VILLAHERMOSA, Tab.- La violencia en Tabasco alcanza también a los menores de edad, dentro de los delitos de alto impacto, pues cada vez este sector vulnerable es objeto de homicidios dolosos y el secuestro.
En los últimos tres años, sumaron 21 menores de edad, de acuerdo a las cifras del secretariado ejecutivo de la Comisión Nacional de Seguridad. Dos de ellos eran ellas niñas, cuyos asesinatos fueron premeditados.
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En el rubro de secuestro de infantes las cifras indican que en el mis periodo de tiempo se han plagiado a 26 niños y 17 niñas.
En este Mes del Niño no hay nada que celebrar. Las luces de alerta se mantienen encendidas. Tabasco ha sido foco de atención por el secuestro y homicidio de dos menores en los municipios de Huimanguillo y Cárdenas, en poblados de la zona rural ejidal conocida como el Plan Chontalpa.
Emilio, de tan solo tres años de edad fue a un pequeño abarrotes cerca de su domicilio. Ahí, fue inyectado con un sedante, golpeado y finalmente asfixiado. Sus plagiarios, una pareja de 26 y 18 años intentaron realizar un secuestro exprés, pero todo resultó mal.
Su cuerpo fue encontrado el 12 de abril, 72 horas después de su secuestro, con signos de violencia y abandonado en una caja, en un predio muy cercano a su hogar.
Dos días después, en una comunidad cercana a donde vivía Emiliano, otro menor de dos años fue asesinado. Cuando paseaba por una hacienda de Cocoa con su familia se extravió. Sus padres y vecinos lo buscaron por cielo, mar y tierra.
Ese mismo día el cuerpo de Andrés estaba sin vida, abandonado. Tres criminales, bajo los influjos de narcóticos fueron detenidos por los mismos pobladores, le taparon su boca y nariz hasta asfixiarlo. Las autoridades presumen que se trató de un tipo de venganza hacia los padres.
La presidenta estatal de la asociación Aldea por los Niños, Alejandra Arias Gómez, destaca que urgen políticas públicas de concientización y prevención del cuidado de los niños, para que los padres aprendan algo tan sencillo como el no dejar sólo a un niño ni cinco minutos.
Alerta también para que los menores no vayan solos a la tienda o a la escuela; tampoco al parque o a jugar en la calle.
Los recientes secuestros y asesinatos de menores ocurridos en los poblados C-31 de Huimanguillo y C-20 de Cárdenas, los niños Emilio y Andrés Antonio, ocurrieron luego que el primero fue sólo a la tienda y el segundo iba a un terreno con su hermanita.
Arias Gómez, dijo que se debe entender que no se trata de una descomposición social, sino que existen personas con padecimientos o trastornos mentales que se enfocan a menores de edad para hacerles daño, como pederastia, infanticidio, pornografía infantil, o sentirse superior ante un menor. “Son perfiles criminales que actúan por alguna enfermedad mental”.
La presidenta de Aldea por los Niños lamentó que no existan campañas de prevención y talleres infantiles para empoderar a los niños, darles herramientas para que sepan cuidarse y proteger de una sociedad violenta que carece de cultura de respeto a los derechos de los menores de edad.
Julia Arrivillaga Hernández, directora de Análisis y Estadística de Observatorio Ciudadano de Tabasco (OCT), , expuso que el ser víctimas de secuestro que les deja secuelas psicológicas.
Por ello coincidió con Arias Gómez con la urgencia de programas públicos que inviertan más en la prevención del delito, que en la reacción.
La directiva de OCT comentó que el secuestro, a diferencia de los infanticidios, tienen la intención de cambiar a las víctimas por dinero, en vez de hacerles daño directamente a los niños y a las familias.
Según cifras oficiales, de las carpetas de investigación iniciadas durante el año 2017, fueron 13 los niños secuestrados en Tabasco, quienes fueron finalmente localizados y rescatados sanos y a salvo.
“El secuestro, a inicios de este año, veíamos que traía una tendencia a la baja; sin embargo, no quiere decir que el problema esté resuelto. Lamentablemente sigue afectando a menores de edad y eso es preocupante. Si para una persona adulta el evento de un secuestro es traumático, imagínate que sucede en un pequeño”, detalló.
El fenómeno de infanticidios en Tabasco en los últimos años ha ido al alza. En 2015 ocurrieron seis asesinatos de niños; en 2016 disminuyó a tres casos, pero en 2017 se disparó a 12 homicidios dolosos de menores.
En el caso de secuestros de niños, en los últimos tres años se sumaron 43 menores de edad. En 2015, 11 plagios; 19 en 2016 y 13 en 2018.
El año pasado, el Tabasco alcanzó el tercer lugar de la tasa de secuestros a nivel nacional, con un total de 77 casos. De acuerdo con las autoridades, éste es uno de los delitos que menos se denuncia por el temor de los familiares a que le hagan daño a la víctima.
En México, los menores de edad son un grupo vulnerable a la violencia. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) coincide en que la violencia es un factor determinante de la deserción escolar e incluso, una causa importante de muertes infantiles.
“Miles de niños, niñas y adolescentes en México, crecen en un contexto de violencia cotidiana que deja secuelas profundas e incluso termina cada año con la vida de centenares de ellos. Gran parte de esta violencia, que incluye violencia física, sexual, psicológica, discriminación y abandono, permanece oculta y en ocasiones, es aprobada socialmente”, cita el organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas.
mvf