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En Tlalpujahua, diario es Navidad

Un rincón del estado de Michoacán, Tlapujahua, donde la fabricación de esferas es su forma de vida.

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En un antiguo pueblo minero de Michoacán siempre es Navidad, se trata de Tlalpujahua, un lugar en el que hoy la producción de esferas navideñas es la principal fuente de trabajo.

Gracias a su calidad, son reconocidas y valoradas en el extranjero, pues cerca de 90 por ciento de su producción se exporta especialmente a Estados Unidos y Canadá, siendo una de las cinco producciones más importantes a nivel mundial.

En el lugar se encuentran más de 200 talleres familiares, de donde viven cerca de 10 mil personas directa e indirectamente desde hace 50 años.

En este Pueblo Mágico se encuentra la fábrica de esferas Fimave, en donde una de sus fundadoras, doña Verónica Pompa, deja en claro que lo que está hecho en México está bien hecho, muestra de ello, dijo, es lo que hacemos en este pueblo “tan chiquito” que es Tlalpujahua, en los límites de Michoacán y el estado de México.

“Dicen que es esfera traída de Estados Unidos, pero es hecha en México, nada más paseadito, claro, aquí se las ponen en una caja como en unos 28, 30 pesos y ellos los dan en seis dólares, y usted va a decir, traigo mis esferas de Estados Unidos, de Canadá, pero no, están hechas en Tlalpujahua, pero desgraciadamente en las cajas no les ponen que están hechas en México”.

Tlalpujahua es la tierra de Ignacio López Rayón, ideólogo de la Independencia de México, enclavada en una zona montañosa, a unos minutos de la zona de la mariposa monarca, que pese a su clima frío, vale la pena conocer, por su gente y en donde cualquier visitante puede atestiguar la elaboración de las esferas que adornan millones de hogares nacionales y extranjeros.

La producción de esferas

El soplado: en este departamento, se calienta el vidrio, resultando una masa tipo chicle, que con la boca y manos se moldea.

Guillermo Solís, acostumbrado al calor del fuego, considerado el mejor soplador del lugar y que da forma cada día a 600 esferas, asegura que no es tan difícil ni peligroso como parece, “se trata de perder tiempo tantito, inteligencia más que nada porque si uno quiere aventarse así nomás, pues no la hace”.

Plateada: en un cazo caliente que desprende un sofocante olor a causa del reactivo de amoniaco, azúcar, sosa y ácidos, se succiona la plata.

Al atestiguar uno de los pasos más impactantes con doña Belén, su especialidad es platear esferas, dijo, oficio que realiza desde hace más de 45 años, es decir, “toda mi vida”.

Soporta  sin gran problema el olor tan penetrante que desprende el cazo por los distintos reactivos mezclados, “lo más difícil es por lo caliente, pero hasta ahorita no he tenido ningún accidente ni me he enfermado”.

Al protegerse con dos guantes comunes de plástico, ambos en su mano derecha, comentó que es su forma de vivir y lo seguirá siendo hasta que pueda, “si, de esto es lo que yo vivo, me hago como dos mil al día, es decir, de las 8:00 a las 12:30 o 13:00 horas, dos o tres veces a la semana”.

Además, se dijo contenta por la Navidad, porque “se ve lo que hace uno en Tlalpujahua, esto de las esferas es muy bonito, cuando empieza la temporada se ve muy bonito aquí”.

Pintura: en el departamento de la pintura, se le da color a las esferas de todas las formas y de todos los colores, “nosotros pintamos en unos 10 o 15 minutos, se seca la esfera y las ponemos en unas charolitas directo al departamento del decorado”.

Aquí se pintan alrededor de tres mil esferas por persona y “somos tres personas en cada departamento, pero depende del modelo, hay unos más rápidos que se pueden hacer hasta cinco mil piezas pintadas por persona”.

La mayoría trabaja todo el año para el mercado de Estados Unidos, ya octubre, noviembre y diciembre es para el nacional; y parte de diciembre, enero y febrero, “descansamos”.

Decoración: en este paso se requiere más que simple osadía y curiosidad, es un tema de talento, experiencia y manos muy especiales.

Aquí, "se decoran aproximadamente 600 al día”. Es el último paso, después de aquí ya entra a corte de pata, encasquillado y al empaque para irse directamente a cargar para que salga directo a su destino, explica la decoradora Verónica.

Las calles empedradas de este Pueblo Mágico desde 2005, están invadidas de artesanía local, por fortuna no se han dejado sorprender por la piratería y para apoyar el esfuerzo de los habitantes de este lugar de encanto permanente, se puede visitar en la primera semana de octubre, fecha en que se realiza la tradicional Feria Nacional de la Esfera.

 (Con información de Notimex)

 

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