Xalapa, Ver.– Alma Espinosa, hermana del fotoperiodista Rubén Espinosa Becerril, recrimina que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México se ha negado a investigar a Arturo Bermúdez Zurita, exsecretario de Seguridad Pública de Veracruz, como uno de los probables responsables en el multihomicidio de la colonia Narvarte, del 31 de julio de 2015.
Se cumplen tres años del asesinato de Mile Virginia Martín, Yesenia Quiroz, Alejandra Negrete, Nadia Vera Pérez y Rubén Espinosa, quienes convivían en el condominio número 1909 de calle Luis Aviñón, en la Ciudad de México. Por estos hechos, solo el expolicía Abraham Torres Tranquilino fue sentenciado, mientras que otras dos personas permanecen en prisión preventiva.
Familiares y amigos que se congregaron en la Plaza Lerdo, en Xalapa, miran distante a la justicia y señalan que las autoridades capitalinas se han burlado de ellos “inventando móviles” y “se niegan” a reconocer la actividad periodística de Rubén Espinosa y el activismo de Nadia Vera, quienes entre 2012 y 2015 señalaron presuntos abusos en el gobierno de Javier Duarte -hoy preso por desvío de recursos y delincuencia organizada-.
Este 31 de julio, familiares, amigos y periodistas se congregaron en la Plaza Lerdo, en Xalapa, para recordar a Rubén Espinosa y Nadia Vera, quienes en vida protestaron desde ese lugar contra abusos de la clase política de Veracruz, así como presuntos agravios contra estudiantes y periodistas de esa entidad.
En entrevista para LA SILLA ROTA, Alma Espinosa comparte que, aunque existen videos donde Nadia y Rubén responsabilizaron al gobierno de Javier Duarte de hostigamientos que los habrían llevado a salir de Veracruz, la PGJ de la Ciudad de México ha rechazado agotar líneas de investigación ligadas a Arturo Bermúdez, señalado como probable verdugo.
“Seguimos en espera de saber el móvil de los hechos y la identidad verdadera de todos los implicados. A tres años las autoridades de este país protegen a los responsables. Ojalá pudieran sensibilizarse y esclarecer este lamentable hecho y no dejarlo abandonado como muchos otros. Que quede claro que esto fue un crimen de Estado”, insiste Alma Espinosa.
Sobre estos hechos también opinó Patricia Espinosa, hermana de Rubén, quien lamentó que a un año de haberse emitido la recomendación 04/2017 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) esta solo se haya convertido en “un instrumento de voluntades”, en referencia a las autoridades encargadas de investigar el caso.
“Hoy sabemos que el gobierno de Javier Duarte operaba grupos parapoliciales al margen de la ley que secuestraban, torturaban y desaparecían a personas con total impunidad. Operaba contra adversarios de grupos criminales, sin embargo, eso no es irrelevante para la Procuraduría de la Ciudad de México”, recriminó Patricia Espinosa.
“Desde hace nueve meses tenemos la promesa de la procuraduría y de la Secretaría de Gobierno para que se integren las actuaciones con el entorno personal y profesional de las víctimas haciendo énfasis en Mile Virginia, Nadia Vera y Rubén Espinosa. Creemos que la lógica de la Procuraduría es apostarle al cansancio y al olvido”, agregó la hermana de Espinosa.
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Con la muerte de Nadia Vera y Rubén hay temor de jóvenes para manifestarse: amiga de Nadia
Para María de Lourdes Velázquez Martínez, amiga cercana a Nadia Vera Pérez, a raíz del asesinato de la colonia Narvarte, muchos jóvenes quedaron con temor para manifestarse. Muchos tienen temor de dar la cara. Es grave la violación a los derechos humanos que hay aquí”, señala.
María junto a otros amigos acudieron a la calle Azcárate, en Xalapa, para dibujar un mural sobre una barda cercana al domicilio de Rubén Espinosa con los rostros de él y Nadia. Allí, periodistas y activistas realizaron un memorial en recuerdo a los cinco del caso Narvarte.
La amiga de Nadia Vera, de profesión odontóloga, explica que fue en 2012, cuando ellas dos se conocieron, en un movimiento que protestaba por la imposición de Enrique Peña Nieto en la presidencia de la República, aunado a secuestros, desapariciones, feminicidios y “levantones” a lo largo de la entidad veracruzana.
En ese movimiento, que surgió de la Asamblea Estudiantil Xalapeña (AEX) y se consolidaría como Frente Opositor, María explica que las decisiones se realizaban de manera horizontal, pero reconoce que Nadia sobresalía, cuando se trataba de hablar frente a la prensa. “Tenía mayor facilidad de palabra que todos”, refiere.
Asimismo, opina que, aunque algunas personas han idealizado a Rubén Espinoza y de Nadia, ella los recuerda como “chavos normales, no eran perfectos. Lo que sí, es que los movían las injusticias. Nadia, como persona, tenía muchas amigas. Ella, viajaba mucho por la empresa de sus hermanos. Como amiga daba muy buenos consejos cuando lo necesitabas”.
Sobre los avances en las investigaciones del crimen que cumple tres años, María se pronuncia inconforme. “No les interesa a las autoridades porque no son de ellos los muertos. Los mataron y nunca habrá justicia porque ya nos quitaron a nuestros amigos. Queremos que se castigue a Bermúdez Zurita y a Javier Duarte de una forma muy agresiva”, sentencia.