TUXTLA GUTIÉRREZ. - Óscar Eduardo Ramírez Aguilar, legislador morenista “ungido” apenas ayer lunes como el nuevo presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, es sin duda un personaje que creció, en la vida política, envuelto en los colores del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), del cual fue incluso dirigente estatal.
Mejor conocido como ERA o “Jaguar Negro”, se convierte en el segundo chiapaneco en la historia moderna en tomar ese cargo en la Cámara Alta; el primero fue el panista Roberto Gil Zuarth, en el 2016. Emilio Rabasa Estebanell, en el año de 1913, ocupó la vicepresidencia del Parlamento Nacional.
Sin embargo, la vida política de Ramírez Aguilar ha estado envuelta en una serie de polémicas que lo distinguen en el estado.
(Cuartoscuro)
Primero fue alcalde de su tierra natal (2008-2010), y para el 2012 ocupó la titularidad de la Secretaría General de Gobierno, donde vivió otros sucesos complicados; no obstante, fue una pieza clave en el gobierno de Manuel Velasco Coello.
Su cercanía con el exgobernador ha provocado que se le identifique como un operador político para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Pero este vínculo se da en medio de los videoescándalos donde se vio involucrado al hermano del presidente de la República, Pío López Obrador, recibir dinero de Daniel León, este segundo un operador del Partido Verde muy cercano a Manuel Velasco.
Según el columnista de esta casa editorial, José Luis Castillejos Ambrocio, no es coincidencia que ahora AMLO le de su apoyo para presidir la mesa directiva del Senado.
"Se les exhibe a ambos, Velasco y Eduardo Ramírez Aguilar, como los grandes políticos y orquestadores que ayudan a la Cuarta Transformación. Lo que no se dice es que a Chiapas lo dejaron desmadrado, sumido en la miseria, con cuentas pendientes por pagar a empresarios", escribe José Luis Castillejos.
Sin embargo, pese a esta cercanía con López Obrador, cuando Eduardo Ramírez era candidato a legislador local del PVEM, afirmó que AMLO era un mentiroso luego de que el tabasqueño señaló que el gobernador de Chiapas condicionaba los programas sociales. “Es un mentiroso y que no venga aquí a enfrentarnos”.
Posteriormente, de 2015 a 2018 obtuvo una curul en la LXVI Legislatura, para luego ser nombrado presidente de la Mesa Directiva del Congreso local.
Antes de “cambiarse de piel” verde-ecologista a la del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Ramírez pasó un momento bochornoso en mayo de 2016 al ser retenido, a la fuerza, por indígenas tsotsiles originarios de Chenalhó, quienes además lo vistieron de mujer, como una forma de humillarlo por incumplir a una serie de peticiones en su calidad de diputado.
Con él, también plagiaron a otro legislador local de su mismo partido, Carlos Penagos Vargas. La molestia se originó porque Eduardo Ramírez no tomaba cartas en el asunto sobre el destino de la -en ese entonces- alcaldesa de esa localidad indígena de los Altos de Chiapas, Rosa Pérez Pérez, acusada de liderar grupos armados.
Inclusive otro sector que estaba molesto con él era el de la comunidad LGBTTTI, debido a que como diputado nunca se pronunció a favor de una demanda toral: el matrimonio igualitario, “y aunque sí lo hizo cuando fue secretario de Gobierno, fue porque utilizó el tema para su beneficio y, según su conveniencia, crear controversia política”, advierte José Esponda Cáceres, activista tuxtleco.
A sus 42 años de edad, el originario del municipio de Comitán de Domínguez, la tierra de la escritora Rosario Castellanos, tiene en su carrera una serie de señalamientos que lo dejan mal parado, como el haber desaparecido un Fondo de Desastres Naturales como parte de una iniciativa de ley para crear otro fideicomiso similar, en el año 2018 en favor supuestamente de los damnificados por el terremoto de septiembre de un año antes, y con ello utilizar ese recurso (cerca de 80 millones de pesos) para la campaña de Velasco Coello, en ese entonces gobernador, según un reportaje del portal de noticias “Tierras de Todas”.
Pero, dentro de sus mayores logros como legislador, se destaca que en diciembre de 2016 presentó una iniciativa de decreto de reforma integral a la Constitución Política estatal, ante la Sexagésima Sexta Legislatura, a pesar de que un lustro antes, Juan Sabines Guerrero, en ese entonces mandatario estatal, ya había propuesta una.
Y cuando parecía que el “Jaguar Negro” quedaba fuera de la jugada política debido a que se cerraban otros espacios, pues en un momento se llegó a pensar que no solo sus aspiraciones a la gubernatura del estado chiapaneco se diluirían sino también otras, está más posicionado que nunca en el llamado grupo de Los Monreal.