Pachuca, Hidalgo (La Silla Rota).- De forma simbólica, la capilla de Jesús Malverde, el “ángel de los pobres” o “santo de los narcos” fue clausurada en Pachuca, Hidalgo, después de que el dueño del establecimiento acusara hostigamiento de las autoridades municipales para cerrar este local, que estará dedicado a la venta de artilugios con la imagen de Jesús Juárez Mazo, el nombre real de este venerado “santo” que la Iglesia Católica no ha reconocido porque, argumenta, no tiene datos sobre milagros u obra virtuosa.
“Clausurado. Por ser pobre y no permanecer (sic) a ningún partido político”, dicen sellos colocados en este lugar en honor a Malverde, que se ubica en el área de bares de Plaza los Contenedores, los cuales sí fueron inhabilitados por la dirección de Reglamentos y Espectáculos de Pachuca por presuntamente incurrir en venta de bebidas alcohólicas a menores de edad.
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El primer recinto de veneración para “el santo de los narcos” se erigió en Culiacán, y su culto se extendió Tijuana, Chihuahua y Badiraguato, Sinaloa, cuna de Joaquín Guzmán Loera, líder, junto con Ismael El Mayo Zambada, del Cártel del Pacífico, y de los hermanos Beltrán Leyva.
En Pachuca existe, también, un mercado esotérico, el Sonorita, que actualmente es denominado “Catedral de la Santa Muerte”, en el cual se venera a Malverde y once deidades o entidades demoniacas como la niña blanca y el ángel negro. Quien es conocido como el “obispo mayor”, Óscar Pelcastre, lidera la Federación de Organizaciones Independientes del Estado de Hidalgo (Foideh), que aglutina al comercio informal, adherida al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La “capilla” estaría dedicada a la venta de objetos para el culto a Jesús Juárez Mazo.
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