María del Sol salía de su trabajo en las oficinas de Hacienda del Estado en la ciudad de Córdoba, Veracruz, entre las 9:30 y 10:30 horas, cuando elementos de la extinta Agencia Veracruzana de Investigación (AVI) la detuvieron sin presentar ninguna orden de aprehensión.
Fue un 26 de octubre de 2012, cuando María fue trasladada a las oficinas de la AVI en Córdoba, donde permaneció incomunicada y retenida ilegalmente por más de 14 horas.
Posteriormente fue llevada a una oficina donde entraron seis hombres, quienes insistentemente dijeron que debía aceptar que conocía a ciertas personas.
Sin embargo, María se negó. Tras el rechazo de “colaborar”, la mujer fue brutalmente torturada sexualmente, golpeada, asfixiada, insultada, desnudada y sometida a choques eléctricos, mientras estaba esposada y con los ojos vendados, a su vez que la amenazaban con matar a toda su familia.
Las autoridades veracruzanas querían que María aceptara haber participado con otras dos personas en el secuestro de una mujer.
María del Sol negó ser cantinera de bares en la ciudad de Orizaba como los agentes aprehensores afirmaron, tampoco reconoció a las personas con las cuales la trataban de vincular, incluso ella les dijo que revisaran su credencial de trabajo que estaba en su cartera para que pudieran constatar que trabajaba en Hacienda del Estado.
A pesar de que confirmaron que las palabras de María eran ciertas, continuaron amenazándola para que aceptara todo lo que ellos le decían -incluyendo que se inculpara de delitos que no cometió- pues de lo contrario la iban a violar entre todos y asesinarla.
María fue presentada ante los medios de comunicación antes de llevarla ante un Juez y, mediante engaños, la hicieron firmar unas hojas, posteriormente se dio cuenta que éstas se habían empleado para plasmar su declaración, misma que no tenía nada que ver con la realidad.
Certificados clínicos emitidos por tres médicos señala las lesiones en diversas partes del cuerpo de María.
Asimismo, los agentes de la AVI que la arrestaron tuvieron contradicciones de cómo se llevó acabo el arresto de María. Un ejemplo de ello es la hora de la detención, precisión en la que no coincidieron ninguno de los uniformados, difieren hasta por 9 horas.
Además, las innumerables violaciones al debido proceso, lo que refiere a que hubo una fabricación del culpable.
Pese a todo lo anterior, tres años después de su detención, el 26 de febrero de 2015, el juez Primero de Primera Instancia con sede en Córdoba dictó sentencia contra María por los delitos de secuestro agravado y robo específico, condenándola a 24 años de prisión y multa de más de 20 mil pesos.
Ante la sentencia, la madre de María acompañada por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), presentó en marzo de 2015 una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Veracruz por actos de tortura, tortura sexual, incomunicación y detención ilegal.
Pero no fue sino hasta ocho meses después, en noviembre de 2016, que se realizó el dictamen médico-psicológico con base en el Protocolo de Estambul por parte de los peritos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), las conclusiones fueron entregadas en enero de 2017, casi un año después de la solicitud interpuesta por la mamá de María, donde indican la existencia de evidencias y secuelas de actos constitutivos de tortura.
Cuatro meses después, el 12 de mayo de 2017, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Veracruz (CEDHV) emitió la Recomendación 16/2017, dirigida al Fiscal General del Estado y al Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura de Veracruz, por la violación de los derechos a la libertad y seguridad personal, así como a la integridad personal en perjuicio de María del Sol.
Esto debido a la retención injustificada y actos de tortura y violencia sexual cometidos en su contra y por la omisión de investigarlos por parte de la autoridad judicial del estado.
Tras la recomendación, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito con Residencia en Boca del Río, Veracruz, resolvió que se debía modificar la sentencia de apelación.
Finalmente, cinco años después de su aprehensión, el lunes 21 de agosto, María del Sol Vázquez reconoció su inocencia, por lo que fue liberada.
Tortura: una práctica generalizada en México
Diferentes organismo nacionales e internacionales han mostrado su preocupación por la constante práctica de la tortura en detenido por parte de agentes del orden, desde policías municipales hasta efectivos de la Marina.
Juan Méndez, relator de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, ha reiterado desde 2014 hasta la fecha que la tortura en México es una práctica generalizada.
En los informes que Méndez ha realizado desde hace tres años, señala que “la asfixia, violencia sexual, descargas eléctricas, amenazas de muerte, palizas y tortura psicológica” son constantes por parte de las fuerzas federales hacia los detenidos.
Además, ha señalado que estas prácticas son impunes ya que el 99.6% de los casos no se castiga, luego de que la Unidad Especializada en Investigación del Delito de Tortura emitiera sólo 19 órdenes de aprehensión de las 4 mil 715 expedientes de averiguación previa abiertos al respecto.
Secundando a la ONU, Amnistía Internacional también define la práctica como generalizada, la cual está fuera de control, argumentando que en México a las personas se les tortura de manera habitual en un intento de obligarlas a firmar “confesiones” falsas.
Sobre ello, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha calificado de insuficiente la respuesta del gobierno mexicano ante las violaciones de los derechos humanos.
Subrayó además que las políticas de seguridad de las administraciones de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto agravaron las violaciones a los derechos humanos “hasta alcanzar niveles alarmantes”; además, condenó la “falta de rendición de cuentas conforme a los estándares internacionales”.
La CIDH también coincidió con la ONU y Amnistía Internacional en que la tortura es generalizada, además de que es una práctica común.