Durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, México ha registrado uno de los menores crecimientos económicos de América Latina, con una tasa promedio anual de sólo 0.98%, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El Estudio Económico 2024 de la Cepal, muestra que en los últimos seis años, México acumuló un crecimiento de total de 5.9%, ubicándose en el penúltimo lugar de las economías con peor desempeño en la región. México ocupa la posición número 16 entre 18 países latinoamericanos.
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En contraste, la República Dominicana lidera con un crecimiento promedio anual de 3.86%, seguida por Panamá con 3.70%, Guatemala con 3.55%, Costa Rica con 3.28% y Honduras con 2.95%.
¿Qué más dijo la Cepal?
En este contexto, la Cepal ajustó a la baja su proyección de crecimiento para México en 2024, reduciéndola a 1.9%. Además, anticipa que en 2025, el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum, el Producto Interno Bruto (PIB) solo crecerá un 1.4%, el nivel más bajo desde 2020. Esto representa una disminución significativa respecto a las proyecciones de mayo pasado, cuando se estimaba un crecimiento del 2.5%.
En conferencia de presa, el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, explicó que esta revisión se debe en gran parte a la desaceleración económica en Estados Unidos, especialmente en su sector manufacturero, y a la ralentización del consumo y la inversión en México.
“La política fiscal en México en el 2023 y 2024 ha sido expansiva (para financiar) una serie de proyectos grandes e importantes y hacer transferencias muy significativas, pensiones, etcétera, que llevaron a un incremento del gasto social y también de la inversión en infraestructura pública”.
También mencionó que el déficit fiscal del sector público no financiero podría alcanzar un 5% del PIB este año, el más alto desde 1990, debido al financiamiento de las obras públicas del gobierno del presidente López Obrador.
No obstante, advirtió que factores como el ritmo de la economía mundial, la atracción de inversiones y la disponibilidad de insumos internacionales podrían influir en futuras estimaciones del crecimiento económico de México.