En México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) establece requisitos específicos de semanas cotizadas para que los trabajadores puedan acceder a una pensión. Estos requisitos varían según el régimen bajo el cual se encuentren afiliados.
En ese sentido, existen dos regímenes bajo los cuales las personas que cotizan en el IMSS se pueden pensionar, uno de estos es el régimen de la Ley del Seguro Social de 1973, y el otro es el régimen de la Ley del Seguro Social de 1997; en el caso del primero el requisito de semanas cotizadas: 500 semanas (aproximadamente 10 años). En el segundo, el requisito de semanas cotizadas ha ido incrementando anualmente. En 2023, se requieren 800 semanas; en 2024, 825; y se espera que en 2031 sean 1,000 semanas.
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Vale la pena destacar que las semanas cotizadas son fundamentales para determinar el derecho y el monto de la pensión que un trabajador recibirá al momento de su jubilación. Es esencial que los trabajadores conozcan su régimen de afiliación y las reformas vigentes para planificar adecuadamente su retiro y asegurar una pensión que garantice su bienestar económico en la etapa de jubilación.
No obstante, algunas personas se preguntan sobre si sus semanas cotizadas se pueden perder en caso de que estas dejen de trabajar por tiempo prolongado, Si este es tu caso y ya tienes semanas cotizadas pero ya has dejado de trabajar en el sector forma por tiempos prolongados, a continuación te compartimos lo que debes saber con respecto a tus semanas cotizadas.
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Esto pasará con tus semanas cotizadas en el IMSS si dejas de trabajar por mucho tiempo
Una de las dudas más comunes entre los trabajadores es sobre la conservación de las semanas cotizadas cuando dejan de laborar o se ausentan por un tiempo prolongado. Es fundamental entender que, aunque el trabajador deje de cotizar temporalmente, las semanas cotizadas no se pierden; sin embargo, para acceder a una pensión, se deben cumplir con ciertos requisitos.
En ese sentido, el IMSS establece un mecanismo llamado “conservación de derechos laborales”, que permite a los trabajadores solicitar su pensión aunque ya no estén activos laboralmente. Este período de conservación equivale a una cuarta parte del tiempo cotizado. Por ejemplo, si un trabajador ha cotizado mil semanas, podrá solicitar su pensión del IMSS dentro de un lapso de 250 semanas después de su baja, lo que corresponde a aproximadamente cinco años.
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Este período de conservación es una herramienta valiosa, ya que proporciona un tiempo adicional para que el trabajador pueda gestionar su jubilación sin la presión de haber perdido sus semanas cotizadas. Sin embargo, es importante que los trabajadores estén al tanto de los plazos y procedimientos para acceder a este beneficio.
Si un trabajador desea recuperar sus derechos laborales para acceder a la pensión, el primer paso es solicitar una constancia de semanas cotizadas ante el IMSS. Este documento es clave, ya que detalla cuántas semanas se han acumulado, la fecha de baja y el tiempo restante de conservación de derechos. Este paso es esencial para poder calcular la viabilidad de solicitar la pensión.
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Si el período de conservación de derechos ha vencido, el IMSS ofrece la posibilidad de reactivar esos derechos a través de nuevas cotizaciones. Las condiciones varían dependiendo del tiempo transcurrido desde la última cotización:
- Menos de tres años: Si han pasado menos de tres años desde la última cotización, el trabajador puede reactivar sus derechos de manera inmediata al reincorporarse al IMSS.
- Entre tres y seis años: Si han transcurrido entre tres y seis años, será necesario realizar al menos 26 semanas de cotización para recuperar el derecho a la pensión.
- Más de seis años: Si han pasado más de seis años desde la última cotización, el trabajador deberá cotizar un mínimo de 52 semanas para poder recuperar sus derechos y acceder a la jubilación.
Este proceso de recuperación es fundamental para quienes han dejado de trabajar temporalmente y desean asegurar su pensión en el futuro.
AJA