Acapulco, Guerrero.- El mesero de un restaurante de mariscos en el zócalo de Acapulco, el domingo 22 de marzo, comparte que sus patrones no le habían pagado a él y a sus compañeros la semana de trabajo, porque la clientela fue insuficiente para sus salarios. Desde ese día, el restaurante plantado en la zona tradicional del puerto ya tenía decidido cerrar del martes al jueves, por la probabilidad que la situación empeorara ante las medidas restrictivas por el coronavirus.
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Quienes lo decidieron no se equivocaron, porque los visitantes a Acapulco disminuyen con los días y las restricciones cada vez son más severas.
El 24 de marzo las autoridades federales dictaron la fase 2 ante el coronavirus, eso significa que las aglomeraciones de 100 personas o más deben evitarse y procurar una distancia de 1.5 metros entre personas. Para este 30 de marzo, el gobierno federal ya declaró emergencia sanitaria y amplió la cuarentena hasta el próximo 30 de abril.
Desde ese domingo 22, la ocupación hotelera en Acapulco indicaba ya una disminución importante, 32.7 por ciento, sobre todo cuando el domingo anterior tuvo buenos números: 92.7 por ciento.
(Foto: Cuartoscuro)
Desde la charla con el mesero, es decir una semana después, es más evidente la disminución. Las cifras hoteleras así lo reflejan y otras circunstancias.
El viernes pasado, por ejemplo, la ocupación arrojó 9.8 por ciento, lo que es similar a sólo una habitación ocupada por cada 10, o 10 de cada 100 disponibles, en las tres zonas hoteleras de Acapulco (tradicional, dorada y diamante).
Hubo días peores en la semana anterior: martes (9.2 por ciento), miércoles (8.9 por ciento), y jueves (8.3 por ciento). Esos tres días son los que el mesero señaló como un receso involuntario dictado por sus patrones que saben del comportamiento del turismo.
Los reportes actuales también se sostienen alrededor de esos porcentajes.
Aquel día era evidente que en el restaurante faltaba clientela. Desde la mañana que abrieron hasta las seis de la tarde, los meseros atendieron dos mesas en todo el día, y el sábado sólo una.
(Foto: Cuartoscuro)
En fin de semana hay más flujo en los lugares turísticos de México, como Acapulco en Guerrero, pero los últimos han sido la excepción. En general, los tres principales destinos turísticos (Taxco, Zihuatanejo y Acapulco) del estado tienen bajas fuertes en ocupación hotelera. Los tres arrojaron un 18 por ciento de ocupación como evaluación de la semana anterior.
Aun cuando parezca contradictorio, en estos tiempos de evitar la pandemia, las recomendaciones institucionales son no visitar las playas de Acapulco.
El gobernador Héctor Astudillo Flores lo dijo el viernes en una transmisión que hizo a través de sus redes sociales, método que utiliza para hablar del coronavirus y su evolución.
“Es muy importante decir que, si están en la ruta de venir a Acapulco a la playa, nosotros opinamos que deben quedarse en su casa, pero también si van a ir a la playa, tomen las medidas. No aglomeraciones, no grupos numerosos, estamos en la fase dos, entonces es muy importante decirlo, lo que fase dos limita es que si vamos a ir a un lugar hay que dispersarnos”, mencionó.
La alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, informó vía redes sociales este lunes, que desde ese día ya notificaban a bares, discotecas, gimnasios, cines, salones de fiesta y lugares de concentración masiva que debían cerrar para evitar los contagios. A la par exhorto a los empresarios y comerciantes a no despedir empleados, porque de eso dependen muchas familias.
Comercio, sin plan ante contingencia
Los empresarios y comerciantes acapulqueños entienden las medidas institucionales para evitar la pandemia, pero cuestionan cuál es el plan de contingencia económica.
Alejandro Martínez Sidney, el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Guerrero (Fecanaco), comentó hace unos días que el coronavirus se ha complicado en otras partes del mundo, y que en México se intenta evitarlo, pero también pidió alternativas.
“Lo que nosotros hemos dicho desde que inició esta crisis es que el gobierno tiene que presentar un plan de contingencia que vaya de la mano con los anuncios. Los anuncios se deben hacer en coordinación (tres niveles de gobierno) y obviamente que vaya de la mano con una serie de incentivos fiscales y de apoyo para la población”, mencionó.
El gobernador informó ayer domingo detalles de su estrategia económica para la contingencia por el coronavirus que, precisó, la diseñaron después de consultas con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Su plan contempla 10 puntos y para eso ajustó el presupuesto estatal y creó un fondo de 200 millones de pesos. Entre otras medidas, dispuso de 60 millones de pesos para créditos blandos para las micro, pequeñas y medianas empresas a través de Banco Financiera y la Banca Nacional.
Aun con todas las medidas restrictivas, que ya incluye la suspensión del transporte público para algunas zonas del puerto, la percepción de algunos acapulqueños es que los turistas siguen llegando.
Los números de la Secretaría de Salud hasta hoy sobre el coronavirus en Guerrero es de 13 casos confirmados en Acapulco, Chilpancingo y Taxco. Las cifras ponen al estado en el lugar 21 a nivel nacional.
Guerrero es un estado donde el turismo es la actividad económica predominante, de acuerdo a la información que han sostenido los gobiernos en sus informes.
(Foto: Cuartoscuro)
Así como el mesero del restaurante ubicado en el zócalo –uno de los cuatro que hay en diferentes puntos de Acapulco –caía en aprietos por la poca gente que ya llegaba al puerto, otros prestadores de servicios turísticos también.
Abraham Rayo Rodríguez, mesero de la playa Hornos, pero con 50 años de experiencia, se quejó, casi a las tres de la tarde de aquel domingo, de que no llevaba reunido ni para un refresco. Su comisión es del 10 por ciento por consumo de cada cliente que él acerca a las enramadas o sombrillas de la playa.
“Está jodido, no hay nada”, dijo. El veterano prestador de servicios turísticos saca unos mil 500 pesos en un fin de semana, pero desde hace dos está muy lejos de esa meta.
Su actual suerte tiene que ver con la poca gente que llegaba a la playa al comienzo del periodo oficial de restricciones ante el coronavirus. Ya han pasado 10 días desde entonces.
En la zona turística de Acapulco casi todos los negocios están abiertos, pero lo que disminuye es la gente.
(Foto: Cuartoscuro)
Las playas Caleta y Caletilla son las playas más populares del puerto tanto por turistas nacionales como locales, y ahí las cosas también son complicadas para los comerciantes.
Claudia León, una de las vendedoras de ropa de playa en el pasillo que divide a Caleta y Caletilla, soltó en lo que parece un acto de desesperación: “Nosotros no queremos apoyos, queremos turismo”. Ella se pronunció hace unos días porque las autoridades dejen pasar el turismo a Acapulco.
Bertha Santana García, otra de las comerciantes de ese lugar, discrepa con su compañera. Opinó que las autoridades sí deben asumir la situación de los comerciantes turisteros: “Queremos que nos apoyen, si nos van a dar cuarentena, pues, que nos apoyen, y si no, que nos dejen trabajar, porque nosotros vivimos del día”.