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Jornaleros de San Quintín, los abandonados del gobierno y empresas

Olvidados por el Congreso, los alrededor de 80 mil habitantes vieron llegar el virus ante la pasividad de empresarios y autoridades

Escrito en ESTADOS el

TIJUANA.- Los jornaleros de San Quintín, el municipio de reciente creación en Baja California, están viviendo la parte más dura de la pandemia por coronavirus y no parece que esto vaya a cambiar pronto.

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Olvidados por el Congreso, que los tiene sin autoridades locales, los alrededor de 80 mil habitantes vieron llegar el virus ante la pasividad de empresarios y autoridades.

Además, el rezago en infraestructura y la profunda pobreza complican más la situación en la alejada comunidad indígena que sigue aportando mano de obra a los campos de Estados Unidos con visa de trabajo. 

Formada por migrantes de diversos estados del país, en este momento San Quintín está contando enfermos y decesos por covid-19, mientras cosecha frutos con calidad de exportación.  

“Todas las medidas que ahorita se estén tomando, a la vez ayudan, pero llegó un poquito tarde porque esto se pudo haber evitado”, dice Fidel Sánchez Gabriel, presidente de la Alianza de Organizaciones nacional, estatal y municipal por la justicia social.

Originario de Oaxaca, es también uno de los rostros más conocidos de esa comunidad por su liderazgo en la revuelta del 2015 para exigir mejores condiciones de trabajo, y fue propuesto para integrar el Consejo fundacional de San Quintín, al que los diputados no le han tomado protesta.

Explica que entre las 130 empresas instaladas en la zona, no todas aceptaron tomar las medidas de distanciamiento en el transporte de personal y en las áreas de trabajo para aminorar el riesgo de contagio.

Los jornaleros, además, pidieron gel antibacterial y cubrebocas para quienes manejan los frutos que se mandan al extranjero, añadió.

“Ahí se queda en el aire lo que nosotros comentamos”, platica Sánchez Gabriel haciendo un recuento de sus peticiones y las respuestas que recibieron.

La Secretaría del Trabajo en el estado, que no creía que el virus alcanzaría hasta lo más profundo en los límites con Baja California Sur, les dijo que solo podían revisar empresas bajo reporte de los trabajadores.

En cambio, en el Congreso Agrícola de Baja California, su presidente Salvador García les respondió que las compañías no podían sostener esos gastos.

“Decía: yo creo que están pidiendo mucho. Es imposible que se pueda cumplir con lo que están pidiendo, porque implica más inversión y vamos a recuperar menos”, cuenta.

Fidel afirma que por esa razón ahora el valle agrícola al sur de Ensenada ahora tiene 179 casos confirmados y 12 decesos.

Incluso en un lapso de 24 horas el número de casos activos pasó de 20 a 28, según las cifras de la Secretaría de Salud de Baja California.

“Tenemos una tendencia francamente positiva”, reconoció hace unos días en entrevista su titular, Alonso Pérez Rico.

Y refirió que la responsabilidad de atender a los pacientes ambulatorios es del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por acuerdo de las distintas instituciones de salud en el estado.

Solo si el coronavirus ataca más agresivamente, los enfermos tienen que ser trasladados a Ensenada, de quien depende todavía San Quintín, porque el Congreso local no ha terminado el proceso de municipalización.

El decreto 46 para la creación del municipio fue publicado el 22 de febrero de este año y los tiempos legales para concluir los trámites vencieron a finales de marzo.

Encima de esto, el municipio de Ensenada a donde son trasladados no está en mejores condiciones en esta emergencia sanitaria con sus 820 casos confirmados, 95 decesos y 142 casos activos.

La prueba está en que el gobierno municipal declaró estado de emergencia, el uso obligatorio de cubrebocas y reforzó filtros sanitarios en las entradas a su territorio.

Esos filtros fueron instalados desde hace varias semanas, pero nada detuvo al virus y en San Quintín fue detectado inicialmente entre el personal médico, afirma Fidel Sánchez Gabriel.

Fue hasta ese momento, agrega, que la Secretaría de Salud reconoció oficialmente que el covid-19 había alcanzado ya a los habitantes de esa marginada población.

“Es de conocimiento público lo que empezó a darse en el Rancho Los pinos en específico, donde incluso hay cuatro niños contagiados”, lamentó Sánchez Gabriel.