Veracruz, Ver. Jesús Antonio Picazo Gutiérrez es presidente municipal de la localidad rural de Coyutla, en el norte del estado de Veracruz, pero también forma parte de una familia que mantiene un poder cacical en esa región que está plagada de abuso, violaciones a los derechos humanos y señalamientos por homicidio, todo al amparo del poder.
El último caso se dio el 1 de diciembre de este 2018, en la madrugada, después de una pelea campal, en un baile popular, en las que participaron varias personas, incluyendo el edil priista.
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Según testimonios recabados por La Silla Rota, de tres de los afectados, el alcalde ordenó a la Policía Municipal detenerlos para llevarlos a una bodega en donde el mismo Picazo Gutiérrez les habría propinado varios golpes con una tabla, al estilo del crimen organizado.
El pasado 4 de diciembre, los afectados acudieron a la Fiscalía General del Estado de Veracruz, en Xalapa, para interponer una denuncia en contra del presidente y sus mandos policiales.
Sin embargo, no es un caso aislado, el mismo Jesús Antonio fue denunciado en enero de este mismo año, por su regidora única, Joana Leticia Álvarez. Ella acudió al Congreso Local a pedir ayuda a los diputados de su partido, el PRD.
En sus declaraciones a la prensa, acusó que trabajaba bajo amenazas del priista para obligarla a firmar documentos con sumas de dinero que no le constataban. Algunos legisladores prometieron intervenir y no pasó nada después.
Basilio Picazo, el tío
Sin embargo, a finales de ese mismo mes, una periodista entrevistó en la legislatura a Basilio Picazo Pérez, que en ese entonces era diputado, para preguntarle su opinión sobre el actuar de su sobrino, el alcalde de Coyutla.
En respuesta, el diputado le pidió a la reportera que dejara de preguntar “estupideces”, retándola a que él la podía insultar en su propia cara. El momento quedó grabado en un video que fue difundido en redes sociales y que lo obligó a ofrecer disculpas.
Basilio Picazo ya fue alcalde de Coyutla, hace años y en el 2016 ganó la diputación local por el PRI, pero al ganar la gubernatura Miguel Ángel Yunes Linares, decidió renunciar al tricolor para sumarse a la coalición del PAN y del PRD.
Sobre él pesan otras denuncias por amenazas de muerte interpuestas por la reportera María Elena Ferral, a quien habría amedrentado en la ciudad de Papantla en el 2016.
En el 2005 hay otro caso que lo involucra en hechos violentos: el asesinato del ex síndico de Coyutla, Miguel Alfonso Vázquez, que estaba en funciones cuando Picazo Pérez era alcalde, como ahora lo es su sobrino.
En esa ocasión, la Procuraduría del Estado de Veracruz detuvo a dos de los presuntos asesinos materiales del servidor público que señalaron de manera directa al ex edil de ser quien mandó a matar a la víctima por no acatar sus designios políticos.
Ambos presuntos homicidas fueron identificados plenamente por el hijo de Alfonso Vázquez, como las personas que dispararon contra su padre.
Sin embargo, el gobernador de ese entonces, Fidel Herrera Beltrán salió a declarar que el caso estaba cerrado y la muerte del síndico aclarada.
Durante su gestión, que inició en el 2001 y terminó en el 2004, un grupo de pobladores cercó con cientos de manifestantes el palacio municipal de Coyutla impidiendo que Basilio pudiera entrar a gobernar a su oficina, los tres años que duró su administración.
La entonces reidora, Hortensia Escudero Escamilla, en ese 2005, denunció al exalcalde ante el Congreso Local por actos de corrupción, pero nunca prosperó el delito.
Benito Picazo
Benito Picazo también ya fue alcalde de Coyutla, es hermano de Basilio y padre del actual presidente, Jesús Antonio Picazo Gutiérrez, a quien le habría pedido que la policía interviniera a los jóvenes golpeados el sábado, debido a que uno de ellos lo habría afrontado a golpes en estado etílico.
Además, sobre él también pesan denuncias, la última interpuesta en enero de 2017, cuando Venancio González Ibarra, candidato precandidato del PRI a la alcaldía de Coahuitlán, en la sierra de Totonacapan, lo señaló de darle una golpiza que le dejó lesiones severas.
El priista aseguró en su denuncia que Picazo Pérez le quiso obligar a renunciar a sus aspiraciones políticas para dejar el camino libre a priistas afines a su grupo político.
Al no aceptar, recibió una tunda que fue denunciada ante la Fiscalía General del Estado de Veracruz, pero que tampoco procedió pues el presunto responsable está libre.
mvf