La fusión entre Honda y Nissan, que habría dado como resultado la creación del tercer grupo automotriz más grande del mundo, se cayó inesperadamente este jueves, luego de que los CEOs de ambas empresas confirmaran desacuerdos que imposibilitan la fusión.
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No obstante, ambas empresas siguen manteniendo la intención de colaborar en áreas como el software y las tecnologías relacionadas con los vehículos eléctricos. Áreas en las que están perdiendo terreno ante nuevos competidores como Tesla y BYD.
Ambas compañías, que han visto caer sus ventas en los últimos meses, reconocieron la importancia de tomar decisiones de manera rápida en un “entorno de mercado cada vez más volátil de cara a la era de la electrificación”, sin embargo, este acuerdo fue el que terminó por cancelar la fusión.
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El problema surgió después de Honda se retractara del acuerdo previo con Nissan para crear una sociedad holding conjunta que se encargara de ambas empresas, y en su lugar propuso que Nissan se convierta en su subsidiaria de propiedad absoluta.
La propuesta de Honda se basa en el hecho de que son 5 veces más grandes que Nissan, por lo que no ven acertado fusionarse con Nissan y compartir la toma decisiones, prefieren establecer una compañía con una estructura de "gobierno único", lo que fue rechazado por Nissan.
Nissan, quien en el acuerdo original accedió a otorgar la mayoría de los miembros de la junta directiva de la sociedad holding conjunta a Honda, se negó a ser una subsidiaria de Honda porque eso pone en riesgo su independencia y desarrollo como empresa.
Nissan en problemas
La caída de las negociaciones entre Honda y Nissan pone contra las cuerdas a Nissan más que a Honda, aunque ambas han estado perdiendo mercado ante competidores como Tesla y BYD.
Tan solo en el primer semestre de este año fiscal, el beneficio neto de Nissan cayó más del 90%, lo que llevó a la empresa a anunciar un recorte de 9 mil puestos de trabajo en sus plantas en todo el mundo.
Esta situación pone en aprietos a Nissan, quien deberá buscar nuevos socios o aliados que le den un impulso que los mantenga a flote. Hay que recordar que Nissan ya estuvo aliado con la francesa Renault, pero tras malos resultados la alianza se rompió.
En Japón, solo queda Toyota, con quien las posibilidades de fusión son menores que con Honda, pues Toyota sigue siendo el mayor fabricante de autos en el mundo, e incluso este tiene acciones con Daihatsu Motor y Hino Motors como filiales e inversiones en Isuzu Motors, Suzuki Motor, Mazda y Subaru.
Esperanza en Taiwán
Según informes, la esperanza de Nissan podría llegar desde Taiwán, ya que la empresa Hon Hai Precision Industry, mejor conocida como Foxconn, fabricante de teléfonos móviles, ha manifestado su interés en invertir en la empresa japonesa de automóviles. Esto como parte de su intención de expandirse al mercado de automóviles eléctricos.
A su favor, cuenta el hecho que un ex ejecutivo de Nissan, fue contratado por la empresa taiwanesa en 2023 para dirigir su negocio de vehículos eléctricos, lo que podría facilitar una posible inversión en Nissan, pero aún no hay nada confirmado.
En cuanto a Honda, su tamaño empresarial podría representarle un obstáculo para formar alianza con otra empresa automotriz, pues quedan pocas empresas independientes y de su tamaño en el mercado occidental, donde la mayoría de las marcas se distribuyen entre grupos como Volkswagen, Stellantis, Renault, BMW o Mercedes-Benz, y las americanas General Motors, Ford y Tesla.
Del otro lado están las empresas de China, las cuales se han hecho con acciones en empresas occidentales como Jaguar y Volvo, entre otras. Además de que son las que están poniendo en aprietos a las empresas japonesas, europeas y americanas, con productos más baratos, con más tecnología y que evolucionan más rápido.