La deducción de impuestos es la posibilidad que como contribuyente tienes derecho a disminuir ante el SAT de tus ingresos acumulables en la Declaración Anual del ejercicio. Para que dichos gastos sean deducibles, requieres realizar el pago mediante cheque nominativo del contribuyente, transferencia electrónica de fondos, tarjeta de crédito, de débito o de servicios, pero nunca pago en efectivo.
Y es que el uso de efectivo en transacciones económicas puede suponer una forma de evasión fiscal, pues limita las posibilidades de las autoridades para rastrear el origen de esos recursos, mientras que la utilización de medios de pago electrónicos limita las posibilidades del contribuyente de evadir el cumplimento de sus obligaciones fiscales.
En el caso de los pagos a tu tarjeta de crédito, hacerlos a tiempo evitará que las instituciones bancarias te cobren intereses, pero realizar los pagos en efectivo podría traerte problemas son el SAT.
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Para el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es más difícil rastrear el origen del dinero en efectivo que utilizaste para pagar tus tarjetas de crédito, porque podría suponer que tienes más ingresos de los que declaraste. A esto se le conoce como discrepancia fiscal.
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Es por esto que si pagas tus tarjetas de crédito con dinero en efectivo, el SAT podría iniciar un proceso de discrepancia fiscal en tu contra, basándose en que no tiene forma de saber si ya pagaste los impuestos correspondientes.
No pagues en efectivo
De acuerdo con Pamela Castro, contadora fiscal y fundadora de Cooltura Fiscal hay 2 razones por las que NO debes pagar en efectivo tu tarjeta de crédito:
- Ni el SAT ni cualquier otra autoridad tiene manera de detectar si ese dinero en efectivo proviene de una fuente lícita o si ya se pagaron los impuestos correspondientes
- El SAT podría revisarte por caer en el supuesto de discrepancia fiscal, que es cuando tus gastos e inversiones son mayores a tus ingresos declarados en el año
También es importante que reconsideres si eres de los que presta la tarjeta de crédito porque a quienes les haces el "favor" podrían pagar tu tarjeta con efectivo y es cuando al SAT puede que no "le cuadren las cosas".
¡Ojo! Lo ideal es pagar tu tarjeta de crédito mediante transferencia electrónica, así el SAT podrá identificar de dónde viene ese dinero, y si es dinero que ya fue declarado y que ya pagó impuestos.
Algo muy importante que también debes tener presente es que las transferencias entre cuentas propias NO causan impuestos