ACAPULCO.- “Las playas y el mar de Acapulco te esperan con todo su esplendor. Gracias por ser paciente. Gracias por preferirnos. Este paradisiaco destino turístico de México te abrazará con toda su belleza”, dice la voz en off en un corto video donde el gobierno estatal anuncia la reactivación turística y económica en Guerrero.
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El video fue la introducción de la transmisión de mediodía en redes sociales de servidores públicos, encabezados por el gobernador Héctor Astudillo Flores, donde actualizaron la estadística sobre la evolución de la Covid-19. Ahí el mandatario anticipó que este jueves, con la anuencia del gobierno federal, quedaría institucionalizado el pase de Guerrero de rojo a anaranjado en el semáforo que mide la intensidad de la pandemia por la Covid-19.
El nuevo color del semáforo otorga el margen de la reactivación económica que desde este jueves muy temprano se sintió en Acapulco, porque reabrieron playas y algunos hoteles. Además de la reactivación de otras actividades que, anunció el gobernador, sólo pueden funcionar a una capacidad máxima del 30 por ciento.
En el caso de las playas fueron limitadas paseo y nado. “Este primer día no tenemos ninguna novedad, no hay nada anormal. (…) Ya se abrieron las playas para caminar, no para llevar su hielera y la sombrilla. Poco a poco hay que empezar”, dijo Astudillo Flores en su reporte virtual del jueves a mediodía.
(Fotos Cuartoscuro)
Las playas, por disposición oficial, fueron cerradas el 2 de abril pasado y a partir de esa fecha los hoteles de los destinos turísticos de Guerrero bajaron las cortinas, porque también quedaron canceladas las actividades no esenciales, es decir, en las que se sostiene gran parte del sector empresarial turístico.
Este jueves, la ocupación hotelera tuvo sus primeros puntos después de tres meses de inactividad: 1.7 de ocupación en todo Guerrero. En realidad se promedia con los tres destinos turísticos más importantes: Acapulco (1.4 por ciento), Ixtapa-Zihuatanejo (2.0 por ciento) y Taxco (3.7).
Desde ayer se observó movimiento en algunos hoteles. El hotel Kristal Beach, ubicado sobre la costera Miguel Alemán, colocó una manta con la siguiente leyenda, según consignó la prensa local: “Muchas gracias por su apoyo y solidaridad, por ayudar a nuestra gente durante el confinamiento. Estamos de vuelta”. Durante los días inmediatos a la contingencia, este hotel donó comida a las personas que esperaban su turno.
Personal de la Secretaría de Turismo informó que no todos los hoteles o turisteros que ofrecen otros servicios abrieron este jueves, según las evaluaciones de los integrantes de sus organizaciones.
Se reactivarán actividades en establecimientos de alojamiento temporal, restaurantes, en el transporte público (autobuses y camionetas de pasajeros al 50 por ciento), en supermercados, almacenes y centros comerciales; también en bancos, jardines, parques, polideportivos, unidades deportivas y zoológicos.
Habrá servicios religiosos, producción agroindustrial, se abrirán las plazas cívicas (25 por ciento), y funcionarán los comerciales informales. Darán servicio los tribunales judiciales, administrativos y laborales, y las barberías y estéticas funcionarán con citas en salones).
Todo esto es lo que anunció el gobernador como parte de la reactivación económica y que tiene que ver con que se baje la intensidad del semáforo, que esta tarde, dijo, sólo esperaban que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, lo formalizará en la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago)
Una restaurantera de Pie de la Cuesta informó que ella y sus compañeros de organización no abrieron, porque aún no ven las condiciones. “Yo no voy abrir todavía. La decisión de nosotros es que aún sigue la pandemia y preferimos no hacerlo”, escribió en un mensaje por teléfono.
Desde la semana pasada, en esa playa, restaurantes abrieron sus negocios, como Marcos. En su restaurante Tío Marcos están habilitadas 10 mesas para unas 35 o 40 personas; la capacidad del negocio, según su descripción, es para unas 200 personas.
Para la restaurantera de Pie de la Cuesta que decidió no abrir su negocio, de quien se reservará el nombre, la reapertura oficial no modificó su entorno, porque ella desde siempre observó gente en la playa, sobre todo en las tardes, cuando la gente sale a ejercitarse. “Eso nunca paró y sigue igual”, comentó.
Pero en otras zonas hubo poca afluencia, ta cual lo refleja las estadísticas de ocupación hoteleras. En playa El Morro, por ejemplo, apenas se vieron a algunos bañistas, pero, quizá, esto crezca conforme los días avancen en el semáforo, tal como lo anunciaron.