS DESAPARECIDOS
La cantidad de cuerpos sin identificar es sólo una parte de esta crisis forense, pues el contexto de las desapariciones es el nivel de violencia que se vive en el país; tan sólo en los últimos dos años, más de 10 mil personas han sido reportadas como desaparecidas.
A ello se suma el hecho de que los grupos delictivos implementan el uso de sustancias y métodos de desaparición de cuerpos, por lo que es común que en las fosas clandestinas sólo se encuentren fragmentos de huesos. De ahí, la importancia de contar con suficientes recursos para la identificación de los restos.
“Hay una máxima en la administración pública, el corazón se ve en el presupuesto, y aquí estamos viendo que el gobierno mexicano no tiene corazón para los desaparecidos”, destacó el Director del Observatorio Nacional Ciudadano.
LOS RETOS
El Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad identificó entre los principales retos ante esta crisis canalizar recursos suficientes a los Semefos para mejorar su disposición de espacios físicos y personal adecuados.
Mientras los Semefos sigan estando en condiciones deplorables no vamos a poder avanzar, no vamos a poder encontrar e identificar a las personas, no vamos a poder disminuir la cantidad de desaparecidos y sólo se va permitir que este fenómeno siga creciendo
Para el ONC, la solución de la problemática de las personas desaparecidas debe involucrar fundamentalmente a tres actores: instituciones de gobierno, familiares de las víctimas y organismos internacionales en materia de derechos humanos.
Urgió a mejorar la colaboración entre fiscalías; impulsar el fortalecimiento de las comisiones locales de búsqueda; mejorar el trabajo colaborativo con colectivos de familiares de personas desaparecidas y hacer más transparentes los apoyos para tareas de búsqueda.
La participación de las Redes colaborativas, colectivos que se han formado (principalmente integrados por familias en búsqueda de sus seres queridos), organismos internacionales, pero sobre todo el gremio académico, y los medios de comunicación, ha sido de vital importancia para avanzar en muchas de las investigaciones, como en el caso Ayotzinapa.